No es cuestión de educación, ni de razas. Es algo que se ve en todo el mundo, a los gatos les encanta meterse en cajas o en cualquier otro espacio estrecho que puedan encontrar. Pero, ¿cuál es la explicación científica a este comportamiento?

Gabriella Smith, estudiante de doctorado de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena, ha explicado que es un comportamiento que proviene de un simple deseo animal de los felinos.

«Lo que sabemos es que es una forma de comodidad. Esto tiene sentido desde un punto de vista evolutivo. La presión lateral es reconfortante«, dijo Smith a LiveScience.

Según ella, esta sensación de confort es especialmente crucial en situaciones de estrés como cuando un gato de la calle es llevado a un hogar por primera vez. Un estudio llevado a cabo por científicos holandeses en 2019 coincide con la explicación de Gabriella Smith, ya que en él se demuestra que la capacidad de esconderse tiene un rol importante para reducir los niveles de estrés de los gatos que acababan de llegar a un refugio de animales.

En 2021, Gabriella Smith encabezó un experimento público donde pidió a la ciudadanía que tiene gatos contribuir en la exploración del comportamiento de los felinos. El experimento consistía en comprobar si los gatos se sentaban dentro de un contorno de Kanizsa, un rectángulo creado por esquinas bidimensionales que se pegan en el suelo y dan lugar a una ilusión óptica formando una caja falsa.

El experimento en 2D es una mirada a la cognición visual y a la percepción de los bordes para observar si a los gatos les gustan tanto las cajas que incluso se sientan en las que son falsas. De acuerdo con el estudio publicado en Applied Animal Behaviour Science, más de 500 gatos domésticos participaron del experimento y 30 de ellos completaron todas las pruebas. De estos, nueve gatos seleccionaron al menos un estímulo sentándose dentro de los contornos (ilusorios o no) con todas las extremidades durante al menos tres segundos. Esto indica que los gatos domésticos pueden tratar los contornos subjetivos de Kanizsa como lo hacen con los contornos reales.

«Desde un punto de vista evolutivo, tiene sentido que no quieran chocar con las cosas, que no quieran caerse por un precipicio o que quieran entender cuándo dos cosas tienen intensidades de color diferentes», explicó Smith.

Otra posible explicación, que no se ha probado científicamente, es que a los gatos les gustan las cajas porque son depredadores de emboscada. Al fin y al cabo, como puede atestiguar cualquier propietario de un gato, a los felinos domésticos les encanta utilizar cajas, esquinas y casi cualquier superficie elevada para ocultarse antes de abalanzarse sobre un juguete —o un humano— desprevenido.

«Mi gato lo hace si estamos jugando: se esconde detrás de algo para poder abalanzarse. Todo eso tiene sentido cuando pensamos en recintos 3D, pero se sabe aún menos por qué se traduce en algo 2D en el suelo», indicó.

Gabriella Smith ha concluido que los felinos domésticos no son los únicos que adoran las cajas, ya que según las observaciones de los zoológicos los grandes felinos como: pumas, leones y tigres también disfrutan sentándose y jugando con cajas de todos los tamaños.

(Sputniknews)