Este 9 de febrero, el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela presentó una actualización del conflicto entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia, en el que Ucrania es una excusa y los países de la Europa Schengen son arrastrados por Estados Unidos hacia una guerra.

El también comunicador destacó que en este marco se produjo la visita del presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, a Rusia, quien se reunió durante más de cinco horas con su homólogo Vladimir Putin.

Según informes oficiales, apuntó, Macron acudió al Kremlin para bajar los ánimos e incluso defendió el genuino derecho que tiene Rusia de preocuparse por la expansión de la OTAN cerca de sus fronteras.

De otro lado, enfatizó que este conflicto solamente interesa a Washington, que a través de distintos movimientos intenta torpedear la influencia geopolítica de Rusia en Europa y Asia, particularmente en lo que atañe al gasoducto Nord Stream 2, que proveería de un muy urgido gas natural a naciones como Alemania, razón última detrás de la supuesta invasión rusa a Ucrania que en la que tanto se insiste desde la Casa Blanca.

Tanto es así, aseguró, que el mandatario francés admitió que existen fuertes presiones desde el estamento militar de la OTAN para que el conflicto en Ucrania escale a las armas, por el impacto en los mercados que tal situación entrañaría.

Entrando en materia, relató que tras varios meses de tensiones entre Rusia y la OTAN por una supuesta invasión a Ucrania presentada hasta hace muy poco como «inminente», el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, reveló cuál es la amenaza real para los intereses de su país: el gasoducto Nord Stream 2.

Tras una reunión bilateral con el canciller alemán, Olaf Schulz, Biden dijo este martes que, si Rusia invadía a Ucrania, sería el fin de la iniciativa, con la que se pretende abastecer de gas ruso a Alemania sin pasar por suelo ucraniano. En su opinión, esto significa que, si de Estados Unidos depende, no habrá Nord Strem 2 porque atenta contra su negocio de venta de gas en Europa.

Al ser inquirido sobre cómo Estados Unidos conseguiría que las autoridades alemanas se plegaran a una decisión que claramente perjudica sus intereses nacionales, el mandatario respondió: «Prometo que podemos hacerlo», refirió Pérez Pirela.

El también director de LaIguana.TV enfatizó que, en su comparecencia ante la prensa, el presidente estadounidense abogó por la diplomacia como mecanismo para resolver los conflictos, pero afirmó que su país estaba listo «para todo», en caso de concretarse una incursión militar rusa en Ucrania.

Por su lado, Schulz evitó referirse directamente al tema del gasoducto y en su lugar se enfocó en reiterar que toda tentativa militar de Rusia contra Kiev traería «consecuencias severas». Más concretamente: derivaría en la imposición de medidas coercitivas unilaterales. 

«Debemos además recordar que funcionarios españoles estuvieron hace poco en Kiev y adelantaron que países de la OTAN están preparando medidas coercitivas –sanciones, bloqueos–, afirmaciones estas que no hacen otra cosa que provocar aún más la ya muy tensa situación en la región», añadió el especialista.

Sin embargo, precisó que es inadecuado pensar que la cruzada estadounidense contra el Nord Stream 2 comenzó con la administración Biden, pues cuando la obra todavía estaba en proceso, el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la tachó de «tragedia» y «cosa horrible».

A su parecer, el trasfondo económico tras esta trama sería que el gasoducto permitiría surtir de gas ruso a Alemania y a otros países de Europa a un precio definitivamente inferior que el que podrían ofrecer otros proveedores, incluyendo al propio Estados Unidos.

Desde el punto de vista geopolítico –sin que ello implique una disociación de lo económico–, aunque desde el Kremlin han asegurado que esta iniciativa persigue un interés enteramente comercial y no pretende coaccionar a Europa a través del gas, desde Kiev no se tiene la misma opinión, destacó el analista.

Así, indicó, la ruta del Nord Stream 2 transcurre enteramente por el fondo del mar Báltico a lo largo de más de 1.200 kilómetros y no toca territorio ucraniano, como lo hacen otros gasoductos que distribuyen gas ruso a Europa.

En la práctica, explicó, esto significa que Ucrania quedaría fuera del pastel por el cobro de derecho de tránsito, perdiendo con ello la oportunidad de recabar importantes y necesarios ingresos para reanimar su golpeada economía, afectada sensiblemente por los efectos de la guerra civil desatada en 2014.   

Asimismo, recordó que, desde el principio, Ucrania no ha estado sola en su oposición. Además de Estados Unidos, Polonia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía –todos miembros de la OTAN– se suman a la lista de detractores ardientes. El argumento ofrecido por sus líderes es que no quieren que sus naciones dependan de Rusia.

En todo caso, a pesar la inmensa presión estadounidense para boicotear el proyecto, lo cierto es que buena parte de los países europeos ha optado por asumir una posición más pragmática con respecto al Nord Stream 2.

En su opinión, de entre ellos destaca Alemania, que bajo el liderazgo de Angela Merkel defendió el derecho que asiste a Berlín para garantizarse fuentes de energía variadas, incluyendo aquellas de factura rusa, pero en todo caso, el abastecimiento de Europa con gas procedente de Rusia ha obligado a Bruselas a debatirse entre la adopción de una política exterior más independiente de la Casa Blanca y el respaldo incondicional a su aliado más estratégico en asuntos clave.

Así las cosas, desde el gobierno ruso estaría moviendo cuidadosamente las piezas para favorecer una escisión en estos bloques, que parece tener una oportunidad en función del conflicto que atraviesa a algunos países de Europa, dada su alta dependencia del gas ruso, reflexionó el experto.

Por ello opinó que, en este marco, Estados Unidos ha procurado hacer de Ucrania un tema central de su política exterior y en buena medida ha forzado a la Unión Europea a apoyar eventuales sanciones y boicots contra Moscú, justificados en una supuesta agresión a su aliado. 

Para argumentar este punto de vista, refirió que mientras Biden se reunía con Olaf Scholz, su secretario de Estado, Antony Blinken, lo hacía con el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell.

Blinken y Borrell se vieron las caras este 7 de febrero en el encuentro del Consejo Energético de Estados Unidos y la Unión Europea. Uno de los temas conversados fue el supuesto «riesgo» acumulado en la frontera ruso-ucraniana, calificado por el representante europeo como «el peor desde el final de la Guerra Fría».

En paralelo, Estados Unidos habría estado negociando con productores importantes el abastecimiento de energía a Europa a través de otras rutas distintas al Nord Stream 2, pese a los contratos ya suscritos entre el Kremlin y varios gobiernos, subrayó.

Indicó, asimismo, que funcionarios de la administración Biden han admitido que el gasoducto –que, aunque está terminado, aún no recibe la certificación de Bruselas– «es un modo de influir en Moscú» y han avanzado que lo usarán «si Rusia se mueve hacia Ucrania».

Además, según medios europeos, una de las alternativas que se estaría barajando desde la OTAN es la reactivación de un gasoducto que conecte a España con Alemania, rechazado en su día por los organismos del bloque comunitario y por colectivos ambientalistas.

Entrando en detalles, comentó que se trata del llamado proyecto MIDCAT, que proveería a Alemania de al menos 7.000 millones de metros cúbicos de gas natural procedente de la península ibérica, muy por debajo del bombeo de los hasta 55.000 millones que ofrece el torpedeado Nord Stream 2.

Empero, acotó que, aunque esta ruta de suministro no está activa, cerca del 40% del gas que actualmente se consume en la Unión Europea proviene de Rusia. Es una proporción que no resulta sencilla de reemplazar con otros proveedores, aún en el mediano plazo. 

«Estos son los argumentos económicos y financieros que sustentan esta pantomima de la supuesta invasión de la Federación Rusa a Ucrania», comentó el experto para redondear lo expuesto.

Se intensifican las operaciones mediáticas contra Rusia por parte de EEUU

Aportando otro ángulo a la situación, Miguel Ángel Pérez Pirela refirió que la más reciente fase de tensiones entre la OTAN y Rusia ha estado indudablemente azuzada por la prensa occidental y durante la primera semana de febrero, este campo de disputa estuvo particularmente agitado.

En este orden, detalló que medios estadounidenses no se contentaron con repetir que las tropas del Kremlin cruzarían la frontera ucraniana en cualquier momento, sino que llegaron al colmo de anunciar falsamente que la invasión se concretó y ofrecieron proyecciones del número de muertos que dejaría el conflicto bélico.

Así, apuntó, el pasado viernes, la agencia Bloomberg publicó la falsa especie de que Rusia había invadido a Ucrania. Y aunque luego aseguraron que se trató de un «error», pasó una media hora antes de que la nota fuera retirada.

La agresión fue respondida por el Kremlin a través de su secretario de prensa, Dmitri Peskov, quien la calificó como «una perfecta demostración de lo peligrosa que es la situación, provocada por interminables y agresivas declaraciones desde Washington, Londres y otras capitales europeas», añadió el filósofo.

Seguidamente, mencionó que el mismo 4 de febrero, The New York Times aseguró que, si Rusia invadía Ucrania, los costos humanos serían elevados y se desataría una crisis de refugiados en el continente europeo.

«Si esto no es guerra sucia, díganme qué lo es», fustigó antes de relatar que en el informe publicado por el diario estadounidense se sostiene, con base en lo que habrían expresado «altos funcionarios de la administración Biden», que un conflicto bélico en Ucrania dejaría cerca de 50.000 muertos y desataría una nueva ola de desplazados hacia los países del centro de Europa. 

Pese a lo antes dicho, destacó que en el reporte se matiza que la inteligencia estadounidense no ha logrado establecer si efectivamente Rusia planea cruzar la frontera ucraniana, aunque se asevera que ya tendría desplegadas en la zona «el 70%» de las tropas que necesitaría para hacerlo.

«Ya solamente esta guerra y estos anuncios de una supuesta invasión de Rusia a Ucrania, le trae dividendos a la oligarquía financiera en Estados Unidos y Europa», añadió.

Los movimientos rusos frente a la ola de ataques de la OTAN

Seguidamente, Pérez Pirela abordó las acciones que ha emprendido Rusia para hacer frente a estas tentativas multiformes con las que se persigue justificar la imposición de nuevas sanciones económicas.

Sobre esto resaltó que el gobierno del presidente Vladimir Putin no se ha quedado de brazos cruzados y ha avanzado posiciones en el ámbito diplomático, ha suscrito nuevos acuerdos energéticos y ha seguido mostrando su poder militar, antes de pasar a comentar algunas de las acciones más decisivas. 

En primer término, indicó que el pasado 4 de febrero, Putin y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunieron en Beijing. En la declaración conjunta, los líderes reiteraron su compromiso con el multilateralismo y rechazaron la alianza AUKUS y el expansionismo de la OTAN hacia el este de Europa, por considerar sus acciones una amenaza para la seguridad de sus respectivos países.

Sin embargo, desde su punto de vista, uno de los anuncios que más escozor causó en Occidente fue el reforzamiento de la actividad del gasoducto Fuerza de Siberia 1, que desde 2019 provee 38.000 millones de pies cúbicos anuales de gas natural a la República Popular China.

El especialista refirió que, según detalló el mandatario ruso, con los nuevos acuerdos, a la cantidad previa se añadirán 10.000 millones de metros cúbicos anuales procedentes de pozos localizados al oriente de su país.

De otra parte, citando lo recogido en una investigación realizada por la periodista Inna Afinogenova para la cadena RT, la semana previa se autorizó a la compañía Gazprom, constructora del Nord Stream 2, a iniciar la construcción de un tramo del gasoducto Fuerza de Siberia 2.

Este nuevo corredor energético, que entrará en funcionamiento dentro de varios años, partirá desde el norte de Rusia, atravesará la estepa siberiana y pasará por Mongolia antes de llegar a China, explicó.

No obstante, dijo para concluir este tema, a pesar de que los yacimientos que alimentan al Fuerza de Siberia 1 están en el este ruso y que aquellos de los que se surtirá el Fuerza de Siberia 2 no abastecen al boicoteado Nord Stream 2, desde Bruselas se ha acusado nuevamente a Moscú de chantajear a Europa con el suministro de gas.

Para Pérez Pirela, tampoco puede dejarse de lado que estas alianzas con China han estado acompañadas de nuevos ejercicios militares en el Mar Negro. En este sentido mencionó que medios rusos reseñaron que este 8 de febrero, los grandes buques de desembarco Korolev, Minsk y Kaliningrado atravesaron el estrecho de los Dardanelos en Turquía rumbo al Mar Negro, donde se prevé que realicen nuevos ejercicios militares.

Según se desprende de la información del ministerio de Defensa de Rusia, las tres embarcaciones están diseñadas para «realizar desembarcos costeros anfibios y transferir tropas, carga y vehículos blindados» y se emplearán en un juego de guerra en el que tendrán que defender a Rusia de «posibles amenazas militares por agua», sintetizó.

A esto se añade que un contingente de más de 20 buques de guerra pertenecientes a la Flota del Pacífico atravesó «campos de hielo» en su recorrido desde el mar del Japón hacia el mar de Ojostk, en el extremo nororiental del país durante el pasado fin de semana, lo que a su juicio es clarísimo indicio de que también se están moviendo las piezas en el tablero militar. 

Macron visita Moscú para «rebajar» las tensiones entre Rusia y Occidente

El comunicador también relató que el 7 de febrero, Putin recibió en el Kremlin a su homólogo francés, Emmanuel Macron. En el encuentro, que se extendió por más de cuatro horas, el líder ruso reconoció que los dos países compartían sus preocupaciones sobre la seguridad en Europa y destacó el rol de Francia en la elaboración de las decisiones «importantes» en la materia.

No obstante, resaltó que Putin no menoscabó esfuerzos para reiterar que el expansionismo de la OTAN hacia Occidente es una amenaza real para Rusia y para el resto de Europa, pues sus acciones durante los últimos 25 años demuestran que no es una alianza militar defensiva sino ejecutora de cruentas guerras que han devastado a naciones enteras.

Además, en la rueda de prensa conjunta, se permitió advertir nuevamente sobre lo que sucedería si Ucrania ingresara a la OTAN y decidiera incursionar en Crimea con la pretensión de recuperar este territorio por la vía armada.

«La amenaza que lanzó Putin no es menor», señaló Pérez Pirela, porque para el mandatario ruso, el resultado de esa aventura sería un conflicto armado entre Rusia y Europa en el que no habría ganadores, dado el poder bélico que poseen tanto el bloque militar como su país.  

En esta última intervención, Putin aludió directamente al motivo de la visita de su homólogo francés: rebajar las tensiones entre la Alianza Atlántica y Moscú e impedir a toda costa un escenario de confrontación militar.

En criterio del analista político venezolano, aparentemente, el encuentro ya comienza a dar sus primeros frutos, pues en la jornada de este 9 de febrero, agencias rusas informaron de algunos avances en el diálogo.

Concretamente, detalló, Moscú estaría evaluando la respuesta que ofrecieran Estados Unidos y la OTAN a las propuestas de garantías para la seguridad en Europa presentadas por el gobierno ruso en diciembre.  

En este punto recuperó las declaraciones del viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, quien sostuvo que en el Kremlin han «tomado en serio» las observaciones hechas por Washington, aunque destacó que las respuestas ofrecidas por la OTAN contenían un porcentaje «mucho más alto de groserías y fórmulas desafiantes» que las expresadas desde la Casa Blanca.

Para el también director de LaIguana.TV aún no puede considerarse ni siquiera que las tensiones estén desescalando o que no empeorarán a corto plazo, pues la OTAN ha continuado con el envío de tropas a países de Europa del Este y ha instalado armamento apenas a 30 kilómetros de la frontera rusoucraniana, reflexionó.

Por si ello no bastara, tampoco parece estar demasiado claro el nivel de consenso dentro de la Unión Europea en torno a las sanciones que se impondrían a Rusia en caso de concretarse la muy anunciada invasión a Ucrania.

Con el fin de ilustrar hasta qué punto está presente la falta de acuerdos sobre las sanciones a Rusia, relató que mientras el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, declaraba que no era tiempo de entrar «en el terreno de las especulaciones» y apuntalaba el diálogo, su canciller, quien está de visita en Kiev, aseveraba que la Unión Europea ya había acordado cuál será el eventual castigo a Rusia.

Continuando con el análisis de los dobles raseros, indicó que, aunque Estados Unidos ha dicho que está dispuesto a discutir con Rusia el llamado «principio de seguridad indivisible», no ha dado marcha atrás en dejar la puerta abierta para que exrepúblicas soviéticas como Ucrania se integren a la OTAN, precisamente una de las «líneas rojas» que Moscú no está dispuesta a tolerar.

Empero, la dualidad fue respondida categóricamente desde Moscú, pues este miércoles la cancillería rusa reiteró que la retirada de armas occidentales y el cese de maniobras militares de la OTAN en las inmediaciones de su territorio, contribuirían de manera decisiva a estabilizar la situación en Ucrania.

En concreto, Pérez Pirela rescató las declaraciones de la portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, quien cuestionó que las misiones diplomáticas occidentales se aproximaran a la zona de contacto solamente en el territorio controlado por Ucrania, sin considerar lo que ocurre en la zona del Donbás.

Dando la razón a Zajárova, apuntó que, según denunciaron representantes de la autoproclamada República Popular de Lugansk, el armamento occidental enviado a Ucrania en las últimas semanas estaría siendo utilizado para un despliegue militar, con la excusa de la inminente agresión rusa.

Siempre siguiendo esta versión, el experto señaló que el ejército ucraniano estaría impidiendo que drones de la Organización para la Seguridad y la Cooperación de Europa (OSCE) monitorearan estos movimientos, que son contrarios a lo suscrito en los Acuerdos de Minsk, con los que infructuosamente trató de ponerse fin a la guerra civil que se desató en 2014.

A esto agregó que voceros políticos de los grupos que controlan el Donbás, denunciaron que Ucrania estaría entrenando a civiles para el manejo de armas de fuego y en primeros auxilios.

Precisó, que, en todo caso, según videos que han circulado a través de las redes sociales y que luego han sido recogidos en medios rusos, hay constancia del adiestramiento militar en ciudadanos de Kiev, si bien las tomas muestran que en lugar de armas reales están utilizando fusiles de madera. 

Para cerrar sus reflexiones, mencionó que la creciente tolerancia del gobierno del presidente Vlodymyr Zelensky hacia grupos ultranacionalistas y neonazis, quienes, sin representar a la mayoría de los ucranianos, tienen un peso sociopolítico que no se puede ignorar.

A modo de ejemplo relató que Yevguén Karás, líder del movimiento ultraderechista «La base del futuro» advirtió en una intervención pública en la que se glorificaba a un colaboracionista nazi, que, si el ultranacionalismo alcanzaba el poder, Ucrania sería un problema no solo para la Unión Europea y la OTAN, sino también para muchas otras naciones, en virtud del poder bélico que les proveyó Occidente en su afán de frenar los pies a Rusia.

No han trascendido pronunciamientos oficiales sobre este asunto, aunque en oportunidades anteriores Ucrania ha tolerado la glorificación pública del nazismo y se ha negado a aprobar la resolución de la Organización de las Naciones Unidas impulsada por Rusia en la que se condenan explícitamente estas prácticas, aseguró Pérez Pirela.

Antes de cerrar la edición, invitó a la audiencia a conectarse en las plataformas virtuales de LaIguana.TV mañana 10 de febrero a las 7:00 pm, pues conversará con el intelectual venezolano Luis Britto García sobre las implicaciones filosóficas del Metaverso.

(LaIguana.TV)