Las medidas coercitivas unilaterales que buscan hacer daño a Rusia han comenzado velozmente a revertirse contra los pueblos de los países de la Unión Europea y Estados Unidos, a los que ahora, con gran sarcasmo, se les pide sacrificios. 

Esta es una de las muchas consecuencias que está teniendo el conflicto entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia, que se escenifica en Ucrania y que siguió siendo el tema del filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea. 

“Continúa la operación militar de los rusos en territorio ucraniano. Fuerzas rusas avanzan hacia Kiev. Se espera que en las próximas horas debe producirse el ataque contra la capital. El Ejército y el pueblo de Ucrania se organizan para defender la ciudad. Continúan las sanciones cada vez más fuertes contra el pueblo de Rusia, pero hay un efecto bumerán que afecta a los países de la OTAN, incluyendo Estados Unidos. El precio del petróleo y el gas siguen disparados. Los estadounidenses y europeos están empezando a sentir en carne propia los efectos de las sanciones”, señaló el moderador en la introducción editorial del día.  

Añadió que en un mensaje sarcástico, el representante internacional de la Unión Europea, Josep Borrell, mandó a los ciudadanos europeos, simplemente, a consumir menos gas. “Si bien es cierto que ya viene la primavera, quienes dicen que ahora se va a necesitar menos gas no saben nada de la logística energética europea porque en estos meses es cuando los países de esa región aprovechan para abastecerse, de modo de tener garantizado el suministro en el próximo otoño e invierno –comentó-. Ya se han levantado varias voces desde Europa diciendo que ‘no se vistan, que no van’ respecto al boicot que propone EE.UU. porque Europa no puede deshacerse fácilmente de la energía rusa y por eso es muy complicado que puedan sumarse al embargo estadounidense”.  

En medio de este clima, EE.UU se permite la osadía de amenazar a empresas chinas para que activen las sanciones contra Rusia. “Ellos ya han advertido que no lo harán. Entra otro gigante en este conflicto porque China sabe que lo que se le está haciendo a Rusia con Ucrania es igual a lo que se le hace a China con Taiwán”, subrayó. 

Cerró esta parte inicial del programa mostrando el Iguanazo de Iván Lira que tiene como título “Mundo amenazado”. En la pieza de opinión gráfica se observa un globo terráqueo apuntado por múltiples armas desde todos los ángulos. “Es una expresión del peligro incluso nuclear al que nos enfrentamos en el planeta”, interpretó Pérez Pirela. 

Los hechos más recientes

Se inició el análisis con la noticia del día martes, según la cual EE.UU. prohibió las importaciones de petróleo y gas de Rusia. 

Este martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la prohibición de las importaciones de petróleo y gas rusos en respuesta a la operación de Rusia en Ucrania. Una decisión que de momento solo ha sido respaldada por Reino Unido. 

Según Biden, «es una decisión que cuenta con el apoyo de ambos partidos en el Congreso y, creo, de todo el país porque no contribuiremos a financiar la guerra de Putin», aunque advirtió que la decisión entrañará costos para Washington, pero le echó toda la culpa a Vladimir Putin.   

Esto se suma a un inédito paquete de medidas coercitivas unilaterales impuesto por occidente a Rusia, que ya deja ver importantes efectos sobre los costos de las materias primas y la energía, particularmente en Europa.  

Como advirtieran expertos y han reconocido algunos gobernantes, incluyéndolo, esta ola de sanciones con las que se pretende castigar a Moscú, es un filo peligroso que podría arrastrar consigo a prácticamente todas las economías del norte global, con excepción de China. 

El presidente chino, Xi Jinping, advirtió el martes que las medidas coercitivas unilaterales impuestas por los países occidentales a Rusia «tendrán un impacto en la estabilidad de las cadenas financieras, energéticas, de transporte y de suministro mundiales» y «arrastrarán hacia abajo a la economía mundial». 

Para más, en Estados Unidos hay nerviosismo porque se especula que Beijing podría anunciar que abandona el patrón dólar y que fortalecerá su propio sistema de pagos internacional, en un intento por protegerse ante eventuales sanciones occidentales.  

En Europa, la fuga de capitales es una realidad. De acuerdo con estimaciones de Bank of America, en las últimas semanas los inversionistas han retirado unos 6.700 millones de dólares.  

“Hay incertidumbre financiera: EE.UU. teme que China renuncie al dólar ante sanciones contra Rusia”, reza un titular de LaIguana.TV. 

Aún sin haberse decretado restricciones para las exportaciones de minerales y materias primas de factura rusa, reinaba la incertidumbre en las cadenas logísticas, pues numerosas empresas de transporte se negaron a trasladar mercancías del país eslavo, al tiempo que los precios no paran de subir. 

En las últimas jornadas, el petróleo, el gas, el aluminio, el níquel, el cobre, el paladio y el trigo han registrado sus máximos históricos en varios años en todas las bolsas europeas.  

El panorama es tan poco auspicioso que hasta el Fondo Monetario Internacional se pronunció sobre el impacto sobre la economía mundial de la crisis en Ucrania y las medidas coercitivas unilaterales a Rusia.  

«Aunque la situación resulta muy inestable y el pronóstico es extremadamente difícil, las consecuencias económicas ya son muy graves (…). Aumentaron los precios de la energía y las materias primas, incluido el trigo y otros cereales, crecerá la presión inflacionaria de las brechas en las cadenas de suministro y de recuperación después de la pandemia del covid 19», advirtió el organismo en un comunicado.  

Este martes, la gasolina estadounidense superó los cuatro dólares por galón en todo el territorio, cifra no vista desde 2008.  

Entretanto, los precios del petróleo se dispararon a niveles no vistos desde 2012.  

El pasado 7 de marzo , el crudo Brent del mar del Norte, marcador de precios internacionales del petróleo, sobrepasó los 130 dólares por barril, una cifra que se aproxima peligrosamente al máximo histórico de 2008, cuando computó 143 dólares por barril.  

Expertos proyectan que si continúa el boicot contra el petróleo ruso, la situación podría empeorar todavía más, pues el crudo podría superar incluso los 200 dólares por barril, con los consiguientes efectos sobre los costos de producción y el mercado de la energía en general.  

Especialistas como Daniel Yegrin, vicepresidente de IHS Markit e historiador del mercado energético, vaticinan que si continúa el boicot contra el petróleo ruso, los precios podrían dispararse todavía más y podría generarse una crisis energética similar a la que se vivió en la década de 1970. 

El pasado 3 de marzo en una entrevista con la cadena CNBC, Yegrin dijo que «la idea no era sancionar el petróleo y el gas por su naturaleza esencial, pero incluso antes de que lleguen las sanciones oficiales, el petróleo está siendo sancionado por las empresas privadas que no quieren recogerlo o por los puertos que no quieren recibirlo y cuanto más tiempo pase, más cadenas de suministro van a dificultar el transporte del petróleo ruso». 

En el momento de expresar sus opiniones, el petróleo ruso no había sido sancionado por Estados Unidos u otros países, pero ya alertaba que Rusia exporta diariamente unos 7,5 millones de barriles de crudo y sus derivados, por lo que un repudio como el actual afecta significativamente el mercado energético. 

«Esto va a ser una interrupción realmente grande en términos de logística, y la gente se peleará por los barriles», sostuvo. En su criterio, «esta es una crisis de suministro, es una crisis logística, es una crisis de pagos, y bien podría estar en la escala de la década de 1970». 

Bruno Le Marie, ministro de economía de Francia, concuerda con este parecer. «No es exagerado decir que esta crisis energética, este ‘shock’ energético de 2022, es comparable en intensidad, en brutalidad, al ‘shock’ petrolero de 1973», dijo este martes.    

La cadena estadounidense CNBC refiere que acuerdo con proyecciones de JP Morgan, «el 66% del petróleo ruso está luchando por encontrar compradores, y que los precios del crudo podrían llegar a 185 dólares a finales de año, si el petróleo ruso sigue afectado». 

El escenario presentado por Bank of America a The Economist es todavía más sombrío: si se interrumpiera la mayor parte de las exportaciones petroleras de Rusia, el déficit podría superar los cinco millones de barriles diarios, lo que significa que los precios podrían trepar incluso hasta los 200 dólares por barril. 

Más concretamente, esta entidad financiera estima que «por cada millón de barriles que se pierden en el mercado, el precio del Brent podría subir 20 dólares por barril», puntualiza CNBC. 

Desde Moscú, el viceprimer ministro Alexánder Nóvak advirtió este lunes que este rechazo al crudo ruso «tendrá consecuencias catastróficas para el mercado mundial» y aventuró que «un aumento en los precios será impredecible: más de 300 dólares por barril, si no más».  

Ya los ciudadanos europeos comienzan a padecer las consecuencias de las sanciones impuestas sobre la economía rusa, pues el precio de la electricidad –que es fijado a partir de la cotización de los combustibles fósiles– se ha incrementado espectacularmente en los últimos días. 

Entretanto, aunque en Bruselas barajan aplicar sanciones directas sobre los hidrocarburos rusos, la alta dependencia del gas procedente de Rusia en naciones como Alemania, Italia o República Checa o Letonia, supone un verdadero dolor de cabeza. 

Por su parte, la Comisión Europea avanzó que diseña un plan para disminuir su dependencia energética de Rusia durante este año, pero en cualquier caso no se trata de acciones que tendrán efecto inmediato.  

A pesar del anuncio de Biden y de las presiones estadounidenses sobre Europa para cercar todavía más a Rusia, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, sostuvo este martes que si su país prohibía las importaciones de gas ruso, «en un par de días» no tendrían como transportarse.  

Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China repudió este miércoles «la imposición de sanciones unilaterales sin base en el Derecho Internacional» y destacó que Beijing y Moscú «tienen buena cooperación energética».  

De acuerdo con un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, el gobierno chino aseveró que «el comercio continuará normalmente» entre los dos países, «incluyendo petróleo y gas, en el espíritu del respeto mutuo, la igualdad y el beneficio común».  

En la jornada anterior, Estados Unidos amenazó a China con sancionar a las empresas que comercien con Rusia, en virtud de la negativa del país asiático a tomar partido por Ucrania y alejarse de la posición neutral que ha mantenido desde el principio. 

Gina Raimondo, secretaria de Comercio de Estados Unidos aseguró el martes que las compañías chinas que intentaran sortear las restricciones impuestas por su país a Rusia, se enfrentarían con acciones «devastadoras».  

 «A los chinos les gusta decir que son neutrales en este conflicto», y por ello el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente francés, Emmanuel Macron, «hablaron con Xi Jinping hoy mismo para persuadirlos de que la neutralidad no es una opción aquí», sostuvo la funcionaria. 

Reunión diplomática en Venezuela

En la Casa Blanca también han comenzado a mover fichas para paliar la prácticamente inevitable crisis del mercado energético, al punto de entablar conversaciones con países petroleros previamente sancionados, incluyendo Venezuela.  

Este lunes 7 de marzo el presidente de la República, Nicolás Maduro, confirmó que el pasado sábado 5 arribó al país en horas de la noche una delegación procedente de Estados Unidos, que fue recibida en el palacio de Miraflores, en Caracas. 

«Tuvimos una reunión respetuosa, cordial, muy diplomática entre la delegación del gobierno de Estados Unidos y la delegación del gobierno venezolano que presido», refirió el mandatario. 

Aunque no compartió mayores detalles, Maduro apuntó que habían intercambiado sobre «temas de interés de Venezuela y el mundo» y confirmó que las conversaciones continuarán.  

Asimismo, desmintió las versiones mediáticas que circularon sobre la naturaleza y el contenido del encuentro impulsadas por agencias como Reuters y The Associated Press.  

De otro lado, la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki,  admitió encuentros con Venezuela, Irán y Arabia Saudita para hablar de la «seguridad energética» mundial.  

Psaki aseguró que representantes de su gobierno habían sostenido «reuniones separadas» en Caracas, Riad y Teherán sobre temas de «seguridad energética» y suministro de petróleo.  

«Por el momento, el presidente no ha tomado ninguna decisión sobre la prohibición de las importaciones de petróleo de Rusia. Estas discusiones están en curso internamente, así como con nuestros colegas y socios en Europa y en todo el mundo”, indicó, si bien este martes, Biden anunció las temidas restricciones a las importaciones de hidrocarburos rusos.  

La vocera indicó que Estados Unidos intenta al mismo tiempo «castigar a Putin» y tomar «todas las medidas necesarias para limitar el impacto en los precios de la gasolina».  

La visita de delegados de Washington a Caracas causó reacciones negativas de algunos países aliados de la Casa Blanca como Colombia y Canadá.  

Francisco «Pacho» Santos, exembajador de Colombia en Estados Unidos manifestó su descontento por el encuentro de los agentes estadounidenses con el gobierno de Venezuela y dijo que además estaba «no solo decepcionado» y «no solo triste».  

«Esto tiene que llevar a replantear muchas cosas, porque Estados Unidos finalmente lo que nos mostró es que es capaz de dejar a Colombia colgado en la brocha en cualquier momento por cualquier interés», sostuvo en una entrevista. 

Santos fue tan lejos como para asegurar que su país valía «cero» frente al presidente estadounidense, Joe Biden, el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan y el secretario de Estado, Antony Blinken, a pesar de que era «un aliado fundamental».   

Por su parte, el mandatario neogranadino, Iván Duque, se sumó al rechazo del diplomático y en una entrevista con Reuters expresó que la Casa Blanca «tendría que reflexionar» sobre ese tema.  

«Estados Unidos ha tenido una posición sobre esto [que] hemos compartido, que es llamar a las cosas por su nombre. Y ese gobierno es una dictadura», reiteró.  

Pero Colombia no fue el único país que rechazó este acercamiento entre el gobierno venezolano y la administración Biden, pues Sonya Savage, ministra de Energía de la región de Alberta en Canadá dijo a Reuters: «Nosotros somos la solución, no Venezuela y otros países», en referencia a la inminente crisis energética.  

Savage argumentó que «Alberta es hogar de la tercera reserva de petróleo más grande. Alberta es la respuesta a la seguridad energética de Estados Unidos, con reducciones de emisiones reales, confiables… y justo al lado de Estados Unidos».  

Internamente hubo críticas para Biden. Este martes 8 de marzo, el senador republicano Marco Rubio nuevamente cuestionó al gobierno de Joe Biden tras el contacto que sostuvo una delegación estadounidense de alto nivel con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, e integrantes de su equipo ministerial. 

«Estados Unidos no necesita una sola gota de petróleo de Maduro, podemos producir más que suficiente aquí, si Biden lo permitiera», manifestó  en su cuenta de Twitter. 

Rubio también acusó al inquilino de la Casa Blanca de «estar rodeado de izquierdistas» que vieron en la crisis energética la oportunidad para retomar contactos con Caracas y «traicionar» a la oposición extremista.  

Crisis humanitaria a gran escala

Como cabía esperar, la guerra en ucrania ha exacerbado la crisis humanitaria, que en pocos días pasó de estar concentrada en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk en los últimos ocho años, a extenderse por buena parte del territorio ucraniano.  

Según cifras de las Naciones Unidas, desde el inicio de la operación militar especial de Rusia y hasta el pasado 5 de marzo habían abandonado ucrania unos 1,5 millones de personas, lo que representa «la crisis de refugiados de más rápido crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial».  

De estos, el 57 % (885.303 personas) se refugió en la vecina Polonia, al tiempo que Hungría acogió a 169.053. Eslovaquia recibió a 113.967 desplazados, Moldavia a 84.067, Rumania a 71.640, Rusia 53.300 y Bielorrusia 406, mientras que el resto se desplazó hacia otros países europeos.  

Estos datos anteceden a la habilitación de corredores humanitarios para el desalojo de grandes ciudades anunciada por Rusia desde el pasado fin de semana y excluyen a los cientos de miles de personas que se desplazaron desde el Donbás hacia Rusia antes del inicio formal de las hostilidades.  

En un primer balance, las autoridades rusas aseveraron que Kiev solamente autorizó una de las ocho rutas de evacuación presentadas por Moscú, a pesar de que unos 2,5 millones de personas solicitaron su evacuación hacia ese país.  

De acuerdo con la versión del Kremlin, el gobierno del presidente Volodímir Zelenski ordenó a los alcaldes que impidieran la salida de civiles hacia Rusia, una instrucción que estarían llevando a cabo en el terreno grupos nacionalistas armados, según aseguran afectados. 

Por su parte, Kiev tachó como «inaceptables» las rutas definidas por Rusia para evacuar a la población civil a través de corredores humanitarios.  

«Nuestra gente no irá de Ivankov, Dymer, Vyshgorod [en la región de Kiev], de cerca de Kiev a Bielorrusia, para que luego volar a Rusia en aviones», declaró este lunes la viceprimera ministra, Irina Vereshuk. «Esta es una opción inaceptable para la apertura de corredores humanitarios», aseveró.   

Xenofobia desatada en varios niveles

A pesar de los grandilocuentes discursos europeos y estadounidenses de respaldo a la población ucraniana desplazada por causa de la guerra y que contrastan con su inflexible postura con la migración procedente de países del sur global, en el terreno, el racismo y la xenofobia hacia personas no blancas se hicieron presentes desde el primer día.  

Incluso autoridades como el primer ministro de Bulgaria, Karin Petkov, se sumó a las voces de la xenofobia racializada, al indicar que los ucranianos no eran como otros refugiados a los que estaban «acostumbrados», sino europeos. Los africanos, indios y árabes han protestado esta discriminación.  

Los medios de comunicación occidentales también han hecho lo propio en la difusión de noticias desde ciudades ucranianas o desde las fronteras de ucrania con países europeos. Una revisión de varios reportajes audiovisuales y notas publicados por medios europeos muestran la impronta de la xenofobia. 

Algunos periodistas han exaltado las características físicas y socioeconómicas de los ciudadanos ucranianos frente a las de los desplazados de otros países atacados por la OTAN como Irak, Siria o Afganistán que intentan ingresar a la Unión Europea.  

La otra faz de la xenofobia la han vivido los rusos, pues desde occidente se han impulsado campañas propagandísticas ya no de rechazo al gobierno del presidente Vladimir Putin y a su decisión de incursionar militarmente en Ucrania, sino a todo lo ruso en general, incluyendo a la ciudadanía de a pie.  

En los últimos días, los ataques rusofóbicos se han intensificado y se han concretado un conjunto de restricciones y vetos hacia lo ruso, que abarcan incluso al deporte, las artes o la culinaria, pero que en su peor expresión se ha traducido en exclusiones y rechazo hacia los rusos que residen en el extranjero.  

Aún a pesar de este complejo panorama, las partes continúan en conversaciones para poner fin al conflicto. Este lunes, las delegaciones de Kiev y Moscú se vieron las caras por tercera vez en la frontera entre Polonia y Bielorrusia.  

Aunque no se arribó a ningún acuerdo, se confirmó que habrá una cuarta reunión, cuya fecha y lugar aún no han sido precisados.  

Balance y reflexiones para el debate

A lo largo del programa, Pérez Pirela subrayó que sigue sin entender qué está ganando Europa con todo esto, pues el efecto bumerán es evidente: los ciudadanos de Europa y EE.UU. están pagando ya las consecuencias de la política de medidas coercitivas unilaterales. 

Se mostró de acuerdo con una frase del usuario Diógenes, quien dijo que “las sanciones son un misil nuclear al dólar”, que más pronto que tarde será desplazado como moneda de reserva mundial.  

“EEUU cree que puede permitirse amenazar a China, aunque los chinos tienen comprada parte sustancial de su deuda El chiste se cuenta solo. Tienen desvirtuados sueños eróticos pensando que China, su enemigo jurado, va a apoyar a EE.UU. y no a Rusia”, aseveró el presentador. 

Respecto al contacto con Venezuela, aseguró que EE.UU. intenta hacer control de daños. “No es lo mismo sancionar a países como Cuba o Venezuela que sancionar a un gigante energético, económico, alimentario y financiero como Rusia. En este control de daños entra el contacto con Maduro, que fue una grandísima cachetada que le dio EE.UU. al gobierno paralelo de comiquita”, enfatizó. 

Con relación a las declaraciones de Francisco Santos, Pérez Pirela opinó que el exdiplomático colombiano “descubrió el agua tibia al entender que EE.UU. deja colgado de la brocha a cualquiera en función de sus intereses. Quien no sepa esto o es un ingenuo, un tonto útil o ambas dos”. 

Añadió que EE.UU. está dispuesto a dejar a Duque hablando solo luego de que comprometió la economía colombiana al romper lazos comerciales con Venezuela. 

Alertó sobre el punto de la ola de desplazamientos forzados que está provocando el conflicto en Ucrania. “El mundo se encuentra cerca de una crisis humanitaria a gran escala”, aseguró. 

Deploró la posición del partido ultraderechista español VOX que califica a los migrantes ucranianos como verdaderos refugiados de guerra, y no invasores islámicos que intentan desestabilizar las democracias europeas. “No dicen que esos migrantes que vienen de África son personas que huyen de guerras propiciadas por la OTAN, que han destruido sus países”, dijo. 

A su juicio, la xenofobia y las posturas de la derecha europea son muestras del neofascismo 2.0 que comienza a reinar en el Viejo Continente y que genera una gran tristeza. “Esos son los Estados Unidos y la Europa bien pensante, que quiere dar clases de democracia, de inteligencia. Están dando una prueba de que todo racismo y toda xenofobia es una estupidez”, puntualizó. 

Nombres y palabras clave

Estados Unidos, Rusia, Ucrania, China, Venezuela, Irán, Arabia Saudita, Canadá, Colombia, Polonia, Bielorrusia, Bulgaria, petróleo, Brent, WTI, rusiofobia, IHS Markit, Bank of America , JP Morgan, Joe Biden, Vladimir Putin, Volodimir Zelenski, Irina Vereshuk, Emmanuel Macron, Daniel Yegrin, Alexánder Nóvak, Annalena Baerbock, Olaf Scholz, Nicolás Maduro, Francisco “Pacho” Santos, Iván Duque, Jen Psaki, Jake Sullivan, Antony Blinken, Sonya Savage, Bruno Le Marie, Gina Raimondo, , Karin Petkov, Marco Rubio. 

Cifras destacadas 

 -7,5 millones de barriles de crudo y sus derivados exporta Rusia diariamente.

-700.000 barriles diarios eran las importaciones de petróleo ruso por Estados Unidos.

-4.500.000 barriles diarios son las importaciones de petróleo ruso por la Unión Europea. 

+130 dólares por barril alcanzó el precio de los crudos marcadores Brent y WTA en los últimos días.

-6.700 millones de dólares han retirado en las últimas semanas los inversionistas, según estimaciones de Bank of America.  

-4 dólares por galón es el precio de la gasolina en EE.UU.lo que implica un incremento de 40 centavos en 7 días.

+ 300 euros por megavatio/hora (60% de aumento en tres días) es el precio del gas natural en Europa. 

-700 euros por megavatio/hora (contra 60 euros en 2021) es el precio de la electricidad en España.

-65% es la dependencia de Alemania del gas ruso mientras en Italia supera 40% y en Letonia es de 100%.

-5 millones de personas solicitaron evacuación de Ucrania. 

-1,5 millones de personas, según cifras de las Naciones Unidas, habían abandonado Ucrania desde el inicio de la operación militar especial de Rusia y hasta el pasado 5 de marzo. 

-57 % (885.303 personas) se refugió en la vecina Polonia.

-169.053 ingresaron a Hungría. 

-113.967 pasaron a Eslovaquia.

-84.067 entraron a Moldavia.

-71.640 se dirigieron a Rumania. 

-53.300 se desplazaron a Rusia. 

-405 entraron a Bielorrusia. 

Fuentes citadas

LaIguana.TV/ El Iguanazo de Iván Lira / RT/ Telesur/ Reuters, AP, The Economist / CNBC / Nexo Latino. 

Jueves de filosofía

Pérez Pirela anunció que el programa del 10 de marzo, en la sección Jueves de filosofía, se realizará con la participación del destacado intelectual argentino Atilio Borón, para abordar el mismo tema del actual conflicto global desde una perspectiva histórica. 

Recordó que LaIguana.TV, a través de su canal Youtube, está transmitiendo 24 horas al día 7 días a la semana. 

(LaIguana.TV)