Ali Farag dijo que los atletas no pueden hacer declaraciones sobre Palestina, pero pueden decir libremente lo que piensan sobre Ucrania.

El número dos mundial de squash, Ali Farag, acusó al deporte y a los medios occidentales de doble rasero al discutir libremente la situación en Ucrania y abstenerse de hablar sobre la difícil situación de los palestinos.

El egipcio Farag habló después de ganar el título de Campeón de Squash de Optasia 2022 en el Wimbledon Club de Londres, que fue su primera victoria en un torneo en suelo británico.

Triunfando 4-11, 11-8, 11-8, 13-11 ante el número seis del mundo Diego Elias, Farag aprovechó para dar un discurso que no fue incluido en los mejores momentos oficiales del partido en el canal de YouTube de la Asociación Profesional de Squash más tarde.

“Una cosa más que sé que me va a meter en problemas, pero todos hemos visto lo que está pasando en el mundo en este momento con Ucrania y nadie está contento con lo que está pasando,” comenzó Farag.

“Nadie debería aceptar nunca ningún asesinato en el mundo, ninguna opresión”, él continuó. “Pero nunca se nos ha permitido hablar de política en los deportes, pero de repente ahora está permitido. Entonces, [now] que se nos permite, espero que la gente también mire la opresión en todas partes del mundo”.

“Quiero decir, los palestinos han estado pasando por eso durante los últimos 74 años y, bueno, supongo que porque no encaja en la narrativa de los medios de Occidente, no podíamos hablar de eso, pero ahora que podemos hablemos de Ucrania, podemos hablar de los palestinos. Así que, por favor, ténganlo en cuenta”. exigió Farag.

Los atletas rusos y bielorrusos se han enfrentado a prohibiciones generalizadas en docenas de deportes a raíz de la operación militar de Moscú lanzada en Ucrania el mes pasado, que según el presidente Vladimir Putin tiene como objetivo proteger a los ciudadanos en las repúblicas recientemente reconocidas en Donetsk y Lugansk, así como ‘desmilitarizando’ y ‘desnazificando’ a la propia Ucrania.

La medida ha sido condenada por Occidente, y la respuesta se extendió al deporte con amplias sanciones impuestas a los atletas rusos y a los dignatarios deportivos que hablaron libremente en contra de la situación.

Los funcionarios rusos han denunciado las prohibiciones como discriminatorias y que socavan el principio de que el deporte permanece fuera de la política.

Con respecto a Palestina, el club de fútbol escocés Celtic fue multado con alrededor de $ 11,000 por el organismo rector europeo UEFA en 2016 después de que algunos de sus fanáticos ondearan la bandera palestina cuando se enfrentaron al club israelí Hapoel Be’er en un partido de clasificación de la Liga de Campeones en Celtic Park.

Para el partido de vuelta, la policía israelí advirtió a los aficionados del Celtic que no agitaran el “bandera ilícita” por el cual el club recibió una multa de $ 21,000 por la exhibición de sus seguidores en otro partido de clasificación de la Liga de Campeones contra el KR Reykjavik dos años antes.

Como respuesta a la disciplina, los ultras de la Brigada Verde de Celtic donaron 176.000 libras esterlinas (220.000 dólares estadounidenses) a dos organizaciones benéficas palestinas como parte de un proyecto de financiación colectiva.

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