Las afirmaciones de Ucrania sobre un supuesto «ataque con misiles» en la República Popular de Donetsk es un montaje, declaró el Ministerio de Defensa ruso.

Rusia no tiene nada que ver con el ataque con misiles, lanzado este 8 de abril contra una estación ferroviaria de la ciudad de Kramatorsk, en Donetsk, que se saldó con 30 muertos, comunicaron desde la insitución militar.

«Todas las declaraciones de representantes del régimen nacionalista de Kiev sobre un ‘ataque con misiles’ supuestamente perpetrado por Rusia contra la estación de tren de Kramatorsk este 8 de abril son un montaje y no corresponden a la realidad», dijeron.

El Ministerio castrense indicó que los misiles Tochka-U, fragmentos de los cuales fueron hallados cerca de la estación, se utilizan solo por Ucrania.

El ataque, agregó, según los datos actualizados, fue lanzado por las tropas ucranianas desde la localidad de Dobropolie, ubicada a 45 kilómetros al suroeste de Kramatorsk.

Según el ministerio, los militares ucranianos planearon impedir la evacuación masiva de los ciudadanos con el fin de usarlos como «escudo humano» para defender sus posiciones.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, por su parte, instó a tomar nota de la declaración del Ministerio de Defensa y apuntó que las fuerzas rusas «no utilizan este tipo de proyectiles».

El vocero agregó que Rusia «no había planeado realizar» ninguna tarea militar en Kramatorsk.

Por su parte, el portavoz de las milicias de la República Popular de Donetsk, Eduard Basurin, también atribuyó este ataque a las fuerzas ucranianas.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó el 24 de febrero pasado una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

El pasado 29 de marzo, al término de las negociaciones ruso-ucranianas en Estambul, el Ministerio de Defensa de Rusia reafirmó que da por cumplido el objetivo esencial de la primera fase de la operación, que era mermar la capacidad bélica de Ucrania, y se enfocará en adelante en «la liberación del Donbás».

(Sputnik)