De acuerdo con un estudio elaborado por la Universidad de Brown (Estados Unidos), la así llamada «guerra contra el terror» iniciada en 2001 por el gobierno del presidente George W. Bush ha dejado como saldo seis millones de personas muertas, cuyos decesos pueden atribuirse directa o indirectamente a las invasiones militares estadounidenses en Afganistán, Pakistán, Irak, Siria y Yemen.

Esta información la difundió el periodista Lee Camp en un video, que se viralizó a través de las redes sociales en ocasión de las condenas de Washington a la operación militar desplegada por Rusia en Ucrania.

«Según un reciente estudio de la Universidad de Brown extensamente fundamentado, algo así como 900.000 personas fueron asesinadas directamente por la intervención militar estadounidense en Afganistán, Pakistán, Irak, Siria y Yemen, y esto no incluye las muertes indirectas», sostuvo Lee en el corto.

Además, precisó que a esto habría que añadir todos los fallecimientos que causaron las infraestructuras colapsadas por causa de bombardeos, la ingesta de agua contaminada y el consumo de diversos agentes tóxicos como el poliestireno.

En este orden, el periodista puntualizó «que, de acuerdo con el punto de referencia fijado por la Declaración de Viena sobre la Violencia Armada y el Desarrollo, suscrito por 113 gobiernos, en la mayor parte de los conflictos desde el inicio de la década de 1990 para los cuales hay datos confiables disponibles, la cantidad de muertes indirectas fue entre tres y 15 veces mayor al número de muertes directas».

Sobre esa base refirió que según cálculos conservadores de muertes indirectas que incluyen diversas causas, 560.000 personas han muerto en Yemen, 1,5 millones en Irak, 335.000 en Pakistán, 2,5 millones en Siria, 880.00 en Afganistán y 136.000 en Libia, lo que sumado a las 900.000 que perdieron la vida directamente en acciones del ejército estadounidense, arroja la espeluznante cifra de seis millones de muertos en las guerras de la Casa Blanca desde 2001.

(LaIguana.TV)