Los hipopótamos que llevó a Colombia el capo del narcotráfico Pablo Escobar pasaron de ser una de las tantas excentricidades que caracterizaron a ese delincuente, expuestas en su hacienda Nápoles, a una verdadera amenaza para comunidades y ecosistemas de diferentes partes del país por donde deambulan hoy esos ejemplares que se siguen reproduciendo.

“Luego de reuniones con las academias de ciencias, con ambientalistas, ONG, exministros, revisando el estudio de los hipopótamos del 31 de diciembre del Instituto Humboldt de la Universidad Nacional, podemos ver que esos cuatro hipopótamos que se trajeron de manera ilegal al país en el año 82, se han ido desplazando y migrando hacia otras regiones, sobre todo humedales y cuencas hidrográficas”, dijo el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, en Caracol Radio.

El funcionario confirmó lo que ha venido siendo un secreto a voces: “Los hipopótamos están afectando ecosistemas, manatíes, chigüiros, y también son un peligro para las comunidades que habitan esas riberas, en donde, primero, habita gente y, segundo, se viene desarrollando el sector del turismo de naturaleza en todas esas zonas. Entonces, hoy son un peligro no solamente para el medio ambiente, sino también para los humanos”.

A partir de esos criterios se convocó la mesa de especies invasoras y la recomendación que le dio esa instancia al Ministerio de Ambiente fue declarar inmediatamente los hipopótamos como especie invasora. “Desde el Ministerio de Ambiente estaré firmando la resolución para declarar el hipopótamo como especie invasora”, confirmó Correa en la emisora.

Explicó en ese medio que, con la declaratoria, lo que sigue es hacer el plan de manejo que deberá establecer qué se debe hacer con los hipopótamos de aquí en adelante. “Aquí tenemos varias opciones de cada uno de los especialistas: se habla de esterilización, de castración, de extracción, de quitarles la vida”, advirtió.

Sin embargo, el funcionario no anticipó ninguna decisión puntual, “porque eso precisamente es lo que vamos a poder tener en lo que se denomina el plan de manejo, luego de declararlo como especie invasora”.

“Con esta decisión, después de tantos años, comenzamos a hacer este plan de manejo lo antes posible para tomar decisiones y que estos animales no sigan afectando los ecosistemas y que no sean una amenaza para la vida humana”, agregó Correa en la frecuencia radial.

También precisó que llegaron 4 y hoy son 130. “Están en manadas, en grupos de cuatro hasta 35 animales, y se han ido expandiendo y migrando a diferentes zonas y por supuesto son una amenaza para esas comunidades”, insistió el ministro en Caracol Radio. “Son animales que comen de 200 a 300 kilos de comida diaria, que llegan a cualquier sitio y están comiendo, y pesan entre dos y tres toneladas. Son definitivamente peligrosos y hay que tomar decisiones”.

(Pulzo)