Las autoridades locales de Santiago de Chile presentaron una estrategia de racionamiento de agua potable en medio de la grave crisis hídrica que enfrenta el país tras 13 años de sequía.

«Una ciudad no puede vivir sin agua, por eso presentamos hoy un ante la ciudadanía un plan de racionamiento de agua potable para Santiago», señaló en conferencia de prensa el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego.

El plan consiste en establecer cuatro etapas de alerta con distintos tipos de racionamiento dependiendo del nivel de abastecimiento de agua en los flujos que alimentan los embalses, estos son: alerta verde, alerta temprana, alerta amarilla y alerta roja.

Con alerta verde las medidas son más principalmente comunicacionales, con levantamiento de campañas de información llamando al ahorro de agua a los usuarios, pero a medida que avanzan las etapas las restricciones son más severas, pasando por la reducción de la presión en el servicio de distribución hasta llegar a cortes programados del servicio.

En alerta roja, el corte del servicio de agua puede implementarse cada 12, 6 o 4 días en caso de ser necesario, con un máximo de 24 horas y siempre deberán ser informados con prudente anticipación a la ciudadanía.

«Nosotros no podemos hacer llover, pero sí podemos prepararnos para no tener que llegar a una situación tan extrema», cerró.

Chile cumplió 13 años en sequía, con reducción en la disponibilidad de agua potable de entre 10 a 37% en comparación a hace 30 años, siendo 2021 el cuarto año más seco desde 1950.

(Sputnik)