Un joven que huye de la guerra en Sudán y una mujer que se evacúa de Ucrania al mismo tiempo. Los dos tienen muchas cosas en común: los dos intentan alejarse del peligro y los dos intentan ingresar en Polonia como refugiados, pero sus experiencias son drásticamente diferentes. El New York Times ha contado sus historias.  

Cuando comenzó la operación especial militar en Ucrania, Albagir, el joven sudanés de 22 años, estaba sobre el suelo helado de un bosque cercano a la frontera con Polonia, intentando sobrevivir. Lo buscaban los drones y helicópteros de la guardia fronteriza polaca, mientras él estaba cubierto de nieve con la temperatura fuera por debajo de cero grados. 

Albagir es un estudiante de medicina, que junto con varios refugiados africanos intentó ingresar en Polonia teniendo en sus bolsillos solo unos cuantos dátiles que le quedaron. 

En la misma noche, Katya Maslova de 21 años, agarró su maleta y tableta en Odessa, se metió con su familia en un Toyota Rav 4 y se apresuraron hacia la frontera con Polonia para evitar los estragos de enfrentamientos armados. 

Pero las diferencias no acabaron allí. Albagir, quien pidió mantener su apellido en anonimato, fue insultado por su raza y los guardias fronterizos le propinaron una brutal paliza, sin olvidarse de darle unos cuantos puñetazos en la cara. 

Mientras tanto, Katya se despierta cada día con un frigorífico lleno y la comida esperándola en la mesa gracias a un hombre al que ella llama un santo. 

Estas dos historias muestran las abismales diferencias que se viven en la crisis de refugiados en Europa, donde las dos personas buscan lo mismo, pero reciben un trato completamente diferente debido a su procedencia. 

Al final, Albagir logró cruzar la frontera, pero lo hizo de manera ilegal y ahora se refugia en una casita rural de la cual no puede salir por temor a que se le capture. El joven sudanés se encuentra en un estado de shock. 

«¿Por qué nosotros no vemos este cuidado y amor? ¿Por qué? ¿Acaso los ucranianos son mejores que nosotros? No lo sé. ¿Por qué?», se pregunta el joven. 

(Sputnik)