Los fuerzas ucranianas colocaron explosivos en una central hidroeléctrica en la provincia de Nikoláev, al centro sur de Ucrania, informó el jefe del Centro Nacional de Gestión de la Defensa de Rusia, el general coronel Mijaíl Mízintsev.

«En la provincia de Nikoláev, militantes de las formaciones nacionalistas minaron las esclusas de descarga de agua de la central hidroeléctrica Alexándrovskaia del río Bug del Sur, que los neonazis planean hacer explotar«, indicó.

Según Mízintsev, al detonar los explosivos, «más de diez asentamientos y el área adyacente a la ciudad de Voznesensk estarán en la zona de inundación».

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania, alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

El 29 de marzo, al término de las negociaciones ruso-ucranianas en Estambul, el Ministerio de Defensa de Rusia reafirmó que da por cumplido el objetivo esencial de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y se enfocará en adelante en «la liberación del Donbás».

El ente militar se comprometió a reducir drásticamente la intensidad de su ofensiva sobre Kiev y Chernígov, en el norte de Ucrania, pero aclaró que no habría un alto el fuego. Algunos países, como EEUU, atribuyeron este anuncio a la intención de reagrupar y reposicionar las fuerzas.

(Sputnik)