Las revelaciones periodísticas acerca de los planes que acarició el gobierno del empresario Mauricio Macri de invadir Venezuela con las tropas militares argentinas son una prueba más de que el asedio contra el país ha sido multiforme e incesante durante los últimos años. 

El tema y su amplio contexto geopolítico e histórico fueron abordados por Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea. 

Editorial

En la introducción del trabajo investigativo, dijo que “la noticia causó revuelo en Nuestra América no porque nos sorprenda, sino porque viene a corroborar la más triste, nefasta y antiamericanista de las visiones: una patria hermana como lo es la Argentina de San Martín, bajo el mandato del inefable Macri, estaba preparando una escalada de violencia en una zona de paz, contra Venezuela”.  

“¿Se imaginan a las tropas argentinas en las calles de Caracas o la aviación argentina bombardeando ciudades venezolanas? Hay que estar desquiciado para pensar en esto. Es un desvarío, una locura colosal –enfatizó-. Sin embargo, no me sorprende porque justo al lado de Venezuela está el gobierno de Colombia, encabezado por quien es considerado el peor presidente que ha tenido esa nación y que se ha prestado ya para, desde el sacrosanto territorio colombiano, intentar invasiones, golpes y magnicidios. Al lado está también Bolsonaro, que también ha tenido sus desvaríos militaristas contra Venezuela que han sido apaciguados por la alta oficialidad brasileña, incluso con amenaza de sacarlo del poder”. 

Añadió que el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, estaba en la frontera, casi en nuestro territorio, presionando a favor de una invasión con la excusa de un concierto y una ayuda humanitaria, en febrero de 2019. Y el chileno Sebastián Piñera también hizo hasta lo imposible por desestabilizar a la República Bolivariana de Venezuela. 

“La imagen de Cúcuta, justo a las puertas del estado Táchira, todavía está fresca en nuestra memoria –subrayó-. Allí estaban mandatarios latinoamericanos derechistas y ultraderechistas junto a marines gringos; al Ejército colombiano, a la policía colombiana, a paramilitares colombianos; y junto a un puñado de desertores venezolanos. Todos en complicidad pretendían usar el público de un supuesto concierto humanitario para entrar forzosamente a Venezuela”.  

Expuso que el bochornoso hallazgo sobre el plan militar argentino permite reflexionar sobre las amenazas que a través de gobiernos derechistas de países vecinos han tratado de perpetrar contra Venezuela. 

Cerró su presentación editorial con el Iguanazo de Iván Lira. En la caricatura aparece el mapa de Venezuela y la silueta de Macri con la leyenda: “La derecha argentina cree que las Malvinas son inglesas y el resto de Latinoamérica es de los gringos”. 

Los hechos noticiosos

Recientes revelaciones derivadas de una investigación periodística, implican al gobierno del expresidente argentino Mauricio Macri con otro intento de invasión a Venezuela, con el que pretendía derrocarse al gobierno del presidente Nicolás Maduro y aupar al autoproclamado «presidente interino», Juan Guaidó.  

Según el relato reconstruido por el periodista Horacio Verbistsky, el plan se articuló con los ejercicios militares Puma, ejecutados entre abril y junio de 2019 bajo la dirección del general Juan Martín Paleo, entonces comandante de las Fuerzas de Despliegue Rápido y actual jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Argentina. 

Entre otros aspectos, el escenario contemplaba operaciones conjuntas entre los distintos componentes castrenses argentinos e incluso la participación de una fuerza militar multinacional, cuyas acciones se ampararían en una resolución de las Naciones Unidas que nunca se emitió.  

De acuerdo con la documentación publicada por Verbitsky, se consideraron tres rutas de ingreso a Venezuela: Colombia, Brasil y el mar Caribe. Esta última fue empleada por los mercenarios que ejecutaron la fracasada Operación Gedeón, en mayo de 2020.  

Como autores intelectuales de esta tentativa figuran el expresidente estadounidense Donald Trump, el exsecretario de estado Mike Pompeo, el exasesor de seguridad nacional John Bolton y el enviado especial de la administración Trump para Venezuela, Elliott Abrams.  

La premisa que sostenía estas acciones es que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se quebraría y tomaría partido por Guaidó, cuya autoproclamación fue inmediatamente secundada por Washington y por los países que conformaban en Grupo de Lima, entre los que figuraba la Argentina de Macri.  

Asimismo, el periodista argentino Horacio Verbitsky resaltó que los lapsos de ejecución del controvertido juego de guerra se sucedieron a la autoproclamación de Guaidó y al fallido intento de incursión militar ejecutado en febrero de 2019 con el pretexto de ingresar ayuda humanitaria.  

Además, precisa que mientras se ejecutaban los ejercicios militares Puma, se produjo el fallido intento de golpe de Estado del 30 de abril, encabezado por Leopoldo López y el propio Juan Guaidó, que Macri se apresuró a respaldar públicamente.  

Reacciones

Estos hallazgos fueron calificados por el presidente Nicolás Maduro como «muy graves». El mandatario también aseveró que se trataba de una «denuncia creíble» y exhortó a que se abriera una investigación para determinar la verdad de lo sucedido.  

Maduro recordó que «la derecha continental», incluyendo al expresidente Macri, rompió «todas las reglas de juego de la convivencia política, diplomática», desconoció el Derecho Internacional, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, e incluso avanzó la idea de desatar una guerra contra Venezuela.  

En una alocución televisada, Maduro deploró que el general que, según el reportaje, dirigió el plan contra Venezuela, sigue estando activo en el Ejército argentino. “Ojalá alguien en Argentina se atreva a levantar la voz para que se sepa la verdad”, señaló el jefe del Estado.  

Según otros informes periodísticos, Paleo es el único oficial que participó de estos ejercicios y sigue activo en el gobierno de Fernández. 

Además de Maduro, el primer vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, ofreció comentarios sobre lo denunciado por la prensa argentina.  

En una comparecencia ante los medios, Cabello repudió el plan de invasión tramado por las fuerzas castrenses del país austral y manifestó su «tristeza» porque los hechos salieron a la luz gracias a una investigación periodística y no por la acción del gobierno de Alberto Fernández.  

Por ello, en nombre de la tolda roja, exigió a Buenos Aires la apertura de una investigación para establecer las responsabilidades pertinentes, así como un pronunciamiento oficial sobre lo sucedido. “No pronunciarse pareciera que fuera ser parte del mismo paquete”, advirtió. 

Aunque el gobierno de Fernández aún no ofrece explicaciones sobre este caso, forzado por las circunstancias, el actual jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Argentina sí se vio obligado a darlas, pero cayó en evidentes contradicciones. 

Al ser interrogado en el Ministerio de Defensa por el ejercicio militar que contenía un plan de invasión a Venezuela desarrollado entre abril y julio de 2019, Juan Martín Paleo, actual jefe de Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina, respondió que «se trató de planificar la seguridad de la reunión del G-20 en Buenos Aires», puntualiza la investigación realizada por Horacio Verbitsky. 

No obstante, Verbitsky apunta que «esta versión no se sostiene», en tanto «el G-20 sesionó entre el 30 de noviembre y el 1° de diciembre de 2018, y el plan Puma se realizó entre abril y julio de 2019». 

Por si ello no bastara, el investigador subraya que posteriormente, Paleo cambió la versión e intentó zafarse de su responsabilidad, al señalar que solamente cumplía con «una orden del entonces jefe de Estado Mayor, general Bari Sosa, para planificar la asistencia humanitaria a Venezuela».  

Verbitsky mencionó que esta explicación se compadece con la llamada «obediencia debida», una excusa a menudo esgrimida por perpetradores de violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar para tratar de librarse de las acusaciones en su contra. 

Contexto geopolítico global

Al evaluar el caso en un contexto más amplio se observa que los planes de invasión contra Venezuela fueron desde Bogotá hasta Buenos Aires. 

Estos nuevos hallazgos reafirman el alcance de los ataques multiformes que desplegó el gobierno de los Estados Unidos para derrocar al presidente Nicolás Maduro, largamente denunciados por Caracas y siempre desestimados por la prensa hegemónica y voceros de la derecha continental.  

Sin embargo, aunque como recordara en data reciente el presidente venezolano, las tentativas sediciosas arreciaron a partir de 2017, sin dudas el año 2019 fue el peor de todos, pues se sumaron el intento de constituir un Estado paralelo, un intento de invasión, un fallido golpe de Estado y la agudización de las sanciones y bloqueos contra el país.  

En los documentos filtrados por Horacio Verbitsky en su investigación, estaba contemplada una ruta de ingreso de efectivos militares extranjeros a Venezuela a través de Colombia.  

Con base en los hechos, es claro que antes de los ejercicios militares realizados por el gobierno de Mauricio Macri, esta ruta era la primera alternativa para ejecutar una operación militar desde el extranjero.  

Sobre este particular hay que recordar que el 23 de febrero de 2019, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana logró conjurar un intento de invasión armada desde Cúcuta (Colombia), que trató de camuflarse con un pretendido ingreso de ayuda humanitaria. 

Caracas, al corriente de las intenciones de los organizadores, rechazó de plano el ingreso de los contenedores, pues al contrario de lo que establece la ley en estos casos, en la entrega estaban implicadas agencias estadounidenses y militares de Estados Unidos, Colombia y Brasil.  

Además de las autoridades venezolanas, medios, periodistas, analistas y líderes políticos como el entonces presidente de Bolivia, Evo Morales, pusieron en entredicho el supuesto auxilio, pues no poco del historial de intervenciones de Washington se ha pretendido justificar por medio de la entrega de «ayuda humanitaria».  

Desde el terreno, la cadena teleSUR, documentalistas y periodistas independientes mostraron que las acciones por las que se pretendía culpar al gobierno de Venezuela eran falsas y que un publicitado concierto organizado por un millonario inglés, en realidad era la mampara para ejecutar una Operación militar apoyada por Washington y Bogotá.  

El fracaso de la incursión armada hizo que la prensa se enfocara en la quema de unos camiones que presuntamente contenían ayuda humanitaria, hecho por el que se responsabilizó a la Guardia Nacional Bolivariana, a pesar de que el piquete se encontraba a varios cientos de metros de donde surgieron las llamas.  

Las imágenes tomadas por medios y comunicadores no alineados con la prensa hegemónica dieron la razón a lo sostenido por el gobierno venezolano: la carga la quemaron agentes de la oposición venezolana que protagonizaban una protesta violenta del lado colombiano del puente internacional que conecta las ciudades de Ureña y Cúcuta. 

Semanas después, el diario estadounidense The New York Times admitió la veracidad de lo sostenido por las autoridades de Venezuela y publicó una nota en su primera plana con una reconstrucción pormenorizada de lo sucedido, lo que sirvió para «enterrar» mediáticamente la tentativa de invasión.   

De todos cuantos protagonizaron este primer intento abierto de invasión a Venezuela destaca el mandatario colombiano, Iván Duque, que no solo prestó en esa ocasión su territorio para que se ejecutara una acción militar contra otro país, sino que ha aprovechado todo foro para promover una intervención armada contra su país vecino. 

Así en septiembre de 2019, en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Duque no solo repitió las consignas de los agentes del ala extremista de la oposición venezolana –»el cese de la usurpación» y «elecciones libres»– sino que comparó al presidente Nicolás Maduro con el expresidente serbio Slobodan Milošević. 

Como se recordará, Milošević fue juzgado por crímenes de lesa humanidad en la Corte Internacional de Justicia, tras la intervención de la OTAN en la extinta Yugoslavia. Falleció en 2006 mientras estaba encarcelado en La Haya, cuando el juicio todavía no había concluido.  

En su mandato, el gobernante ha convertido a Colombia en la punta de lanza de la injerencia estadounidense en la región, particularmente la que se desarrolla contra Venezuela, como se evidencia en su implicación con la fallida Operación Gedeón. 

En este caso, no hay dudas de que la Casa de Nariño colaboró cuando menos indirectamente con el plan de invasión, al permitir que mercenarios estadounidenses entrenaran a paramilitares dentro de su territorio para derrocar a un gobierno.  

En paralelo, Duque ha afianzado la posición de Colombia como socio global de la OTAN, como demuestra su visita de este lunes 14 de febrero a Bruselas, donde sostuvo un encuentro con el secretario general de la organización, Jens Stoltenberg.  

El presidente neogranadino cerró filas con la alianza atlántica en torno a Ucrania y resaltó el aumento de la cooperación del bloque militar en la formación de las fuerzas castrenses de su país.  

Tanto él como Stoltenberg refirieron en sus redes sociales que Venezuela fue uno de los temas que abordaron en su intercambio, si bien en la rueda de prensa conjunta, el vocero de la OTAN apenas manifestó su «preocupación» sobre la supuesta amenaza que representa el gobierno del presidente Nicolás Maduro para la estabilidad regional.  

El ineludible contexto bilateral

Pérez Pirela dedicó otro segmento del programa a abordar una parte del contexto que, a su juicio, es ineludible: el aspecto bilateral colombo-venezolano, en el que se viene registrando una invasión silenciosa y un claro proceso de exportación de la guerra hacia Venezuela. 

Aunque es cierto que Caracas ha logrado conjurar todas y cada una de las tentativas sediciosas respaldadas por Washington, aun aquellas de tinte armado, ha sido mucho menos efectiva en frenar el ingreso insidioso de grupos irregulares ligados con el narcotráfico procedentes de Colombia, un subproducto de la prolongada guerra que padece el país vecino.   

Con todo, las acciones de estas agrupaciones, calificadas por el gobierno del presidente Nicolás Maduro como Terroristas Armados Narcotraficantes Colombianos (Tancol), están siendo repelidas desde marzo de 2021 por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en el estado Apure, fronterizo con el departamento de Arauca.  

En las últimas semanas, fuerzas militares de Venezuela acometieron una ofensiva que ha mostrado el poder de fuego de estas organizaciones, cuya actividad es tolerada por Bogotá por omisión, pues la presencia militar del lado colombiano es prácticamente inexistente, a diferencia de lo que ocurrió hasta los años 90. Mediante acuerdos con el narcotráfico y el paramilitarismo, el Estado colombiano cedió el control de las zonas fronterizas a esos y otros grupos irregulares.  

El pasado 8 de febrero, Domingo Hernández Lárez, comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana informó de la desactivación de un arsenal de explosivos enterrados en árboles, caminos y debajo de puentes, con el propósito de aterrorizar a la población y construir una ruta para el narcotráfico.  

El oficial presentó en su cuenta twitter una serie de fotografías y videos demostrativos de las bombonas de gas transformadas en minas y los cartuchos de explosivos. 

Los militares venezolanos fueron sorprendidos por el hallazgo de 500 explosivos fabricados por la industria militar colombiana, más de 600 detonadores, así como de más de 900 bombonas de gas doméstico, también procedentes del otro lado de la frontera.  

El 11 de febrero, el ministro de la Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, informó que en el marco del despliegue contra los Tancol, desde principios de enero, la FANB ha neutralizado a 9 personas y ha capturado a 56 más en el estado Apure.   

Además, Padrino refirió que se han logrado controlar y desmantelar 16 campamentos improvisados –llamados cambuches–, empleados para preparar artefactos explosivos, mantener a personas secuestradas y procesar drogas.  La presión ha logrado, según el ministro, desalojar a varios de estos grupos irregulares. “Se pretendía instalar en nuestro territorio centros de procesamiento de cocaína al estilo de Colombia. No lo hemos permitido, hemos sido implacables, ha sido una operación exitosa por lo que me permito en nombre de nuestro presidente felicitar al Ceofanb por la excelente planificación y mejor ejecución del Escudo Bolivariano y la Operación Vuelvan Caras en el estado Apure, donde no hemos registrado ni siquiera una sola baja”, expresó Padrino López. 

Desde el sitio, la periodista Madelein García, corresponsal de teleSUR en Venezuela, realizó un recorrido acompañada de militares venezolanos y ofreció detalles sobre lo ya avanzado por el comandante estratégico operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, tras un mes de operaciones continuadas contra estos grupos irregulares de procedencia colombiana.  

De lo más preocupante encontrado en el despliegue, fue la colocación de artefactos explosivos bajo tierra, pues antes de esto Venezuela era un país libre de minas terrestres.  

Sin embargo, Leonardo Bello, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (ZODI) del estado Apure, aseguró a Madelein García que los militares venezolanos habían logrado limpiar completamente de explosivos la zona mediante la acción constante de la Unidades de Respuesta Rápida (URRA).  

En las operaciones, las autoridades comunicaron que ocho personas perdieron la vida al pisar accidentalmente las minas artesanales enterradas por grupos irregulares armados en la frontera entre el estado Apure y el departamento de Arauca.  

Asimismo, se conoció que las investigaciones han determinado que la insurgencia procedente del vecino país usa trochas y senderos cavados para conectar entre las dos naciones, que están separadas por el río Arauca.  

Desde Venezuela se denuncia que los irregulares pueden ingresar a Colombia sin mayores problemas, pues la presencia militar y policial en esos predios es prácticamente inexistente.  

Sin embargo, lejos de asumir su responsabilidad en la exportación de un conflicto armado de larga data hacia un país vecino, la semana pasada, el presidente Duque acusó nuevamente a las autoridades venezolanas de acoger en su territorio a grupos terroristas.  

Asimismo, aprovechó la ocasión para manifestar supuestas preocupaciones acerca del incremento de la cooperación militar entre Rusia y Venezuela, un tema sobre el que admitió haber conversado con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, del que no trascendieron detalles.  

Los dichos de Duque fueron respondidos por el canciller venezolano, Félix Plascencia, quien increpó al mandatario por su sumisión a Washington, por alojar bases militares extranjeras y por su extendido hábito de divulgar falsos positivos.  

Otra parte del contexto bilateral son los hechos del pasado 08 de febrero, cuando se anunció la caída en un enfrentamiento con las autoridades de Carlos Luis Revette, alias «el Koki», que en alianza con alias «el Conejo», intentaba retomar el proyecto de establecer una ruta segura para la droga colombiana a través del centro de Venezuela.  

Además de anunciar la desestructuración de este grupo delictivo, las autoridades de Venezuela denunciaron otra vez que, tal como sucedió en el caso de la desmantelada banda de la Cota 905 que operaba en el oeste de Caracas, esta otra organización delincuencial también tenía nexos con el narcotráfico y el paramilitarismo colombiano.  

Pese a todos estos movimientos, que evidentemente dan cuenta de una disposición de las autoridades venezolanas para luchar contra un problema que se originó más allá de las fronteras, el gobierno colombiano insiste en responsabilizar a Venezuela de lo ocurrido en el Arauca y de relacionar a su gobierno con el narcotráfico.  

En un video difundido este lunes a través de su cuenta en twitter, el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, aseguró que las fuerzas castrenses de su país están enfocadas en «proteger a la población civil, contener la frontera e ir a la ofensiva contra estos grupos criminales», pese a que lo mostrado en la ribera venezolana del Arauca contradice plenamente estos anuncios.  

Palabras y nombres clave

Mauricio Macri / Horacio Verbitsky / Juan Martín Paleo/ Nicolás Maduro / Juan Guaidó / Alberto Fernández / Donald Trump/ Mike Pompeo / John Bolton / Elliott Abrams/ Diosdado Cabello / Evo Morales / Slobodan Milošević / Iván Duque/ Diego Molano/ Carlos Luis Revette “el Koki” / Leopoldo López / Jens Stoltenberg / Vladimir Padrino López / Domingo Hernández Lárez / Leonardo Bello / Argentina / Venezuela / Colombia / Brasil/ Estados Unidos / Rusia /Ucrania/ Puma / Operación Gedeón. 

Fuentes citadas

LaIguana.TV / El Iguanazo de Iván Lira / Telsur / RT/ VTV / The New York Times / Cuentas Twitter de Vladimir Padrino, Domingo Hernández Lárez, Madelein García y Diego Molano. 

Cifras relevantes 

-7 sesiones de duración tuvo ejercicio Puma, que se ejecutó, con participación de importantes grupos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea de Argentina. 

-3 rutas de ingreso a Venezuela contemplaba el plan invasor: por Colombia, Brasil y el mar Caribe. 

-9 personas han muerto por acciones de grupos Tancol.  

-56 individuos han sido detenidos desde principios de enero en el estado Apure.   

-16 campamentos improvisados (cambuches), empleados para preparar artefactos explosivos, mantener a personas secuestradas y procesar drogas han sido desmantelados.   

-500 explosivos fabricados por la industria militar colombiana, más de 600 detonadores, así como de más de 900 bombonas de gas doméstico han sido incautados o inutilizados por la FANB. 

-5 toneladas mensuales de coca eran procesadas en los laboratorios que estaban operando en el lado venezolano y que fueron desmantelados por la FANB. 

-8 personas han muerto al pisar las minas artesanales implantadas por las Tancol en tierra venezolana. 

-5 individuos, incluyendo a alias “el Koki” fueron dados de baja en la Operación Guaicaipuro 2, en Las Tejerías. 

-13 delincuentes fueron detenidos en los mismos hechos. 

Reflexiones para la discusión

Al cierre del programa, Pérez Pirela reiteró que la difusión de datos sobre los planes que tuvo Macri para participar en una invasión militar contra Venezuela no sorprende, pese a lo delirante que resulta pensar en “un golpe de Estado macrista para poner a Guaidó en el poder”.  

“Queda en evidencia que existieron muchos planes para intervenir violentamente, pero al parecer, era más barato para Guaidó pagarle a una empresa tercerizada de mercenarios con experiencia en Irak, y por eso se decantó por esa salida, en mayo de 2020, aunque, en realidad ni siquiera les pagó”.  

La revelación del periodista Horacio Verbitsky prueba, según el moderador, que hemos vivido todo tipo de injerencia desde fuera de nuestras fronteras. “Es delirante. Es complicado pensar en un país que tenga en tan poco tiempo tantos sucesos: invasiones, golpes de Estado, intentos de magnicidio, propiciados por los vecinos. En cualquier otra región esto hubiera llevado tranquilamente a una guerra fratricida. Nos hemos salvado de eso afortunadamente a punta de paciencia, de mente fría, de no caer en tentaciones bélicas. Detrás de todo esto estaba Donald Trump y siguen estando los Estados Unidos y su intención manifiesta de hacer de Nuestra América un territorio de guerra para ellos pescar en río revuelto”.  

Calificó como grave que el militar que tuvo a su cargo el plan invasor siga activo en los más altos cargos de la república argentina. “Esto prende todas las alarmas, incluso sobre el talante del mismísimo gobierno de Fernández, un gobierno que se supone progresista, de izquierda, peronista”, observó. 

En torno al recuento de los principales intentos de invasión, recordó que en febrero de 2019 se pretendió establecer que la ayuda humanitaria había sido quemada por el Gobierno venezolano. “No solo intentaron invadirnos, sino que quemaron esos camiones y culparon a la FANB. Y si no es porque el New York Times lo desmintió, aún sería una especie de verdad universal sostenida por la prensa hegemónica contra la verdad del pueblo venezolano”. 

En este punto, destacó la actitud particularmente descarada de Luis Almagro, quien se sumó a la campaña de mentiras en torno al incidente y nunca se retractó.  

Sobre Duque, recalcó que “se va del poder como el presidente más nefasto que ha tenido Colombia y eso que ese país ha tenido muchos presidentes nefastos”.  

“Con él, cabe repetir lo que Hugo Chávez le dijo a su padrastro político, Álvaro Uribe: ‘No te faltó tiempo, te faltaron cojones’”. 

Comentó que Duque ahora quiere ser protagonista del conflicto entre Ucrania y Rusia. “Es patético. Hizo uno de los mayores ridículos de su vida al tratar de estar a un nivel en la geopolítica que no le corresponde –aseveró-. Duque no controla ni siquiera su propio territorio. Va a ciertas zonas que están en manos del paramilitarismo o la guerrilla y mientras está allí, los grupos irregulares hacen demostraciones de su poder, lo desafían. Él no manda ni en su casa y quiere apoyar a Ucrania en una guerra contra Rusia”. 

En torno a la injerencia silenciosa de Colombia en Venezuela, dijo que es un hecho que cada día se demuestra más. “Tenemos diez años denunciándola y ojalá hoy no sea ya demasiado tarde. Están en territorio venezolano, incluyendo Caracas y otras grandes ciudades y se han enseñoreado en la zona de Apure y en varios otros estados limítrofes donde, además, la radio y la televisión que predominan son las de Colombia. Tenemos una gran deuda con la frontera”. 

Sobre la disertación del ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano, en la que culpa a Venezuela de los problemas del departamento neogranadino de Arauca, expresó Pérez Pirela que los voceros colombianos “dicen las mentiras de forma mediáticamente correcta, utilizando los recursos más avanzados, es decir, que son unos mentirosos 2.0, de los que en Venezuela hay también algunos”. 

Concluyó diciendo que “es absolutamente falso que el conflicto colombiano se origine en Venezuela. Es al contrario. El flagelo del narcotráfico se origina en Colombia y Venezuela es la víctima. El gobierno de Iván Duque ha sido activo y voluntarioso al tratar de plagar a Venezuela con bandas de narcotraficantes y contagiar al país con su guerra”. 

Al cierre resaltó que con el trabajo presentado se pone en claro que LaIguana.TV es investigación, análisis, historia, filosofía, es decir, la noticia vista desde una perspectiva seria y de profundidad. 

Comentó que su cuenta personal en Instagram (@mperezpirela) arribó a 200 mil seguidores, una cifra considerable. Lo mismo ocurre con su cuenta en Twitter y las del portal en Youtube, Twitter y Facebook. Agradeció a todas y todos y recordó que ni en sus cuentas personales ni en las de LaIguana.TV se ha recurrido a bots o compra de cuentas ya existentes. “Veo gente por ahí haciendo el ridículo con esas tácticas, ufanándose de un número de visitas inflado con estos recursos ¡Qué ganas de gastar plata! En el 2.0 también hay que ser honestos. Nosotros nos quedamos con lo verdadero, que son ustedes”. 

(LaIguana.TV)