En Barranquilla están perplejos con la historia protagonizada por un bebé de tan solo ocho meses que se cayó desde el séptimo piso del edificio en el que vive con su familia y no sufrió mayores lesiones. El menor se apoyó contra la reja del balcón de la vivienda y esta cedió, lo que provocó la caída de él desde una altura superior a los 20 metros.

Lo más llamativo de todo es que el bebé no sufrió fracturas y cayó directamente en una superficie en la que hay pavimento y algo de arena. Es por eso que los médicos de la clínica Reina Catalina consideran que es un milagro que el niño se encuentre bien.

“No se correlaciona una caída desde un séptimo piso con el estado del niño. El niño está bien. Fue valorado por cirugía pediátrica, no encontraron nada. Neurocirugía, ortopedia infantil, tampoco”, explicó el director de la clínica en Noticias Caracol.

El pequeño permanece hospitalizado, pero de manera preventiva, pues los médicos quieren monitorear su evolución durante los próximos días para descartar que en su cuerpo se vaya a manifestar alguna consecuencia de la caída que sufrió. En la clínica, el bebé recibió regalos por parte de los policías que lo vieron minutos después del accidente.

Los papás del menor no caben de la dicha y están muy agradecidos porque la historia tuvo el mejor final posible. Entretanto, las miradas están centradas en la administración del edificio en el que vive la familia del pequeño, para que mejore la seguridad de las instalaciones.

(Pulzo)