El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, anunció este lunes que el gobierno de su país impuso «restricciones públicas» al visado del expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández, quien cesó en funciones el pasado 27 de enero, por «actos de corrupción».

En Twitter, Blinken justificó la medida alegando que se debía a un esfuerzo de su gobierno para avanzar en la «transparencia y rendición de cuentas en Centroamérica» y añadió que «nadie está por encima de la ley».

En sus ocho años de gestión (2014-2022), Hernández fue un aliado cercano de Washington, pese que sobre él pesaban graves denuncias por corrupción, narcotráfico y violaciones a los derechos humanos.

Sin embargo, desde la Casa Blanca trataron de matizar la cercanía luego de que Antonio «Tony» Hernández, hermano del exmandatario y uno de sus colaboradores más cercanos, fuera condenado a cadena perpetua por un tribunal estadounidense bajo cargos de narcotráfico, tráfico de armas y falso testimonio.

 

En el juicio se acusó al gobierno de Juan Orlando Hernández de proveer protección al narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán y al presidente hondureño se le sindicó de dirigir, junto a su hermano Tony, una red de tráfico de cocaína que operó por más de 15 años en el país centroamericano.

(LaIguana.TV)