Miles de personas alrededor del mundo cuando viajan en vehículos sufren malestares como mareos, aturdimiento, náuseas y hasta vómitos. La explicación sobre por qué esto ocurre solo a algunas personas y no a todas podría estar en algunas teorías relacionadas con el conflicto sensorial.

La teoría del conflicto sensorial indica que los malestares se pueden sentir debido a que nuestro sistema de equilibrio sensorial no depende de un solo órgano, sino que combina lo que uno ve y siente con la información del órgano de equilibrio en los oídos internos. Esto ayuda a determinar exactamente dónde estamos, es decir, si la información que perciben los ojos, oídos internos y sentidos del tacto o la presión no coinciden, el organismo puede sentirse desequilibrado e inestable, lo que provoca estos malestares.

Esta es la teoría con la explicación más sólida hasta el momento, pero existen otras teorías alternativas como una que indica que la clave está en controlar la postura ya que un desajuste en ella solo podría empeorar la información sensorial y, en consecuencia, los malestares mientras uno viaja en avión, vehículos o trenes. Si bien esto tiene sentido, no hay mucha evidencia que respalde esta teoría.

El mareo por movimiento afecta a las personas de forma diferente, incluso los síntomas pueden ser distintos en diferentes tipos de vehículos. Según recoge The Conversation, la edad y el sexo también pueden influir en la probabilidad de sentir estos trastornos que tendrían más como punto máximo los nueve y diez años de edad y que son más comunes en las mujeres.

De esta manera, cualquier factor que aumente el desajuste entre cada uno de los sentidos que se relacionan con el sistema de equilibrio aumentará el riesgo de sufrir malestares en los viajes y el movimiento es uno de los que causa más impacto. Por ejemplo, viajar en un bote pequeño durante una tormenta por más de ocho horas tendrá síntomas más graves, mientras que un viaje en un tren durante una hora tendrá un efecto mínimo incluso si la vía no es perfectamente lisa.

Existen casos en que las personas que viajan en automóviles sienten estos malestares cuando se transportan en calidad de pasajeros, mientras que cuando lo hacen como conductores no los tienen. Esto se debe a que pueden anticipar el movimiento del vehículo y mover sus cuerpos de acuerdo al coche en curvas pronunciadas, mientras que un pasajero no lo puede predecir.

Estos malestares no se limitan a los medios de transporte, ya que también pueden ser experimentados de manera cibernética, cuando se juega un videojuego o se ven películas en 3D en el cine porque visualmente se asume un desajuste en el sistema de equilibrio.

Para reducir estos malestares, se suele aconsejar no comer mucho antes de viajar, ventilar el vehículo y hacer paradas regulares si es posible, leer o emplear un medicamento contra el mareo por movimiento.

(Sputnik)