Este 5 de abril, el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela analizó el trasfondo de la pretensión de los países de la OTAN en llevar a la Federación Rusa y a miembros de su gobierno ante tribunales internacionales por la presunta comisión de crímenes de guerra en Ucrania. 

Pérez Pirela enfatizó que no se trata de presentar a ninguna potencia como superior a otra en ningún aspecto, sino de denunciar el doble rasero que aplican los países Occidentales para hablar de los derechos humanos, cuando su historial no es precisamente limpio e incluso, naciones como Francia o Gran Bretaña, tienen en su haber siglos de tropelías contra los pueblos del Sur global. 

De Yugoslavia a Ucrania: la OTAN apuesta por un guion repetido 

Decidido a impedir que cristalicen las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania, Occidente se juega una nueva carta: acusar al gobierno del presidente Vladimir Putin de cometer crímenes de guerra, de cara a su eventual enjuiciamiento en un tribunal penal internacional. 

«La pregunta es: ¿quiénes lo acusan? ¿Cómo se han comportado? Esa eso es lo que intentaremos responder», dijo el filósofo para orientar la disertación, que comenzó por la precisión del pretexto esgrimido por la OTAN en esta ocasión: el asesinato de numerosos civiles, que, según voceros y medios de comunicación occidentales, habrían sido ejecutados por el ejército ruso en la ciudad de Bucha, localizada en las afueras de la ciudad de Kiev.  

El presidente estadounidense, Joe Biden, fungió como vocero de esta nueva tentativa y calificó lo sucedido como «horrible», al tiempo que aprovechó la ocasión para tachar nuevamente a Putin de «criminal de guerra» y para justificar el envío de más armas al gobierno ucraniano. 

Sobre esto, el comunicador destacó que Biden, quien cuenta con una larga trayectoria en la burocracia estadounidense, incluyendo el ejercicio como vicepresidente durante dos períodos, es quien se atreve a formular estas acusaciones. 

Desde el otro lado de la acera, refirió que la cancillería rusa respondió a los señalamientos de Biden, recomendando que se hiciera lo propio con los crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN desde la mismísima Segunda Guerra Mundial. 

Sobre esto, María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusia, aconsejó este lunes a la administración estadounidense iniciar los procedimientos para investigar los crímenes de guerra cometidos por Occidente, particularmente sobre la extinta Yugoslavia e Irak. 

A continuación, Pérez Pirela citó textualmente la réplica de la funcionaria: «Biden pide un juicio por crímenes de guerra. ¡Gran idea! Que empiecen con el bombardeo de Yugoslavia y la ocupación de Irak. También podemos encontrar a los principales directores de las producciones de Srebrenica». 

En su opinión, el comentario de Zajárova sobre la masacre de Srebrenica, ocurrido en 1995 en Bosnia Herzegovina, no es gratuito, pues fue el argumento empleado por la OTAN para acusar al mandatario yugoslavo Slobodan Milošević de genocidio y limpieza étnica, que devino en justificación de los feroces bombardeos de la OTAN en Serbia durante la primavera de 1995.

La realidad, explicó, es que Milošević, aunque fue llevado a la Corte Penal Internacional y figura como el gran responsable de los conflictos bélicos que siguieron a la desintegración de Yugoslavia, no respaldó esas acciones de las que se responsabilizó unánimemente Belgrado, pese a que las pruebas condenatorias nunca fueron exhibidas al público. 

Siguiendo con el caso de la destrucción de Yugoslavia por la parte de la OTAN, relató en la misma coyuntura y con un argumento similar, la Alianza Atlántica aprovechó para azuzar el separatismo de la provincia serbia de Kosovo, habitada por una mayoría albano-kosovar, que derivó en nuevos bombardeos realizados entre 1999 y 2000, así como en la autoproclamación de una república en 2008, que a la fecha goza de reconocimiento internacional limitado. 

Por ello, a su parecer, tampoco es producto del azar que, en sus señalamientos, Zajárova haya mencionado «el tráfico de órganos en Kosovo bajo la cobertura de funcionarios estadounidenses». 

Desde Moscú han calificado esta masacre como un «montaje» con el que se pretende socavar la posición internacional de Rusia y apalancar nuevas sanciones en distintos planos.

Para ahondar en esto, puntualizó que el Ministerio de Defensa ruso negó las acusaciones del gobierno de Ucrania sobre la supuesta matanza de civiles en la ciudad de Bucha, en la región de Kiev, y ha calificado las fotos y videos que circulan extensamente como otra producción del gobierno de Volodímir Zelenski para los medios de comunicación occidentales.

Así, según el gobierno ruso, «todas las fotos y videos publicados por el régimen de Kiev que supuestamente atestiguan algunos ‘crímenes’ cometidos por militares rusos en la ciudad de Bucha, en la región de Kiev, son un montaje más».

Los voceros castrenses rusos subrayaron que «las fotos y vídeos de Bucha son otro montaje del régimen de Kiev para los medios de comunicación occidentales, como ocurrió en Mariúpol con la maternidad, así como en otras ciudades».

En la misma línea indicó que el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, secundó lo expresado por el Ministerio de Defensa de su país sobre el caso y además acusó al Reino Unido, que ejerce la presidencia mensual en el Consejo de Seguridad de la ONU, de impedir dos reuniones solicitadas por Moscú para desmontar la matriz de opinión. 

Lavrov insistió en que estos hechos tendrían que aclararse cuanto antes, pues representan «una amenaza» para la seguridad y la paz del mundo. 

Los reclamos rusos ante la ONU no concluyeron con lo expresado por su Cancillería, pues este martes, el representante permanente de Rusia ante las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, protestó la injustificable negativa británica para convocar una sesión del Consejo de Seguridad para presentar sus alegatos en contra de lo que calificó como «una horrible provocación» por parte de Kiev. 

El comunicador resaltó que, en su intervención, Nebenzia tachó de «ultrajante» la prerrogativa que se tomó el Reino Unido –y que fue tácitamente respaldada por Estados Unidos y Francia– para violentar la normativa del organismo y exigió explicaciones a Londres. 

Agregó, asimismo, que, en la jornada previa, el diplomático aseguró que su gobierno tenía «pruebas fácticas» de que la masacre en Bucha había sido una operación de falsa bandera preparada por el gobierno ucraniano con el beneplácito de Occidente y que las mostraría al mundo. 

Imágenes dudosas que sirven de justificación para extender la guerra

Los funcionarios rusos alegan que los audiovisuales que pretenden servir de prueba de los supuestos crímenes de guerra cometidos por su ejército en las afueras de Kiev, tienen tras sí, cuando mínimo, una larga sombra de duda. 

En particular destacan que las dantescas imágenes comenzaron a circular varios días después de la retirada de las tropas rusas de los alrededores de Kiev, tal y como se acordó en la más reciente ronda de negociaciones celebrada en Turquía a inicios de la semana previa. 

«Me ha llamado la atención que los voceros ucranianos y el mismo Zelenski hablan de ‘zonas liberadas’, cosa que no es cierta, porque en realidad se trata de repliegues de las fuerzas rusas derivados de acuerdos en las negociaciones», advirtió el analista. 

A modo de contexto, relató que Ucrania ha dado amplia cobertura a lo sucedido en la ciudad de Bucha, donde supuestamente los militares rusos se retiraron dejando enormes bajas civiles, pero al momento de mostrar las imágenes, no se percataron de que uno de los supuestos asesinados mueve el brazo y se incorpora.

De este modo, en su opinión, lo ocurrido en la ciudad de Bucha apareció en varias publicaciones de los medios occidentales como si se tratara de una campaña mediática planificada, dado que las tropas rusas habían abandonado el lugar el 30 de marzo. Entonces surge la pregunta de dónde estuvieron estas imágenes durante cuatro días. 

Además, lo que pocos saben es que muchas fotos de Bucha publicadas en Ucrania muestran brazaletes blancos en las mangas de los muertos. Según publica Komsomolskaya Pravda, esta es una marca de identificación rusa para mostrar que no son enemigos, los locales se los ponen por si acaso y es muy probable que no lograran quitárselos porque la situación cambia rápidamente y pudieron ser abatidos por las fuerzas ucranianas.

«Esto lo presento a título de hipótesis. No me atrevo a hacer juicios como los que ya está haciendo la mediática occidental», matizó. 

Para Pérez Pirela, es necesario agregar a la valoración de la situación las declaraciones del alcalde de Bucha fechadas el pasado 31 de marzo, en las que reconoce que ya no hay soldados rusos en el lugar y no alude a ninguna masacre. 

Asimismo, el Ministerio de Defensa de Rusia acusó al gobierno ucraniano de escenificar masacres de civiles para culpar a los militares rusos en zonas del país en las que ya no tienen presencia. 

En relación con este punto, refirió que el portavoz ministerial Igor Konashénkov aseguró que la tarde de este 4 de abril, efectivos ucranianos desplegados en la localidad de Moschún, en las afueras de Kiev, grabaron un nuevo montaje destinado a medios occidentales y acusó al gobierno de Zelenski de tener preparadas otras piezas de información falseada en ciudades como Sumy o Konotop.  

Por otro lado, señaló que, en su intervención ante el Consejo de Seguridad de este martes, Vasili Nebenzia se dirigió directamente al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, para instarlo a abandonar la agenda occidental e implementar una en favor de los intereses de su país. 

Nebenzia echó en cara al mandatario sus vanas promesas de campaña relacionadas con el fin de la guerra en el Donbás y a la preservación de la integridad de las vidas y tradiciones de los ucranianos de etnia rusa, sintetizó el director de LaIguana.TV.

También lo acusó de incumplir con los Acuerdos de Minsk y de adoptar la política ultranacionalista seguida por su antecesor, pues, aunque lo niega públicamente, apoya la operación de grupos neonazis en el país, a los que Rusia sindica de crímenes de guerra contra miembros de su ejército y sobre la población civil que no se alinea con sus prácticas barbáricas. 

Como cabía esperar, Zelenski sacó provecho de la tribuna para repetir las acusaciones occidentales contra Rusia relativas a la comisión de crímenes de guerra, pero fue todavía más lejos al sugerir que si la ONU no era capaz de ofrecer «garantías de seguridad», debería desaparecer, apuntó Pérez Pirela. 

Específicamente, el gobernante cuestionó el uso que Rusia le está dando a su poder de veto de en el Consejo de Seguridad en el marco de este conflicto –aunque es una prerrogativa de la que gozan todos los miembros permanentes–, que, en su decir, le permite salir impune de los delitos cometidos en otro Estado, refirió.

«Pregunto, ¿los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia no han hecho uso de este veto para sus propias miserias?», se preguntó retóricamente el filósofo.      

En continuidad con el relato de la intervención del mandatario ucraniano ante el Consejo de Seguridad de la ONU, precisó que el gobernante sugirió a las naciones optar entre la eliminación de Rusia del organismo y su reforma, así como instalar una sede de la instancia multilateral de reemplazo en Ucrania, con un rol similar al que juega la sede de la ONU en Ginebra. 

Antes de cerrar este punto, puntualizó que China, que ha evitado asumir una posición beligerante en la confrontación, a través de su embajador en la ONU, Zhan Jun, advirtió a Occidente que se abstuviera de crear obstáculos para alcanzar la paz en Ucrania. 

«Es precisamente lo que está haciendo Occidente. No le conviene a Occidente, específicamente a los Estados Unidos, que esta guerra termine», señaló el especialista.

De vuelta a los dichos de Zhan, refirió que con respecto a la masacre de Bucha, Beijing subrayó que «cualquier acusación debería basarse en hechos» y «antes de sacar conclusiones, las partes deberían actuar con cautela y evitar acusaciones infundadas». 

El gobierno chino reiteró que aboga por la resolución pacífica de las diferencias y, en ese orden, rechaza toda acción que inflame la ya delicada situación o que permita que esta se extienda. 

En cualquier caso, dijo para redondear, pese a todas las dudas en expresadas por el Kremlin y a las evidentes inconsistencias tras las acusaciones, las naciones occidentales trataron la situación de Bucha como que si tratara de hechos comprobados fehacientemente y anunciaron nuevos cercos diplomáticos y financieros a Moscú. 

Bucha: excusa para más sanciones diplomáticas y financieras

Desde el punto de vista de Miguel Ángel Pérez Pirela, el tratamiento de Occidente a lo sucedido en Bucha, permite avanzar la hipótesis de que el incidente se está usando como pretexto para imponer más sanciones diplomáticas y financieras contra Moscú. 

De nuevo, Estados Unidos asumió el papel de vanguardia como país sancionador y anunció este lunes que buscará la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU) por supuestamente haber cometido crímenes de guerra en Ucrania, indicó al respecto. 

Fue Linda Thomas-Greenfield, embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, la encargada de informar que «en estrecha coordinación con Ucrania y otros Estados miembros y socios en la ONU, Estados Unidos va a buscar la suspensión de Rusia» del CDHNU.

La diplomática basó su solicitud en un conjunto de publicaciones en las que se acusa a las fuerzas rusas de cometer crímenes de guerra en Ucrania, particularmente en Bucha, explicó el analista. 

Para fundamentar el punto, recuperó lo expresado por la embajadora estadounidense en la ONU: «Mi mensaje para esos 140 países: las imágenes de Bucha y la devastación en toda Ucrania requieren que ahora igualemos nuestras palabras con acciones».

Por otro lado, señaló que además de mantener un estricto respaldo a la versión de Ucrania sobre la masacre registrada en Bucha, en los últimos dos días un conjunto de naciones de la Unión Europea anunció la expulsión de unos 120 diplomáticos rusos de sus territorios. 

Para el gobierno del presidente Vladímir Putin, la acción estaba preparada con antelación y se valió del asesinato de civiles en Bucha –en los que Rusia insiste que no está involucrada– para intentar socavar las relaciones bilaterales del país eslavo con sus socios europeos. 

Precisó, asimismo, que entre las naciones que anunciaron expulsiones figuran Alemania, Dinamarca, Italia, Letonia, España, Francia y Eslovaquia, decisión que fue calificada por la vocería como «paso miope» y adelantó que tomará medidas de reciprocidad, si bien descartó una ruptura de relaciones diplomáticas con las naciones hostiles. 

En reacción a lo anunciado por diversas naciones europeas, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, ha advertido este martes que «se tomarán medidas equivalentes contra el personal de las oficinas de ese país», agregando que esta respuesta no será inmediata y puede demorarse unos días.

A su vez, puntualizó el comunicador, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tildó como «paso miope» la expulsión masiva de diplomáticos rusos, diciendo que inevitablemente habrá medidas de respuesta y enfatizando que tales medidas reducen la posibilidad de mantener relaciones diplomáticas en las complejas condiciones actuales. 

La Unión Europea no se quedó atrás y Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció que este 6 de abril el bloque discutirá la imposición de la quinta ronda de sanciones contra la economía rusa, que incluyen bloqueos de cuatro importantes bancos, así como un bloqueo contra los buques operados por Rusia en los puertos europeos. 

El analista resaltó que los cercos contra Rusia no se limitan a la economía o la diplomacia. La narrativa antirrusa ha alcanzado proporciones tan delirantes que incluso la National Gallery de Londres renombró el famoso cuadro Las Bailarinas Rusas, pintado por el francés Edgar Degas en 1899, como Las Bailarinas Ucranianas. 

Comentó, asimismo, que, en un intento de justificación, la institución alegó que la discusión de cambio de nombre tenía años en curso, puesto que para el momento en el que Degas pintó la conocida escena, Ucrania formaba parte del Imperio Ruso. 

Tal acción se corresponde con lo que demandara Piotr Gliński, viceprimer ministro polaco: la desaparición, sin excepción, de cualquier manifestación de la cultura rusa en la vida social. 

«Esto es nazi, esto es fascista, además de una grandísima estupidez. Como que, si el fascismo no fuese una grandísima estupidez», señaló. «Polonia siendo más gringa que los gringos con su gobierno de extrema derecha (…). No puedo entender cómo el fascismo puede anular el pensamiento de un ser humano hasta este punto», agregó.

El gas, talón de Aquiles de Europa

«Una cosa muy seria es el tema del gas, el tema de la energía. Los europeos se van a quedar sin energía y la poca que consigan van a tener que pagarla a precio de oro, pues el gas es el talón de Aquiles de Europa», sostuvo Pérez Pirela para abordar otro aspecto que sirve de telón de fondo para todos los movimientos que han hecho los países de la OTAN en los últimos días. 

Una actualización sobre este asunto que valoró ineludible es que este lunes, el gobierno alemán anunció que tomará el control de Gazprom Germania, antigua filial de la estatal Rusia Gazprom, hasta el venidero 30 de septiembre, en razón de «su importancia para el suministro».  

El analista enfatizó el tratamiento deferente que aplicaron medios occidentales como Euronews, DW o France24 para aludir al punto, lo que contrasta con la manera como reseñan expropiaciones realizadas por países que no están alineados con la OTAN. 

De regreso al anuncio de Alemania, detalló que Robert Habeck, ministro de Economía del país germano dijo este lunes que «el gobierno está haciendo lo necesario para garantizar la seguridad del suministro en Alemania, y esto incluye no exponer las infraestructuras energéticas a decisiones arbitrarias del Kremlin». 

Más precisamente, Hebeck indicó que «los derechos de voto de los propietarios de Gazprom Germania se transfieren a la agencia federal de redes, la Bundesnetzagentur», que en adelante podrá «tomar todas las decisiones necesarias para garantizar el suministro» de gas licuado, resumió. 

Agregó que en un breve comunicado difundido en su sitio web este 5 de abril, la gigante energética reiteró que finalizó «su participación en GAZPROM Germania GmbH de Alemania el 31 de marzo de 2022». 

La compañía rusa aclaró, asimismo, que «GAZPROM Germania GmbH y las empresas controladas por ella, incluida Gazprom Marketing & Trading Ltd., así como sus objetos de inversión, dejarán de utilizar las marcas registradas de Gazprom, incluso en nombres y símbolos corporativos, para evitar una mayor asociación de sus actividades con el Grupo Gazprom».

Con respecto a la reacción rusa, precisó que el presidente Vladímir Putin advirtió en una reunión para anunciar medidas en favor de los agricultores locales, que las nacionalizaciones de empresas energéticas podrían convertirse en «un arma de doble filo» para las naciones que apelaran a ellas. 

En el mismo encuentro, Putin aseguró que Occidente intenta culpar a Rusia «por sus propios errores». Se refería a la escasez de mercancías esenciales como fertilizantes, derivada de las medidas coercitivas unilaterales impuestas a Moscú, explicó. 

Pérez Pirela recordó que las tensiones entre el Kremlin y Bruselas viven su peor punto desde que el mandatario ruso exigiera a «países no amistosos» cancelar el pago del gas en rublos. 

En concreto, refirió que el pasado 31 de marzo, Putin anunció que «para adquirir el gas natural, [los países hostiles] deberán abrir una cuenta en rublos en los bancos rusos para que puedan hacer los desembolsos en esa moneda desde el 1º de abril», so pena de suspender los contratos asociados a la distribución de gas, porque Moscú interpretará el fallo en el cobro como un impago.

En el mismo orden –y como ya habían adelantado otros voceros–, el mandatario reiteró que Rusia no enviará gratuitamente gas a los países de Europa que tienen contratos con Gazprom, que, de momento, es la única entidad cuyos acuerdos para suministro de gas licuado tendrán que honrarse en rublos. 

Pese a su difícil situación energética, Europa se ha negado en redondo a honrar sus compromisos en rublos y, en su lugar, ha anunciado planes para disminuir su dependencia del gas licuado que procede de Rusia. 

Para ahondar en este anuncio, mencionó que Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, prometió que, a fines de 2022, los países del bloque comunitario habrían reducido en dos terceras partes su dependencia del gas ruso. 

Según los dichos del funcionario referidos por Pérez Pirela, la meta concreta sería encontrar proveedores para 100.000 millones de metros cúbicos de gas licuado, pero no adelantó cuáles podrían ser esos países ni cómo se realizarían el transporte, la descarga, el almacenamiento y el traslado interno de los combustibles por vías distintas a los gasoductos operados por Rusia. 

Timmermans tampoco detalló cuánto dinero tendría que desembolsar Bruselas para adecuarse a esta nueva realidad, que se formuló como un hecho basado en la premisa de que el gas continuaría fluyendo desde Siberia hasta las naciones de Europa. 

Desde el otro lado del tablero, refirió que, en su intervención del pasado jueves, Putin describió un sombrío panorama asociado a sanciones impuestas por Occidente sobre su país y responsabilizó a Europa de su dramática situación, al mostrarse incapaz de desarrollar una agenda propia y plegarse a los intereses de los Estados Unidos, aun cuando esto contravenga los de sus ciudadanos y le traiga indeseables consecuencias. 

Asimismo, en acuerdo con lo que han expresado numerosos analistas políticos y especialistas, vaticinó una época de gran crisis económica, desempleo, inflación y hambrunas, particularmente en los países más pobres. 

«Putin fue muy categórico y diría yo, muy duro en la sinceridad de sus palabras», enfatizó el analista. 

Pérez Pirela sostuvo que estas advertencias sobre las consecuencias de las sanciones trascienden con creces a las opiniones de analistas y líderes implicados en el conflicto en Ucrania, pues en la reunión del Consejo de Seguridad desarrollada este martes, Ronaldo Costa Filho, representante de Brasil ante la ONU, señaló que el organismo está fallando en la promoción de un diálogo constructivo entre Rusia y Ucrania, al tiempo que advirtió que la crisis podría desencadenar una hambruna mundial. 

Costa resaltó el sufrimiento humano que causan tanto la guerra como las sanciones. En este sentido, aludió al incremento en el precio de los hidrocarburos, así como de alimentos, abonos y fertilizantes. 

Sobre los fertilizantes alertó que ya empiezan a escasear en los países de América Latina, que los importan principalmente de Rusia, a lo que se suman las dificultades derivadas del aumento de los precios de la energía, cuyos efectos ya empiezan a sentirse en varias naciones. 

Regresando a lo expresado por el diplomático brasileño en la ONU, se permitió citar lo que dijera sobre este tema: «La seguridad alimentaria se ha convertido en una amenaza todavía mayor para los pueblos más pobres del mundo, sobre todo en los países en desarrollo. Cuanto más dure este conflicto, mayor será el riesgo de más inestabilidad, de hambre y destrucción en Ucrania y en todo el mundo». 

(LaIguana.TV)