El neoliberalismo está muerto y Estados Unidos es un hegemón moribundo, pero van a morir matando y eso carga al mundo de incertidumbres y peligros, opinó el politólogo español Juan Carlos Monedero en conversación con el filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea. 

Monedero analizó el cuadro geopolítico planteado con la guerra en Ucrania y arribó a la conclusión de que serán muchos los perdedores de este conflicto, entre ellos EE.UU., Europa, Ucrania y la misma Rusia, mientras es muy posible que emerja China como la gran ganadora. 

A continuación, una versión de este diálogo: 

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Seguimos este ciclo de entrevistas con grandes pensadores internacionales a propósito de la guerra entre la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Rusia, que tiene como escenario a Ucrania. Hoy tenemos un invitado de luz, de lujo, mi querido hermano y amigo Juan Carlos Monedero, doctor en Ciencias Políticas, cofundador del partido Podemos, que actualmente hace parte del gobierno de España, un catedrático que conoce muy bien la historia europea. En estos momentos, ese conocimiento nos puede dar luces para otros puntos de vista en medio de una especie de hegemonía de opiniones. 

JCM: Pues, acá estamos, en una situación que no esperábamos, intentando ponerle inteligencia a un cuadro que se caracteriza por todo lo contrario, por la falta de inteligencia. 

MAPP: Para comenzar esta discusión, digo que esta guerra, una vez más, parece interesar a Estados Unidos y golpear a Europa, cual reminiscencia de las guerras mundiales. EE.UU. propician y empujan guerras, pero bien lejos de su territorio, con un océano de por medio. 

JCM: Llevo mucho tiempo viendo que EE.UU. iba a guerrear con China, pero estaba convencido de que el espacio de confrontación iba a ser América Latina porque era el territorio donde se estaban disputando espacios tanto con China como con Rusia. Con los acuerdos de Yalta y Postdam, en 1944 y 45 se había prácticamente prohibido que entraran allí fuerzas que no fueran las norteamericanas, pero en los últimos años se había roto esa prohibición por las relaciones de los dos países con Cuba, Venezuela y otras naciones. Entonces, yo pensaba que la guerra iba a ser allá, pero ha sido acá, en Europa, otra vez. Tiene mucho que ver con la arrogancia de EE.UU. y el seguidismo de Europa cuando se termina la Guerra Fría, con la caída del Muro de Berlín, con aquella representación simbólica de Ronald Reagan y Helmut Kohl, delante del muro, como para decir “¡os hemos ganado, cabrones!”. Se expresó la necesidad de humillar al derrotado. Si hubiese terminado allí, simbólicamente, se habría comprendido, pero luego de la caída de la Unión Soviética en 1991, siguió con el bombardeo del Parlamento y el apoyo occidental a Yeltsin, que era un líder alcohólico, cosa que le podríamos perdonar, pero también era un seguidista del mundo occidental. Tampoco lo había manejado bien (Mijail) Gorbachov, el último presidente de la URSS, quien terminó anunciando Pizza Hut en las televisiones. 

MAPP: Más humillación, imposible. 

JCM: Una humillación más sutil fue la construcción en 1992 de un tipo que trabajaba para el Departamento de Estado, discípulo de Milton Friedman, Francis Fukuyama, escribe El fin la historia, que era una manera de decir “hemos ganado, no hay otra interpretación que la nuestra y a partir de ahora todos vais a pasar por el aro”. Eso se acompaña de la desmembración de Yugoslavia, que es el primer acto arrogante post-Guerra Fría. Se bombardea un país, se le fragmenta. Esto que ahora se le critica a Rusia de haber reconocido a Donetsk y Lugansk es lo que hizo el mundo occidental con Croacia, Eslovenia y luego con Kosovo, solo que entonces les pareció a todos bien. Pero ahí no terminó la cosa, sino que empezó toda una extensión de la OTAN hacia el este, hacia Rusia, con sucesivas incorporaciones que pueden verse muy claro en el mapa. Desde las provincias bálticas hasta el sur, prácticamente todas las antiguas repúblicas soviéticas son parte de la OTAN. Solo quedan Bielorrusia y Ucrania, que son frontera directa con Rusia. Estos países no pueden incorporarse porque se crearía una situación similar a la de la Crisis de los Misiles, cuando la URSS quiso instalar misiles en Cuba. Es como si EE.UU. permitiera hoy instalar misiles nucleares en Panamá, México o Venezuela. Pero lo que se plantea es que Rusia permita misiles estadounidenses en la puerta de su casa. Esa arrogancia desde la disolución de la URSS es lo que estamos pagando ahora con ese intento de EE.UU. de seguir funcionando como un hegemón cuando ya no puede. Al principio, Rusia lo toleró porque estaba muy golpeada, había bajado su esperanza de vida hasta doce años, por el deterioro económico, por la eliminación de las estructuras sociales del Estado, por las recetas neoliberales, es decir, por todo lo que hicieron y permitieron hacer los jerarcas de la URSS convertidos en oligarcas y mafiosos, alimentados por occidente. Pero cuando Rusia empieza a recuperarse, comienza a decir “cuidado con la expansión de la OTAN”. Hay un momento muy importante, en 2008, en la Cumbre de Bucarest de la OTAN, en la que el criminal de guerra George W. Bush presiona a Alemania para que Ucrania y Georgia pertenecieran a la OTAN. Ángela Merkel, formada en la República Democrática Alemana, dice que no, que es una locura, pero Bush insiste y consigue que se escriba la nota en la declaración, que queda registrada la petición de la OTAN de que se incorporen esos dos países. Esa petición solo sirve para armar de razones a Rusia, que responde quedándose con un pedazo de Georgia. La idea fue que si querían quitarle uno de los países tapón, Rusia se guardaba un pedacito para intentar impedirlo. Eso lo han planteado todos los teóricos del realismo en las relaciones internacionales estadounidenses, incluyendo a George Kennan y el propio (Henry) Kissinger. Han advertido que estamos haciendo una locura porque no se debe despertar a un oso dormido dándole patadas en el hocico porque se va a levantar enfadado y nos va a pegar un zarpazo. El acto final de toda esta aventura es que Ucrania es un país dividido en dos: la parte oriental es más prorrusa y la occidental es más proeuropea. El mapa de las elecciones es prácticamente partido a la mitad. Esa división la tienes que gestionar con inteligencia. Cuando era presidente (Víktor) Yanukóvich se produce una discusión porque la UE ofrece un tratado comercial y Rusia también. La UE dice que si quiere firmar el tratado, debe renunciar a las relaciones con Rusia, pero el gobierno ucraniano le dice que no es posible, porque Rusia es su principal socio comercial. Es como si a Venezuela le exigieran romper relaciones con Colombia, una locura.

MAPP: Bueno, esa locura la planteó Duque y la llevó a cabo y mira cómo le fue. 

JCM: Son posiciones casi de guerra. Bueno, Yanukóvich se negó y prefirió aliarse más a Rusia y es cuando hay un levantamiento que inicialmente era genuino en su origen, el de la plaza del Maidán, pero pronto, como ocurrió con las primaveras árabes, fue cooptado por la CIA, de intereses norteamericanos, que inyectan allí a sectores pronazis, que siempre los ha habido en Ucrania. Por ejemplo, a este señor Stephan Bandera, que fue un pronazi ejecutado como criminal de guerra, uno de estos líderes ucranianos prooccidentales lo recuperó como “padre de la patria”. Y allí está el Batallón Azov, que todos sabemos que es nazi, porque ellos no lo ocultan. 

MAPP: Y luchan con armas europeas, por cierto. 

JCM: Españolas, entre ellas, para nuestro bochorno. Y es parte de una discusión que hay en el seno del gobierno. Volviendo al levantamiento de la plaza del Maidán, se desata la violencia, hay unos disparos que vienen de la parte prooccidental, matan a unas 40 personas, lo que da comienzo a un enorme levantamiento, apoyado por EE.UU. y la UE. Con el país dividido se buscó un diálogo con mediación internacional y se firmaron los Acuerdos de Minsk. La región del Donbás planteó un régimen federal que los Acuerdos de Minsk le reconocieron. Esta es la zona más pegada a Rusia, con lengua rusa, con vinculaciones culturales e históricas con Rusia. Las autoridades ucranianas han incumplido esos acuerdos al bombardear a las dos regiones autónomas, hay 14 mil muertos desde 2014. Pero a la UE y a la OTAN no les preocupaba eso, como tampoco les preocupan los muertos en Yemen, Camboya, Siria, Palestina, etcétera. Es la gran hipocresía. Es igual que lo que pasa en España con Venezuela, que hace unos meses era el gran tema de los telediarios para atacar al gobierno de coalición del que forma parte Podemos, pero ahora desapareció… 

MAPP: Es un aliado estratégico del occidente energético, al parecer. 

JCM: El otro día alguien dijo que Biden haya hablado con el presidente Maduro, cuando debió hablar con el presidente encargado Guaidó. Incluso se han planteado que Europa sancione a Biden por hablar con ese tipo. Es tan patético y sería cómico, si no fuera porque ustedes han pasado cinco años de mucho dolor, con muertes, fallas en la atención médica, aumento de las emigraciones, de lo que habrá que pedir cuentas en algún momento. Volviendo al tema, EE.UU. llevaba tiempo provocando a Rusia y hay análisis que plantean que EE.UU. buscaba esta guerra.  

MAPP: ¿Tú estás de acuerdo? 

JCM: Todo parece indicar que sí, sobre todo porque había habido avisos, todo tipo de señales y advertencias por Rusia, pero la provocación siguió su curso. 

MAPP: Putin siempre habló de las líneas rojas, de las que no debería pasar la OTAN. 

JCM: Pero al final, Putin ha tomado una decisión que a todas luces no es la correcta: invadir un país al margen de la convención internacional, bombardear, etcétera, es un disparate. Cualquier persona que haya visto una guerra sabe que debería ser la última medida. Son muchas muertes, muchos cadáveres, gente joven, destrozos y dolor. 

MAPP: ¿Tenía otra opción? ¿EE.UU. y la UE le dejaron otra opción? 

JCM: Nos encontramos con que los tres grandes sectores económicos norteamericanos están multiplicando sus ganancias con este conflicto: el complejo militar-industrial; el sector minero, gasífero y petrolero; y el sector financiero-inmobiliario, que son los que mandan en EE.UU., los que mandan en el Congreso. Luego está el grupo de Amazon-Google-Apple, que es transversal a esos otros tres. El capitalismo del Pentágono ya ha multiplicado sus cotizaciones en bolsa y ha incrementado sus beneficios de una manera brutal. El sector inmobiliario-bancario era el que venía más golpeado de la crisis de 2008 y encuentra aquí la oportunidad de recuperarse, prestando dinero y formando parte luego de labores de reconstrucción. Y el más relevante es el minero-gasífero-petrolero, es el sector que ha liderado el ataque contra Venezuela, el ataque contra Irán, la puesta en marcha del fracking y la excavación de pozos mar adentro, con lo contaminante que es, y los proyectos de gas en Canadá, junto a los lagos. Esas medidas, que iban reconstruyendo la hegemonía estadounidense en el control de la energía tenían un problema, que era la vinculación de Alemania con el gas ruso. Estaba en operación el Nord Stream 1 y ya listo en Nord Stream 2. 

MAPP: Este estaba solo esperando que apretaran un botón. 

JCM: Listo hasta el punto de que el excanciller alemán, Gerhard Schröder  era vicepresidente de Gazprom, es decir, que estaba trabajando para esa lógica con todo lo que implica. A mí nunca me ha parecido bien que los expresidentes trabajen en empresas privadas o públicas de otros países, pero este señor siempre ha planteado que Europa debe aliarse con Rusia, tal como planteaba De Gaulle, que Rusia es una continuación de Europa. Esa sería la forma de hacer que Rusia mire más hacia Europa e incorpore los elementos de derechos humanos que supuestamente queremos hacer valer en el ámbito europeo. El gas ha vinculado ya a Rusia con países como Alemania y Austria, que tienen una dependencia de 40% o más del gas ruso. El Nord Stream 2 iba a vincularlos de una forma más nítida aún. Y cualquier tipo de alianza de Rusia con China iba, de alguna manera, a traer consigo a Europa. Es decir, que si Europa tiene que hacer la reflexión de con quién se alía, lo haría con quien le viniera mejor, es decir, Rusia y China y eso es lo que intenta frenar EE.UU. Hablamos de un EE.UU. con problemas internos muy fuertes, pues fueron ellos los generadores de la crisis de 2008, con aquellos de las subprime, los bonos basura y el control de las finanzas internacionales vinculadas a bienes supravalorados, que son los bienes inmobiliarios. EE.UU. ha ganado la Guerra Fría, pero está perdiendo la posguerra, ha perdido mucho pie con China y si, de repente, Rusia se aliara con Europa, se habría construido un eje euroasiático que marca una nueva geopolítica mundial. Recordemos cómo durante la pandemia conocimos vacunas rusas y chinas, ayudas rusas y chinas, mientras EE.UU. estuvo ausente, porque estaba con Donald Trump en la aventura cada vez más protofascista. Hace tres días, Trump dijo en un mitin que si vuelve a ganar va a concentrar todos los poderes en el Ejecutivo. Es decir que va a ser como Mussolini o Hitler. Es por eso que algunos estamos muy cansados de que se le reconozca algún tipo de patrón intelectual democrático a EE.UU. porque no lo tiene. En ese escenario, en el que EE.UU. no ha salido de la crisis de 2008. Hay que ver las afueras de Detroit que parecen los sitios más depauperados de África, con gente viviendo en caravanas, en la calle. En Texas han muerto 60 personas de frío porque viven en la calle. En EE.UU. a los ricos les va muy bien, pero a los pobres les va cada vez peor. Ahora están empeñados en aprobar leyes para sacar de sus puestos a todos los jueces electorales negros y para dificultar muchísimo para que la gente negra a la que presuponen demócrata pueda participar. EE.UU. va a ser una mezcla de El cuento de la criada con un nuevo Apartheid como el de Sudáfrica, con un tipo autoritario al frente y con armas nucleares. En medio de esa decadencia deciden ponerle un palito a Putin, como el que le pusieron a Sadam Hussein con el asunto de Kuwait, y Putin lo ha pisado también.  

MAPP: En Irak no se encontraron armas químicas y biológicas, pero en Ucrania si se están encontrando laboratorios de ese tipo de armas, pertenecientes a EE.UU. 

JCM: Sí, lo de EE.UU. es intolerable. Pero una de las cosas que planteamos es que cuando entras a un país, bombardeas y matas civiles, estás perdiendo una parte de la razón que podías tener. Yo tampoco quiero entrar a debatir si Putin tenía otras opciones. Soy de los que dicen que siempre hay que probar las vías diplomáticas porque la guerra siempre es un desastre. Acaban de visitar Kiev tres presidentes europeos: el de Polonia, el de Eslovaquia y el de Chequia.  

MAPP: A mí me suenan tanto esas visitas a Tercera Guerra Mundial, a meter a la OTAN en una confrontación directa con Rusia… 

JCM: Si por una maldita casualidad se cae el avión, estaría obligada la OTAN a intervenir y ya no habría salida. Recuerdo cuando era estudiante en Alemania, me fui a ver la guerra en Yugoslavia porque no podía entender cómo podía haber una guerra allí. Estuve dos semanas y vi gente que era joven, como yo, que de un día para otro tenía un fusil y tenía que ir a pegar tiros. En el caso de lo que estamos hablando, ni siquiera eso sería lo peor porque si hay una intervención de la OTAN, ¿cuál va a ser la respuesta rusa? 

MAPP: Entramos en una dinámica nuclear. 

JCM: ¡Claro! y entrarán en escena actores como China… O sea, no puede ser, no puede ser. Es algo tan ajeno a la razón que ni siquiera deberíamos estar pensándolo. Es tan incomprensible que cuesta analizarlo. Por eso algunos, desde España, hemos recomendado más diplomacia y tener cuidado con mandar armas. En un artículo reciente recordé unas palabras de Willy Brandt, quien planteó lo que debería haberse hecho en el año 32, antes de la subida de Hitler, cuando lo que en verdad desencadenó el ascenso de Hitler fue la disolución de land de Prusia, que era socialdemócrata. Una de las cosas que hacen los conservadores es cargarse al land, la región de Prusia, quitarle su poder político, ponerlo bajo el mandato del Estado y desactivamos así a la izquierda. Brandt se preguntaba, treinta años después, en su libro Mi camino a Berlín, si se tenían que haber levantado los republicanos, junto con los obreros. Y decía que eran cinco millones desempleados, que no podían declararse en huelga general; que las tropas nazis estaban muy bien armadas y había veteranos de la Primera Guerra que también sabían de armas. Ante eso, unos cuantos obreros, parados, sin armas. Decidieron no defenderse con armas, pero Brandt dice “creo que nos equivocamos porque la tragedia de la derrota se convirtió en farsa cuando no nos defendimos”. Es decir, que los pueblos tienen derecho a defenderse cuando los invaden: sea Vietnam, la Segunda República Española o si hubieran entrado en Venezuela. Y tienen ese derecho, aunque la que entre a invadir sea una potencia nuclear. Yo creo que los ucranianos tienen derecho a defenderse, pero la duda es si sirve de algo que le enviemos armas porque todos los expertos dicen que los ucranianos van a perder sí o sí, y cuantas más armas tengan, más se va a retrasar el fin del conflicto, y mientras más se retrase, habrá más muertos. ¿Y eso para qué si, al final, parece evidente que la solución va a ser diplomática? Es decir, que la solución va a ser lo que estaba reclamando Rusia: que Ucrania sea neutral en términos militares, que no sea una amenaza para Rusia. Hoy ha dicho Zelensky que está claro que Ucrania no va a pertenecer a la OTAN. Si este idiota lo hubiese dicho hace un mes, cuánto dolor le habría ahorrado a su propio pueblo y habría enviado al mundo el mensaje de que no estaba jugando con fuego. Pero escuchó los cantos de sirena de EE.UU. y Europa y se consideró en capacidad de provocar. En España gana cuerpo la idea de enviar armas para que puedan defenderse de unas fuerzas más poderosas, por ese lado humanista de ponerse del lado de los débiles. 

MAPP: ¿A quién le conviene que este conflicto se alargue? ¿Hay gente que gana con su prolongación económicamente, financieramente y geopolíticamente? 

JCM: Ahí volvemos a la primera pregunta: A Europa no le conviene que se alargue. Está a dos euros el litro de gasolina en España ahora mismo. Estamos como en la guerra del Yom Kipur, la árabe –israelí del 73, cuando se multiplicaron por cuatro los precios del petróleo, esto se trasladó a los transportes y se generó una pobreza mundial brutal. El precio del trigo, del aceite también se han disparado…  

MAPP: El primer productor mundial de trigo es Rusia y el segundo, Ucrania. 

JCM: Hay un problema de encarecimiento de toda clase de bienes, una incertidumbre que paraliza la economía, un riesgo de guerra real. De momento sabemos que han ganado los que venden armas y los que tienen problemas, como Boris Johnson, quien los solventa con su ardor guerrero. También gana Biden, que es un tipo débil y flojo, pero que con este tipo de medidas satisface a los grupos que le han hecho ganar. 

MAPP: Con su hijo como ejecutivo de una empresa allá en Ucrania y con EE.UU. vendiendo gas licuado para sustituir al que no va a llegar a Europa por el Nord Stream 2.

JCM: La empresa donde está el hijo de Biden es la más importante justamente del sector gas en Ucrania. Por eso digo que los sectores favorecidos son los del capitalismo del Pentágono y los petroleros y gasíferos. Los expertos te dicen que es “curioso” que la guerra comience justo cuando EE.UU. ha alcanzado la posibilidad de exportar gas. ¿Qué demonios hace Europa trayendo gas caro de EE.UU. cuando podía traerlo mucho más barato de Rusia porque está más cerca? ¿Qué va a hacer EE.UU. para surtirse de petróleo? Pues comprarle a Venezuela. Eso es lo que han logrado.  

MAPP: Le han impuesto a Europa traer gas del otro lado del Atlántico. 

JCM: No está claro que le salga la jugada a EE.UU. Porque hay varios elementos que preocupan a los europeos y deberían preocuparles a los norteamericanos. Uno de ellos es que Alemania ha roto su neutralidad militar y ha aprobado una inversión de 100 mil millones de euros, lo que le va a permitir tener su propio programa militar, que hasta ahora no podía tener porque EE.UU. no se lo permitía. En España estamos preguntándonos qué es esto y quiénes son estos señores que nos obligan a entrar en guerra y a comprarles sus bienes. EE.UU., que ya no es la potencia hegemónica que era. Ha perdido más fuerza con esto porque ha tomado una decisión que tiene muy enfadada a la ciudadanía europea que no quiere guerra con Rusia. Mucha gente se pregunta ¿por qué no hay manifestaciones en España como las que había frente a la guerra de Irak? Ayer hubo una y había dos mil personas. No las hay porque no está igual de claro. La lectura es que Zelensky metió la pata, porque desde 2014 están bombardeando al Donetsk y Lugansk. Se entiende que el propósito es llevar la OTAN más hacia el este. Uno tiene la sensación de que no es un juego limpio. 

MAPP: Es decir, que a pesar de las manipulaciones y los medios cercenados, ¿a los europeos les huele mal esta historia? 

JCM: Claro, y por eso en las encuestas cada vez menos gente dice que se manden armas. Hay un ataque brutal mediático, con efectos terribles. La liberal Europa, la defensora de los derechos humanos, ha censurado a Rusia Today y a Sputnik. 

MAPP: Y a una decena de medios menos famosos que estos. 

JCM: Entonces, ¿qué estamos haciendo? Estamos prohibiendo medios de comunicación en un escenario de guerra. La gente no quiere ser patio trasero de EE.UU. Es un escenario que da susto porque las guerras se sabe cómo empiezan, pero no cómo terminan y en este caso cualquier tipo de accidente puede generar una respuesta insensata. Y aquí hay algo que debe entender la gente en Venezuela: Putin no es de los nuestros, eso hay que dejarlo claro. No confundamos la geopolítica con la ideología. Geopolíticamente ha sido interesante el papel de Rusia para frenar la condición imperialista de EE.UU. y ha ayudado a países de América Latina. Eso ha obligado a EE.UU. a ser menos arrogante y eso es positivo. Pero el amigo de Putin es Donald Trump.  

MAPP: Es un tema de geoestrategia, no de derecha e izquierda. 

JCM: Exacto. Putin es un tipo que ayudó a un loco como Trump. Los amigos de Putin en Europa son de extrema derecha: (Víktor) Orbán en Hungría, (Marine) Le Pen en Francia, es (Santiago) Abascal, de VOX, en España. 

MAPP: ¿Ha financiado al PP? Hubo un escándalo con financiamiento ruso a la derecha española.  

JCM: A VOX, a la extrema derecha. Entonces, Putin no es un aliado de la izquierda. La oposición en Rusia es el Partido Comunista. Putin incluso tiene presos políticos comunistas. A él le pesa mucho más la condición neozarista que la condición que alguna gente quiere verle, de continuador de la Unión Soviética. 

MAPP: Bueno, no la gente, sino la mediática hegemónica estadounidense y europea le ha atribuido ese supuesto papel. 

JCM: No. No tiene nada que ver con eso. Es un anticomunista que ha hecho declaraciones muy críticas contra Lenin, que es quien reconoce a Ucrania como país, creo que en 1922. Putin dice que eso fue un error. En tiempos de Putin se ha comenzado a estudiar el zarismo de nuevo en las academias militares. O sea que, con Putin hay que tener cuidado. Es mucho más seguro que Venezuela sea leal con Rusia a que Rusia sea leal con Venezuela.  

MAPP: Haciendo de abogado del diablo, debemos reconocer que las primeras vacunas que llegaron durante la pandemia fueron las rusas. Pero quiero detenerme en otro punto: es este empeño en comparar a Putin con Hitler, mientras él dice que está entrando en Ucrania para desnazificarla. Los dos bandos dicen estar enfrentándose con los nazis… 

JCM: Lo que sí es verdad es que quien ha flirteado más con el nazismo ha sido Ucrania. El reconocimiento de Stepán Bandera por parte del gobierno ucraniano es un hecho significativo, porque Bandera era un pronazi, de la Ucrania colaboracionista, un criminal responsable de la ejecución de decenas de miles de judíos, un nacionalista aliado de Hitler. Hemos visto como en el Maidan estaban allí los neonazis y hemos visto como en el Ejército ucraniano hay sectores nazis. 

MAPP: Y el Ejército absorbió grupos paramilitares neonazis, antes de la guerra. 

JCM: Facebook rompe su política de no permitir expresiones nazis para no censurar al Batallón Azov, por ejemplo… Es que está mal el mundo, tiene demasiadas cosas que reclaman ser repensadas. Ahora, cuando Putin dice que todos los ucranianos son nazis, es mentira. Hay mucha gente que está defendiendo su patria porque les han invadido desde otro país. Y hay gente que era prorrusa y ha dejado de serlo. No debemos engañarnos. No crean que la gente ucraniana va a ir a abrazar al soldado ruso. Eso no va a ocurrir. Y seguramente habrá un florecimiento de la identidad ucraniana y del patriotismo porque está muriendo gente y cuando la gente muere por la patria, se multiplica el nacionalismo. No nos olvidemos tampoco de que Putin está encarcelando a la disidencia, a todos los que están protestando contra la guerra. Las guerras siempre dañan a los derechos humanos. 

MAPP: Y radicalizan posturas. 

JCM: Volviendo a tu pregunta, hay más elementos pronazis en la historia reciente de Ucrania que en Rusia. Hitler tenía un proyecto del Lebensraum, de espacio vital construido desde el Putsch de Munich, cuando escribe en la cárcel en Mein Kampf, con la lucha contra los judíos. Y eso no está en el planteamiento de Putin, quien anda en la onda neozarista, para recuperar ese ámbito de influencia y si lo construye a través de una federación, como lo fue la URSS, bienvenido sea. Pero por la fuerza no será porque tendría enormes dificultades. Cuando van los presidentes de estas tres naciones europeas a Kiev es porque también tienen miedo. Si se mira el mapa europeo, se aprecia que esos países son de los que están más cerca de Rusia y con el discurso de Putin es natural que tengan miedo. Ayer han soltado bombas a 20 kilómetros de Polonia, razón de más para que se busque la salida diplomática. ¿Cómo explicamos que se estén reuniendo los ucranianos y los rusos y no estén ahí ni Naciones Unidas ni la Unión Europea? No se explica bien porque es prácticamente imposible que Ucrania se sume a la OTAN. Rusia no lo va a permitir nunca. Pero también es imposible que Rusia ocupe permanentemente a Ucrania. No le va a salir. 

MAPP: Y no creo que sea la intención de la Federación Rusa. 

JCM: Bueno, pero también pensamos que iba a quedarse en el Donbás y Crimea y Odesa, pero está ocupando todo el país.  

MAPP: La entrada en Kiev es inminente. 

JCM: Pero eso no puede permanecer. Al final van a tener que hablar y lo que va a ocurrir, casi seguro, es que Ucrania va a ser neutral militarmente, que las del Donbás van a ser provincias independientes con algún tipo de acuerdo, cercanas a Rusia; que Crimea tendrá que ser reconocida como rusa y quizá también una parte de Odesa. Ese va a ser el acuerdo y cuanto antes se logre, mejor. Menos vidas va a apagarse, menos destrozos, menos daños y menos dolor. Pero hasta ahora la diplomacia no ha aparecido. Lo que podríamos esperar es que China ponga un poco de orden.  

MAPP: Cierto, ¿dónde está la diplomacia europea porque a Borrell se le ve es tuiteando estupideces? Entonces estamos mirando a China, pero allá tenemos también un casus belli en puerta, con Taiwán. Y otro elemento que conocí hace poco, investigando para esta entrevista, es que los acuerdos comerciales China-Ucrania son gigantescos, o sea que China tiene mucho qué hacer allí como mediador. 

JCM: Sí, China tiene derecho a defender sus intereses. Es lo mismo que cuando Rusia y China se oponen a una invasión de Venezuela: es una manera de defender sus intereses. Cuando pones en marcha una economía globalizada y permites que se relacionen las economías nacionales entre sí, eso trae nuevos comportamientos. No puedes llegar luego a decir que esas relaciones se han acabado por decisión política. Hacer eso es un casus belli. Por eso vemos a un desesperado EE.UU. que ve como pierde su capacidad de dominar la economía. Y sabe que no puede resolver los problemas por vía militar porque ¿qué ha solventado EE.UU. en Yemen, en Camboya, en las repúblicas africanas, en Siria, en Afganistán, en Irak o reconociendo a un loco como Guaidó en Venezuela? ¿Para qué ha servido todo esto? Para nada, EE.UU. no es capaz de articular nada coherente. Lo hemos visto con el tema de las vacunas, donde ha tenido que presionar a sus socios para que no compren los productos rusos y chinos. Ha tenido que presionar a Europa para que no compren la tecnología 5G de Huawei. 

MAPP: Boicotearon las vacunas rusas en todo el territorio europeo… 

JCM: Sí. Entonces, todo esto nos lleva como conclusión a decir que el modelo neoliberal está muerto, esa idea tan interesante de Alain Badiou, de que hay momentos en los que la historia se despierta y otros donde se duerme. Despertó con la revolución francesa, que va a permitir todas las independencias latinoamericanas, la de 1830 y 1848 y que se frena con la caída de la Comuna de París en 1871, un momento de enfriamiento. Con una mirada un poco europea, él dice que luego vuelve a despertar la historia con la revolución rusa de 1917, que se expande por todo el mundo con la irrupción de los partidos de izquierda y el proceso descolonial. Y todo se frena con el auge del modelo neoliberal a partir de 1973 hasta los 80, cuando vuelve a congelar la historia. Mi tesis es que vuelve a despertar en México con las elecciones que le roban a Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 y, un año después, con el Caracazo. De allí derivan la victoria del presidente Chávez, de Lula y otros y vendrá en Europa el tiempo de las anticumbres contra la OTAN, contra el FMI, contra el G7, el Movimiento de los Indignados, las primaveras árabes… Entonces, estamos en un momento en que están en marcha todas esas luchas contra el modelo neoliberal. Este nuevo despertar de la historia es contra el modelo neoliberal porque está muerto, pero las batallas no están consolidadas. Seguramente ahora, con la victoria de (Luiz Inácio Da Silva) Lula. Estará el norte cerrado con México y el sur con Brasil. Además, creo que en Chile, (Gabriel) Boric va a matizar sus declaraciones respecto a Venezuela y otros temas… Ayer, planteó la necesidad de reconstruir la Unasur 

MAPP: (Gustavo) Petro arrasó en Colombia este domingo. 

JCM: Es otra persona llamada a participar en este proceso. Todo eso demuestra que el neoliberalismo está muerto, pero EE.UU. como imperio va a morir matando. Esa es nuestra enorme preocupación  

MAPP: ¿Qué quiere decir eso en pleno siglo XXI? 

JCM: Pues que no va a ceder su posición económica sin dar conflicto. Y lo que está sucediendo en Ucrania forma parte de este hegemón moribundo dando zarpazos para intentar frenar lo inevitable, que es el ascenso de China, más que el de Rusia. Y es que con Rusia no se sabe bien nada. El PIB de Rusia es como el de España, chiquito: 1,3 billones de euros. Lo que pasa es una potencia militar. El problema real para EE.UU. es China. Este país tiene una alianza con Rusia porque han dejado atrás viejas cuitas históricas, las de Mao y Stalin y sus sucesores. Europa, por su lado va a ir zafándose de esa dependencia norteamericana porque los propios tratos económicos con China así lo van a determinar. Si, por ejemplo, entra el 5G chino, ¿qué no va a entrar ya de Chima a Europa? Por eso esta es una medida desesperada. Y me da rabia que Rusia haya caído en lo que evidentemente es una jugada de EE.UU., en esta provocación. 

MAPP: Desde Latinoamérica vemos esta especie de dictadura mediática, de propaganda occidental que ha sacado los músculos de una forma realmente colonial, imperial. Se rasgan las vestiduras en pro de los derechos humanos y se asombran de la entrada de Rusia a Ucrania. Y estamos hablando de una OTAN, de unos EE.UU., de una Europa que se ha cansado de bombardear y destruir en los últimos años a países enteros. ¿Cómo es que el ciudadano medio europeo se come esta narrativa de defensa de derechos humanos en Ucrania, olvidándose de Yemen, Afganistán, Siria, etcétera? 

JCM: Porque los medios de comunicación construyen la realidad. Te ponen a una mujer embarazada que ha perdido a su hijo, te ponen gente reventada, gente huyendo en trenes y hacen que el espectador se emocione. Ahí termina cualquier tipo de inteligencia. Llevan a las masas como el flautista de Hamelín, hacia donde ellos quieren llevarlas. ¿No es cierto que construyeron a Venezuela como el enemigo y ahora es el amigo? Habrá que ver la capacidad de penetración que han tenido en su mensaje, cuando dicen todo lo contrario y la gente se pregunta qué está pasando. 

MAPP: Y hacen ese cambio sin sonrojarse, además. 

JCM: Después de un bombardeo de tantos años, señalando que poco menos que la culpable de todos los males del mundo era Venezuela, generaron una ciudadanía que odia a Venezuela, que la desprecia y la identifica con algo parecido a lo que fue Hitler en los años 30. Pero, de repente, EE.UU. anuncia que se va a reunir con Venezuela y todo el mundo dice que está bien. Esto forma parte del vaciamiento de sentido de esta sociedad audiovisual, neoliberal, consumista, carente de cualquier tipo de profundidad analítica. Buena parte de lo que está ocurriendo es muy difícil de asumir desde un principio. El que Trump haya reconocido a un tipo que se autoproclamó en una plaza y luego Borrell haya dicho que entonces lo vamos a tener que reconocer nosotros también. Le roban Citgo y el oro a Venezuela y nadie dice nada. Entonces, creo que los últimos años ha habido un embrutecimiento de la ciudadanía. La crisis de 2008 y luego la pandemia han generado una ciudadanía asustada, que va a escuchar más los cantos de sirena de la extrema derecha que el mensaje de la izquierda  

MAPP: Muy interesante porque esta es una guerra pospandémica y no se trata de un detalle anodino.

JCM: Sí, es una guerra post-crisis de 2008, que cuando el mundo estaba saliendo de ella, vino la pandemia y ahora la guerra. Estamos hablando de un período de veinte años en los que los últimos diez no se saben bien lo que está pasando. Añadámosle a eso el calentamiento global y otra serie de elementos. Por eso el sentir general es el de no querer saber nada, el aspirar a que la dejan en paz. Por eso no van a las manifestaciones y lo que dicen querer es que haya aceite, harina y que no cueste tan cara la gasolina. Hay un riesgo de desentendimiento de la política. 

MAPP: ¿Qué va a poder más entonces: las imágenes de la mujer embarazada (que al parecer era una noticia falsa), de los dos millones de refugiados y otros horrores de la guerra o la situación del español que va a echar gasolina y cuesta el doble? Es decir, que hay una tensión entre la narrativa hegemónica occidental y la realidad cotidiana de quien quiere comer pan, pero no hay trigo. ¿Qué pujará más? 

JCM: El estómago. Mucho más. Es lo que explica que un país como España haya sacado millones de personas con el no a la guerra de Irak y que esta vez no ha salido a la calle casi nadie. Y es que no está claro lo que está ocurriendo. En aquel entonces se trataba de Sadam Hussein, que era una persona a la que nadie le tenía cariño, pero la gente identificó que se estaba bombardeando a ese país para robarle el petróleo. Era como muy evidente. Ahora la construcción es que Putin es el malo, el responsable de todo, y la gente dice que Putin no le gusta, pero no terminan de creerse que sea el culpable de todo. Saben que lo han provocado, que le han tocado las narices, y saben que esto nos está generando problemas a los países europeos y por eso quieren que se termine pronto. La gente les dice a los políticos que hagan su tarea y resuelvan este problema, no nos hagan a nosotros víctimas. Es una sociedad muy golpeada por la pandemia, que no tiene muchas ganas de guerra. Está mirando todo con una cierta distancia, en un contexto en el que la incertidumbre, el enfado, la ruptura del ascensor social, las migraciones, los cambios sociales explican el auge de la extrema derecha en Europa. 

MAPP: Están jugando con fuego porque ya hay extremas derechas en el gobierno en Europa del Este y existe la posibilidad de que partidos de extrema derecha lleguen también a los gobiernos de países de la Europa occidental, y todo esto azuzado por al apoyo que Europa le está dando a la extrema derecha ucraniana.  

JCM: Las brújulas están desimantadas, las bolas de cristal se nos han roto. Vamos a tener que leer el hígado de un ganso que vuele hacia oriente, a ver si entendemos algo. Todos los partidos de extrema derecha eran pro-Putin. Han tenido que romper un millón de folletos electorales de Mariane Le Pen porque había una foto de ella con Putin. En España el amigo de Putin es VOX, la extrema derecha que acaba de entrar al gobierno de Castilla y León junto con el Partido Popular. Es la primera vez que entran en un gobierno en España, con su discurso de extrema derecha. Es todo muy confuso. Se intenta simplificar diciendo que Putin es comunista, una gran tontería. 

MAPP: Aquí se aplica esa frase que a ti te encanta: cuando teníamos las respuestas, nos cambiaron las preguntas. 

JCM: Es algo así, hay una enorme confusión. Por ejemplo, en América Latina, como EE.UU. ha sido la fuerza imperialista que todo lo que ha tocado lo ha roto, siempre ha golpeado a todos los otros países, se dice: “si Rusia va contra EE.UU., yo voy con Rusia”. Pero esa tampoco es la solución. Es bastante probable que tú en Rusia estuvieras en la cárcel, y yo también, ojalá que en celdas separadas. No es un momento de simplezas. Me ha gustado mucho la respuesta del presidente (Nicolás) Maduro al ofrecimiento de EE.UU., cuando ha dicho “vamos a llevarnos bien, pero no me pidan a mí que odie a Rusia porque es mi aliado”. Es la inteligencia que está demostrando China.  

MAPP: El canciller Plascencia lo dijo: Venezuela tenía graves problemas con EE.UU. y Rusia surgió como aliado, pero al mismo tiempo, Rusia y EE.UU. siguieron haciendo negocios. 

JCM: Otros que han sido muy sensatos han sido Lula y (Andrés Manuel) López Obrador, que han abogado por el diálogo. 

MAPP: Hemos visto a (Jair) Bolsonaro coincidir con Lula en la defensa de Putin. 

JCM: No tanto. Bolsonaro lo ha defendido, pero Lula ha dicho que deben hablar, que es el momento de la diplomacia. Hace falta mucha inteligencia y a mí me gustaría que Europa desempeñara ese rol de mediador, pero no me llamo a engaño porque sé lo que ha hecho Europa en estos últimos años. Quien tiene más bases militares en el mundo es EE.UU. y el que puede hacer más daño es EE.UU. Por eso lo importante es inyectar inteligencia. El proyecto socialista venezolano es infinitamente más interesante que los procesos que se desarrollan en Rusia. Putin no tiene nada que ver con la Unión Soviética, desprecia al socialismo, sea alía con la extrema derecha Europa, apoyó a Trump. Y si ha apoyado a países que están buscando soluciones por la izquierda ha sido por circunstancias del contexto geopolítico. Debemos tener la cabeza más fría. No pensar en términos de quién es peor que quién. Lo que tenemos es que buscar maneras de que ese hegemón herido haga el menor daño posible en este tránsito hacia un mundo diferente, multipolar. 

MAPP: ¿Quién va a ganar esta guerra? 

JCM: Diría que quien no la pierda. En EE.UU. hay algunos sectores que están ganando, pero EE.UU. como país, la pierde. Si es verdad que Rusia ha encontrado mayores dificultades de las que esperaba, pues entonces tampoco la está ganando, aunque la gane al final. Europa es absolutamente evidente que no la va a ganar porque, aunque se termine mañana, ya estará arrastrando problemas enormes. Es una de esas guerras en las que nadie gana. Si la gana Rusia lo que logrará será estar como estaba: no tendrá la amenaza de Ucrania, pero no mucho más. Si tuviera que dar una respuesta de una palabra, creo que la va a ganar China. 

MAPP: Qué buen punto, ¿por qué? 

JCM: Porque no sale debilitada y sus competidores sí, incluyendo su aliado Rusia y sus rivales de EE.UU. y la UE. Algunos países latinoamericanos pueden salir ganadores. Venezuela podría recuperar parte de lo que le han robado. 

MAPP: Te agradezco mucho estas reflexiones, sobre todo por ubicarlas en el contexto histórico… 

JCM: Antes de finalizar debo comentarte que este asunto tiene perplejos incluso a investigadores especializados en el tema ruso. Ni siquiera ellos saben bien hacia dónde va esto. Gente que sabe, no de esos que dicen que “como estoy con Rusia, quiero que gane Rusia” o “como estoy con los otros, quiero que ganen los otros”.  

MAPP: ¿Cuál es la postura de Unidas Podemos en ese tinglado? 

JCM: Se ha generado una discusión muy fuerte dentro del gobierno porque Pedro Sánchez dijo inicialmente que no se enviarían más armas ofensivas, pero tres días más tarde dijo lo contrario. Y Podemos dijo: “esto no es lo que habíamos hablado”. No puede ser que en España estén de acuerdo el PSOE, el PP y VOX. Algo debe estar fallando cuando la socialdemocracia está de acuerdo con la derecha y la extrema derecha en temas como este. Hay una discrepancia de Unidas Podemos, pero es la minoría en ese gobierno y solo puede influir hasta cierto punto. Hay mucho que corregir. Por ejemplo, la rusofobia, que es más institucional que de la ciudadanía. Hay universidades que están invitando a los estudiantes rusos a marcharse. En vez de procurar que los estudiantes sean un puente para el diálogo, los echan fuera. Es indecente. Son errores propios de un continente que no está en su mejor momento. Las guerras suelen apoyar más al vientre que a la inteligencia y por eso es posible que la extrema derecha, que ahora no está en el gobierno y por eso puede asumir poses de antisistema, sea capaz de captar ese enfado popular. Al ser EE.UU. un hegemón herido lo hace cometer errores. Lanza amenazas que ya no puede cumplir. Cuando amenaza con congelar las reservas rusas en dólares y sacar a Rusia del código Swift, invita a Rusia y a China a crear sistemas alternativos y a que las reservas ya no se depositen en dólares. En ese contexto es importante que América Latina retome la Unasur, que la Unión Africana se reencuentre y que la UE se acerque a Rusia de una manera más amplia. Un mundo así configurado, multipolar, será un mundo menos amenazante. Porque el problema es que cuando hay una potencia que ya no puede imponer su hegemonía, la pagan países pequeños, como pasó con Siria y cómo teníamos el temor de que pasara con Venezuela. Por fortuna, ustedes resistieron y demostraron que el hegemón ya no tenía la misma capacidad de antes. Ahora, América Latina puede ser una región de referencia de ese mundo multipolar. 

MAPP: Coincido contigo en que es momento de análisis, investigación, estudio y reflexión para entender lo que está pasando, no de sumarse a uno de los bandos como si fuera un partido de fútbol. Sabemos que todos los países son tocados por esta situación. El aumento en los precios del trigo ruso y ucraniano afectará a Europa y a las naciones del Magreb; el aumento del petróleo beneficiará a algunos países, entre ellos México y Venezuela, pero traerá aumentos de todos los otros precios. Por eso en LaIguana.TV y Desde Donde Sea queremos seguir analizando esto con personajes de tu estatura intelectual. 

JCM: Gracias a ustedes, un saludo desde la vieja y desvencijada Europa, en la que ojalá encontremos pronto un poquito de inteligencia. 

(LaIguana.TV)