Rusia vetó el ingreso al país al primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y otros altos cargos británicos en respuesta a las sanciones antirrusas, comunicó el Ministerio de Exteriores ruso. 

«A la luz de las acciones hostiles sin precedentes del Gobierno británico, en particular, las sanciones contra altos funcionarios de la Federación de Rusia, se decidió incluir a miembros clave del Gobierno británico y varias figuras políticas en la ‘lista negra’ rusa», dice el comunicado. 

Precisa que se prohíbe la entrada en Rusia al primer ministro, Boris Johnson, la ministra de Exteriores, Liz Truss, y el titular de Defensa, Ben Wallace, entre otros.  

La Cancillería rusa señala que dicha decisión se tomó en respuesta a «la campaña mediática e política desenfrenada de Londres dirigida a aislar a Rusia y crear condiciones para contener el país y asfixiar la economía nacional». 

Moscú denunció que el Reino Unido está agravando la situación en torno a Ucrania enviando a Kiev armas letales y coordinando semejantes acciones con los aliados de la OTAN. 

El Ministerio calificó de contraproducentes los intentos de Londres de promover más sanciones contra Rusia y advirtió que semejantes acciones no quedarán sin respuesta. 

Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó el 24 de febrero pasado, con el objetivo de «desmilitarizar» y «desnazificar» Ucrania, y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible. 

Decenas de empresas anunciaron desde finales de febrero la decisión de suspender sus negocios en y con Rusia. 

Por vez primera, las sanciones incluyen la desconexión parcial de Rusia del sistema SWIFT, la inmovilización de las reservas internacionales de su Banco Central y, en el caso de países como EEUU, Canadá, Reino Unido y Australia, el embargo sobre la importación de petróleo ruso. 

(Sputnik)