Las principales vías de Honduras quedaron bloqueadas por más de nueve horas el pasado jueves, debido a un paro nacional convocado por transportistas para exigir subsidio a los combustibles, ante el incremento de los carburantes en el mercado internacional.

Debido al impacto del cierre de vías, que según estimaciones de la prensa local ocasionaron pérdidas por el orden de los 1.800 millones de lempiras (73,7 millones de dólares), el Gobierno de Xiomara Zelaya convocó a un diálogo con el sector.

«He instruido Comisión de Alto Nivel para que junto a transportistas, hoy [el jueves] a las 5:00 pm en Casa Presidencial formulen alternativas frente a crisis de combustible y transporte, y para que el martes Santo a las 2 pm me los presenten personalmente», indicó la mandataria.

Esta es la segunda gran crisis que enfrenta la administración de Zelaya, quien asumió el poder en enero pasado. La primera coyuntura, de carácter interno, fue justo antes de su asunción por diferencias entre los parlamentarios de su partido y la alianza encabezada por su delegado presidencia, Salvador Nasralla.

En esa oportunidad, sin embargo, el problema es de carácter externo. El incremento del precio de los combustibles en el mercado internacional ha afectado directamente los costos en el país centroamericano, que importa alrededor de 2 millones de barriles mensuales de carburantes, que provienen en su mayoría de EE.UU.

¿Qué piden los transportistas?

Las peticiones del sector de transporte, de momento, son dos: que el Gobierno otorgue un subsidio a los combustibles y que permita el aumento de las tarifas del servicio, lo que arroparía a los autobuses, taxis y mototaxis.

Para aumentar la presión en ese sentido, el gremio acordó el bloqueo de carreteras en el país, dejando impactantes imágenes de miles de personas a pie intentando llegar a sus destinos y colas interminables de automóviles. Aunque el Gobierno mandó a intermediarios, los transportistas exigían un diálogo directo con la mandataria.

Desde el Gobierno alegaron que el paro era «injustificado». En un trino, Castro recordó que su administración había implementado medidas para sortear el impacto de la suba de combustibles, como la rebaja al precio del diésel. «Protestar es un derecho, parar la circulación es un acto ilegal penado por la Ley y representa un boicot a mi gobierno. No hay diálogo hasta que suspendan el paro», sostuvo la mandataria.

Sin embargo, en la tarde, Castro convocó a las mesas de negociación y se levantaron los bloqueos. «Esperamos que se nos diga pronto sobre la reunión y llegar a consensos, todas las partes tenemos que ceder», expresó por su parte el dirigente de los transportistas, Marvin Galo, citado por La Prensa.

¿Y ahora qué?

La propuesta de la presidenta es que el próximo martes se presenten los avances de las negociaciones entre los transportistas y la comisión de alto nivel de su Gobierno. Mientras tanto, el país centroamericano registra precios récord en carburantes, ya que el galón de gasolina premium se expende en 4,94 dólares; el regular, en 4,61; y el de diésel, 4,49.

El gremio de transportes asegura que la rebaja otorgada por el Gobierno es insuficiente y exigen que haya medidas de fondo para cubrir el aumento de los repuestos y neumáticos. Sin embargo, la situación no depende exclusivamente de las medidas del Ejecutivo, en vista de que el incremento de los precios tiene relación directa con el conflicto entre Rusia y Ucrania.

Además, Honduras es un país que el año pasado importó de EE.UU. el 92,8 % de los combustibles (20,5 millones de barriles) que consumió, por lo que su dependencia de factores externos es evidente. En este contexto, desde el inicio de la crisis internacional han empezado a sonar con fuerza propuestas como el retorno del país al esquema de Petrocaribe, una iniciativa lanzada por Venezuela para proveer carburantes con un esquema de pagos más flexible.

A principios del mes pasado, el diputado del partido Liberal Rasel Tomé mostró su respaldo a la posibilidad de retornar al mecanismo. «Todos recordamos la política del expresidente Manuel Zelaya cuando logró traer a precios bajos los combustibles con Petrocaribe», dijo el parlamentario.

No obstante, la decisión no es automática y depende de la mandataria. «En el Congreso estaríamos muy de acuerdo en lograr que se tuviera precios más baratos del petróleo. Pero eso significa reactivar la política de derecho internacional hacia Venezuela», apuntó Tomé.

A finales de marzo, el viceministro de la República, Gerardo Torres, confirmó que el Gobierno evaluaba diversificar sus compras de carburantes a países como Argelia, Venezuela, México y Arabia Saudita para abaratar los costos. «Tenemos que ver cómo traer combustible barato a Honduras para reducir los precios y también de la canasta básica y el costo de la energía eléctrica», explicó a medios locales.

De momento, aunque la protesta en las calles ha cesado, la posibilidad del conflicto sigue latente por la incertidumbre internacional, la indudable dependencia energética del país centroamericano y la compleja situación de Castro, que debe sopesar el costo de negociar con Venezuela el retorno a Petrocaribe, un mecanismo fuertemente atacado por su principal proveedor de combustibles y la mano detrás del golpe de Estado contra Zelaya en 2009: EE.UU.

(RT)