Abusó sexualmente de más de 20 niñas, de entre 2 y 13 años, y distribuyó imágenes sexuales de las víctimas en una de las mayores redes de pedofilia de Europa. Dumitru R. N. el pederasta más peligroso de España, fue condenado por la Audiencia Provincial de Madrid a casi 300 años de cárcel por abusos sexuales a menores y elaboración y distribución de pornografía infantil. Estaba detenido desde 2018.

Los hechos se remontan al 17 de julio de 2018, día en que la Interpol tuvo conocimiento de la distribución de vídeos a través de una “de las redes pedófilas más peligrosas” en las que estos monstruos sexuales “intercambian consejos para evitar ser detectados por la Policía”.

En los videos que él mismo distribuía se veía su rostro o tatuajes, y las caras de algunas de las víctimas, todas ellas de habla o ascendencia rumana. Detenerlo no fue tarea complicada: dos días después, y tras analizar el material, la Policía descubrió que las imágenes estaban rodadas en su propio domicilio de Colmenar de Oreja, por lo que se procedió a detenerlo.

En la vivienda encontraron torres de computadoras, tarjetas de memoria, tabletas digitales y cámaras de fotos. Además, el depredador también había grabado desde el dormitorio de su hija menor. “En el material intervenido se encontraron numerosos archivos con fotografías y vídeos relativos a menores en claros y explícitos comportamientos sexuales, siendo algunos de ellos especialmente degradantes y vejatorios”, dice el fallo, que relata las prácticas con penetración sexual a las que sometió a las niñas.

Este rumano, casado y con hijos, había perfeccionado su ‘modus operandi’. Se ganaba la confianza de los padres de las víctimas, algunas de las cuales eran conocidas de sus hijos, y los convencía para ser él el encargado de llevarlas y recogerlas del colegio. Era en esos intervalos cuando Dumitru agredía o abusaba sexualmente de ellas. Solo en el material intervenido, entre los años 2012 y 2018, se pudo comprobar las violaciones a al menos 24 menores tanto en su vivienda como en las de las víctimas u otros lugares. Algunas de ellas no han podido ser identificadas.

(Clarín)