La explosión de una olla de presión provocó lesiones en la cara y ambos ojos del boxeador de origen cubano Guillermo Rigondeaux, quien de momento solo posee un veinte por ciento de su visión.

El Chacal se encontraba cocinando en su casa de Miami al producirse el desafortunado suceso la noche del jueves.

«Cuando la olla explotó y vimos cómo había quedado Rigondeaux, pensamos lo peor, porque la cara y los ojos lucían muy mal producto del impacto de la explosión. Pero esperamos que se recupere», dijo su manager Alex Bornote en declaraciones recogidas por El Nuevo Herald, que han sido reproidas en numerosas publicaciones estadounidenses.

El accidente obligó a hospitalizarlo de urgencia y mantenerlo bajo cuidados médicos hasta este viernes, cuando fue dado de alta.

De acuerdo con el periódico miamense, ahora se le practicarán varias pruebas para dictaminar la profundidad de la lesión, aunque se cree que solo fue afectada la retina: de ser así, el tejido se regenerará por sí solo y el santiaguero recuperará totalmente la visión.

En cambio, si el daño va más allá será necesaria una operación de pronóstico reservado.

A la espera de que se conozcan los resultado de dichas pruebas, está por ver si este accidente se convierte en catalizador para el retiro del bicampeón olímpico y tres veces campeón profesional, que hace apenas unos días archivó la tercera derrota de su carrera ante el filipino Vincent Astrolabio.

(Cibercuba)