Este domingo 3 de abril, el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, fue el blanco de un medio de comunicación colombiano para desprestigiarlo acusándolo de ser «ficha del régimen de Miraflores» con objetivos intervencionistas en el país vecino y otros argumentos falaces.

«El elegido de Nicolás Maduro para meterse en Colombia» reza un titular de El Colombiano, donde en una extensa nota, presentan una rocambolesca historia en la que Bernal figura como un buscador de «contactos» entre el narcotráfico colombiano para trazar puentes entre Caracas y Bogotá con ayuda de unos supuestos cinco radares militares financiados por el gobierno ruso y colocados a lo largo de la línea limítrofe.

Según El Colombiano, las presuntas gestiones que adjudican a Bernal permitirían que el gobierno venezolano ajuste cuentas por seis venezolanos expulsados del país durante la fuerte represión que la administración de Iván Duque ejerció contra la población durante el Paro Nacional en mayo de 2021, además de otros sesenta en el mes de noviembre.

A esto se sumaría Sergei Vagin, un ciudadano ruso al que acusan de hacker para intervenir en la campaña de las elecciones presidenciales de Colombia de este año, cuyas encuestas están lideradas por Gustavo Petro, opositor al actual mandatario Iván Duque y quien en reiteradas ocasiones ha marcado distancias con el presidente Nicolás Maduro.

Por otro lado, El Colombiano utiliza una falacia ad hominem contra Bernal para desacreditarlo haciendo burla de los ejercicios y actividad física del gobernador. «Todos los reels de imágenes comienzan con la frase ‘saludos Táchira’, posa como si fuera un influencer fitness y alardea de su estado físico», es una prueba de los flácidos argumentos de El Colombiano.

«El gobernador defiende la teoría de que Colombia ha querido agredir a Venezuela, invadirlos supuestamente con el mismo formato de la guerra en Siria o Libia», cita la nota de El Colombiano desestimando lo que es una realidad, la presencia de terroristas armados y narcotraficantes colombianos (tancol) en el estado Apure.

Finalmente, entre otras cosas, los propios argumentos de El Colombiano pierden su fuerza cuando indican que «no hay indicios que demuestren que los ciudadanos extranjeros capturados en el país estén vinculados con los gobiernos de sus naciones». Al contrario de la presencia de Estados Unidos en Colombia y los constantes ejercicios militares entre los dos países, que sí forman, claramente, parte de una agenda intervencionista.

(LaIguana.TV)