El Kremlin calificó de inadmisibles las declaraciones del presidente de EEUU, Joe Biden, sobre el presidente ruso, Vladímir Putin, comunicó el portavoz ruso, Dmitri Peskov. 

El 16 de marzo, Biden afirmó ante la prensa que Putin «es criminal de guerra». 

«Nuestro presidente es un estadista muy sabio, perspicaz y culto. También es jefe de Estado y máximo dignatario de la Federación de Rusia. Semejantes declaraciones del Sr. Biden —ya lo dije ayer [16 de marzo]— son absolutamente intolerables, inadmisibles e imperdonables. Y, lo que es más importante, difícilmente tiene derecho a hacerlas el dirigente de un país que durante años ha estado bombardeando a personas a lo largo del mundo», apuntó el portavoz ruso. 

El representante del Kremlin recordó que en 1945 EEUU lanzó bombas atómicas sobre Japón, una acción que no tenía ningún sentido desde el punto de vista militar porque «el país ya estaba derrotado». 

«Nuestra firme convicción es que el presidente de una nación como EEUU no tiene ningún derecho a decir lo que dijo», concluyó. 

Rusia rechaza la decisión de la CIJ 

Además, Peskov detalló que Rusia no puede tomar en consideración la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya sobre el caso de Ucrania contra Rusia, en el que Kiev pide imponer a Moscú medidas provisionales por el «genocidio» de los ucranianos en el marco de la operación militar especial rusa. 

El 16 de marzo, la CIJ dictaminó que Rusia debe suspender de inmediato su operación militar en Ucrania. 

«No podemos tomar en cuenta esta decisión. El tribunal internacional tiene el siguiente concepto: el consentimiento de las partes, y en este caso no se puede hablar de algún consentimiento», expresó. 

El 9 de marzo pasado, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró que la delegación de Rusia se había negado a participar en las audiencias de la CIJ, al calificar de absurda la demanda de Ucrania. 

El objetivo de las audiencias, celebradas el 7 y el 8 de marzo, según la CIJ, fue una solicitud presentada por Kiev para determinar las medidas cautelares para que Moscú detuviera su operación militar. 

La delegación rusa no asistió a las audiencias, de lo cual notificó por anticipado. 

Moscú descarta la suspensión de pagos 

Asimismo, Peskov afirmó que el Kremlin descartó la posibilidad de un impago en Rusia. 

«No puede haber ninguna suspensión de pago porque Rusia tiene los fondos necesarios», aseveró. 

El Ministerio de Finanzas ruso emitió el 14 de marzo la orden de pago a los bancos estadounidenses para que transfieran más de 117 millones de dólares a los tenedores de sus bonos. 

Peskov advirtió que una hipotética suspensión de las obligaciones ante los acreedores podría ser generada «solo de forma artificial» por agentes externos. 

«Desde el principio hemos sido claros, Rusia tiene los fondos necesarios y la capacidad para no permitir ninguna suspensión de pago», destacó. 

Estados Unidos y la Unión Europea vienen imponiendo sanciones unilaterales a Rusia desde hace años con distintos argumentos. 

Rusia y Ucrania, lejos de un mutuo acuerdo 

El vocero ruso también apuntó que Rusia y Ucrania de momento están lejos de un acuerdo respecto a la operación especial rusa. 

«El trabajo continúa, cuando haya avances les avisaremos», recordó. 

El portavoz señaló que la delegación rusa demuestra una disposición mucho mayor que la ucraniana para llevar a cabo las negociaciones en modo de emergencia. 

«Nuestras condiciones [para lograr un acuerdo] son extremadamente claras, formuladas y señaladas a la atención de los negociadores ucranianos. Al mismo tiempo, sabemos que el estilo de negociación de la parte ucraniana es muy lento», consideró. 

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev. 

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania. 

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica. 

(Sputnik)