Este viernes, el recién investido presidente chileno, Gabriel Boric, rompió el protocolo para homenajear la memoria del presidente Salvador Allende, derrocado en 1973 a través de un cruento golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet.

Boric recibía honores como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de su país en la Plaza de la Constitución, ubicada en las afueras del palacio de gobierno, cuando decidió caminar hacia la estatua de Allende, frente a la cual se detuvo un instante e inclinó brevemente la cabeza en señal de respeto.

El mandatario, de 36 años, recibió el mando para el período constitucional 2022-2026, de manos de Sebastián Piñera.

Su desafío más inmediato será poner en marcha la nueva Constitución –que ahora redacta la Convención Constitucional y que debería votarse en un plebiscito a mediados de año–, con la que se pretende enterrar definitivamente las estructuras gubernamentales heredadas de la dictadura y transformar sustantivamente el país.

Sin embargo, la conformación del Congreso, en el que no cuenta con mayoría, indica que tendrá que establecer alianzas y ceder en muchos aspectos, lo que podrían retrasarse los cambios que anhela la sociedad chilena y que en buena medida explican su ascenso a La Moneda.

(LaIguana.TV)