Ucrania presentó un borrador de su proyecto del acuerdo de paz con Rusia, en el que aparecen cláusulas que difieren de las propuestas hechas en Estambul, declaró el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. 

«Ayer [6 de abril] la parte ucraniana presentó al grupo de negociación su proyecto del acuerdo, que muestra un alejamiento de las cláusulas más importantes fijadas en la reunión de Estambul del 29 de marzo», dijo el titular ruso.  

Lavrov recordó que que en el documento de Estambul «los ucranianos expresaron claramente que las garantías futuras de la seguridad de Ucrania no se aplican a Crimea y Sebastopol». 

«En el mismo proyecto de ayer, esa declaración clara no aparece», denunció el ministro, agregando que, en su lugar, se proponen «formulaciones imprecisas sobre algún tipo de control efectivo relacionado con la situación para el 23 de febrero». 

Según el ministro ruso, además la víspera fue presentada la idea de llevar los problemas relacionados con Crimea y Donbás a una reunión entre los presidentes de Rusia y Ucrania, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski. 

«De seguro, en la etapa siguiente la parte ucraniana pedirá una retirada de las tropas, y seguirá agregándole nuevas y nuevas condiciones. Ese propósito resulta evidente, pero es inaceptable», recalcó el canciller ruso. 

El jefe de la diplomacía rusa también precisó que el documento de Estambul decía explícitamente que, en el contexto de que Ucrania se convirtiera en un Estado neutral y libre de armas nucleares, cualquier ejercicio militar con la participación de contingentes extranjeros se llevaría a cabo solo con el consentimiento de todos los países garantes, incluida Rusia. 

«Sin embargo, en el borrador del tratado recibido ayer, esa disposición inequívoca también fue reemplazada, y ahora estamos hablando de la posibilidad de realizar ejercicios con el consentimiento de la mayoría de los Estados garantes, sin ninguna mención de Rusia», recalcó el jefe de la diplomacia rusa. 

Lavrov anunció que Rusia seguirá negociando con Ucrania pese a todas los montajes. 

«A pesar de todas los montajes, la delegación rusa continuará con el proceso de negociaciones», declaró. 

Según el canciller, Rusia también insistirá en su proyecto de acuerdo con Ucrania que recoge todas las demandas iniciales de Moscú. 

La línea política de Kiev, continuó, pretende «retrasar e incluso socavar» las negociaciones, desviándose de los acuerdos alcanzados previamente. 

La reciente ronda de negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania se celebró el 29 de marzo en la ciudad turca de Estambul a puerta cerrada y duró alrededor de tres horas. 

El jefe de la delegación rusa, Vladímir Medinski, informó que Ucrania presentó una serie de propuestas en las que acepta no unirse a alianzas militares, incluida la OTAN, a cambio de garantías de seguridad por parte de varios Estados. 

Además, Kiev promete renunciar al intento de recuperar los territorios de Crimea, Sebastopol y Donbás por la vía militar, y que las garantías de seguridad para Ucrania no se aplicarán a los territorios en cuestión. A la vez, pide a Moscú que no se oponga al ingreso de Ucrania en la Unión Europea. 

Asimismo, Medinski anunció los «dos pasos» que Rusia está dispuesta a dar para reducir las tensiones y alcanzar el acuerdo con Ucrania, en concreto, bajar la intensidad de su operación en las zonas de Kiev y Chernígov y celebrar una reunión entre los presidentes ruso y ucraniano, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, simultáneamente con la rúbrica del acuerdo de paz por los ministros de Exteriores de ambos países. 

Rusia anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev. 

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania. 

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica. 

El 29 de marzo, el ministerio dio por cumplido el objetivo esencial de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y se enfocará en adelante en «la liberación del Donbás». 

El ente castrense se comprometió a reducir drásticamente la intensidad de su ofensiva sobre Kiev y Chernígov, en el norte de Ucrania, pero subrayó que no habría un alto el fuego. El portavoz del Kremlin, Dmitir Peskov, aclaró más tarde que Putin ordenó personalmente a las tropas rusas abandonar la región de Kiev.

(Sputnik)