El conflicto en Ucrania tuvo como una de sus primeras consecuencias el incremento del precio internacional del petróleo. En diálogo con Sputnik, el experto venezolano Rafael Quiroz explicó que la suba se explica por el «nerviosismo» y no la falta de abastecimiento y advirtió que EEUU será el más perjudicado por las sanciones al petróleo ruso.

El aumento en el precio internacional del petróleo ya aparece como una de los principales efectos económicos que el conflicto en Ucrania tiene para el planeta. En efecto, el precio del barril de petróleo Brent supera los 100 dólares y llegó a rozar los 140 dólares en los primeros días de marzo de 2022.

Contrariamente a lo que suele suceder, el alza de los precios no se debe a dificultades en la producción de petróleo. «Sin duda el aumento del precio es por una variable coyuntural y geopolítica», explicó a Sputnik el economista venezolano Rafael Quiroz, especialista en el mercado petrolero.

Quiroz aclaró que, en realidad, «el mercado de petróleo está bien abastecido» y que no hay problemas para la distribución del combustible porque la aportación al mercado petrolero de los países de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) no se ha detenido.

«Este no es un problema de la OPEP y los productores, es un problema de EEUU, Rusia y Ucrania. No nos echen la culpa a los productores», remarcó el economista venezolano, asegurando que si el conflicto en Ucrania se extiende el precio del barril de petróleo podría subir incluso hasta alcanzar los 200 dólares.

Si la producción no decayó, la explicación del incremento radica esencialmente en el «nerviosismo» que el conflicto genera en todos los actores y que involucra sobre todo a países «eminentemente petroleros» como EEUU y Rusia.

Además, la propia guerra incrementa la demanda de petróleo como consecuencia de que «en un escenario bélico todas las unidades militares se mueven no precisamente con caramelos ni agua dulce, utilizan gasolina», ironizó el experto.

Por si fuera poco, las sanciones económicas contra Rusia anunciadas por EEUU solo agravarán la situación. Sin embargo, Quiroz señaló una paradoja: es posible que el bloqueo al petróleo ruso perjudique más a los consumidores estadounidenses que a las arcas rusas.

Quiroz recordó que, mientras el precio del combustible se encarece en las gasolineras de EEUU producto de la falta de envíos desde Rusia, el país gobernado por Vladímir Putin podría sortear perder a EEUU como cliente derivado esa misma producción hacia China. El experto recordó que Moscú envía 674.000 barriles diarios entre curdo y productos, una magnitud que perfectamente podría ser absorbida por Pekín, que «en materia de hidrocarburos está comprando lo que le ofrezcan».

¿Puede Venezuela suplir el petróleo ruso?

Desde que se conocieron las sanciones a Rusia, trascendió la intención de Washington de buscar un acercamiento a Venezuela con la intención de acercarse a Caracas para volver a comerciar petróleo con el país sudamericano.

Sin embargo, para Quiroz no será tan fácil que EEUU encuentre en Venezuela un sustituto para el petróleo ruso, ya que el país sudamericano difícilmente podrá aumentar su producción para satisfacer a este impensado nuevo cliente.

«Venezuela no podrá sustituir a Rusia en ese suministro petrolero a EEUU. No tiene cómo, no tiene capacidad de producción. Su máxima capacidad diaria es de 875.000 barriles diarios y para sustituir a Rusia se necesitan 700.000 barriles más, por lo que debería producir 1,5 millones de barriles. ¿De dónde va a producir eso Venezuela?», explicó el especialista.

Quiroz apuntó que si bien es cierto que Venezuela tiene reservas de hidrocarburos en el subsuelo que están entre las más grandes del mundo, el país sudamericano «no tiene capacidad de producción ni refinación de ese crudo».

Por ese motivo, para Quiroz «América Latina no tiene vela en este entierro» más allá de que los países productores de petróleo como Venezuela, México, Argentina, Brasil, Colombia o Ecuador podrán beneficiarse coyunturalmente con la suba de precios. Del otro lado, un aumento de precios repercute en toda la cadena de producción.

(sputniknews.com)