Un asteroide de 1,2 kilómetros de ancho orbita el planeta Tierra, pero los científicos aseguran que no significa ninguna amenaza y que podría seguir gravitando durante 4.000 años.

El asteroide de un kilómetro de largo, que se encuentra entre los 90 y 270 millones de kilómetros de la Tierra, se detectó por primera vez en el año 2020. Sin embargo, investigadores de Chile, Arizona y España ofrecen ahora una descripción más completa.

Se trata del 2020 XL5, uno de los dos asteroides troyanos que viajan con nuestro planeta. Según Toni Santana-Ros, científico de la Universidad de Alicante y del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona, pareciera que este asteroide es de los llamados tipo C, uno de los más comunes del sistema solar.

«2020 XL5 no representa una amenaza para la Tierra. Esperamos que permanezca en su órbita estable actual durante al menos los próximos 4.000 años», indicó César Briceño, coautor del estudio.

Troyanos deambulantes

El único otro asteroide troyano visto alrededor de la Tierra fue descubierto hace doce años y fue llamado 2010 TK7. En comparación con el 2020 XL5 es más pequeño y con un diámetro de aproximadamente 400 metros.

De los dos troyanos detectados hasta el momento se cree que fueron capturados por la atracción de la Tierra mientras deambulaban por el sistema solar.

Los investigadores explican que la búsqueda de estos objetos ha tenido «poco éxito» porque solo pueden ser observables durante una ventana de tiempo muy pequeña y porque solo pueden verse cerca del sol.

Además, los astrónomos apuntan que los telescopios que suelen utilizar son muy bajos y que la inminente luz solar satura el fondo y eso dificulta la ubicación de estos asteroides.

«Ha habido muchos intentos de encontrar troyanos terrestres, incluidas encuestas in situ, como la búsqueda dentro de la región L4, realizada por la nave espacial OSIRIS-Rex de la NASA, o la búsqueda dentro de la región L5, realizada por JAXA Hayabusa-2.misión», explicó en un comunicado Toni Santana-Ros, autor principal del estudio.

Para poder sortear las dificultades que representaba confirmar la existencia del asteroide troyano 2020 XL5, el equipo realizó una búsqueda de telescopios de 4 metros que fueran capaces de observar en tales condiciones los asteroides. Finalmente, indican que desde comienzos de 2021 empezaron a seguirlo con tres telescopios: uno de la Optical Ground Station (OGS) que tiene la Agencia Espacial Europea en el Teide (Canarias), con el Lowell Discovery en Arizona (EEUU) y el SOAR, operado por el NOIELab de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) en Chile.

Por esa razón, insisten los investigadores, la confirmación de la existencia de este segundo asteroide troyano es un paso «muy significativo». Primero, porque pueden contener un registro de las primeras condiciones de la formación del sistema solar y, segundo, porque son unos candidatos ideales para posibles misiones espaciales futuras.

El estudio que confirma la existencia del asteroide 2020 XL5 fue publicado en Nature Communications.

(Sputnik)