Moscú lamenta las recientes declaraciones del presidente de Colombia, Iván Duque, en las que criticó a Rusia y su operación militar en Ucrania, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. 

«Tomamos nota de las declaraciones del presidente de Colombia, I. Duque, sobre las relaciones ruso-colombianas. Lamentamos que las hiciera en el espíritu de la retórica negativa impuesta a otros países por la Administración de Estados Unidos», dijo Zajárova en un comunicado publicado en la página web de la Cancillería. 

Moscú, a su vez, parte de que, en el contexto de los intereses nacionales de ambos países, sería más apropiado que Rusia y Colombia mantengan su cooperación «constructiva y mutuamente beneficiosa» en varios ámbitos, señaló la diplomática. 

«Estas relaciones se han creado durante décadas gracias a los esfuerzos conjuntos de los rusos y colombianos», expresó. 

La vocera subrayó que Moscú está dispuesta a sostener un diálogo político con Bogotá, que sea mutuamente respetuoso sobre varios temas, incluidos los polémicos. 

«Esperamos que la sabiduría de los representantes de los círculos políticos colombianos permita preservar las relaciones de nuestros países y pueblos, que tradicionalmente han sido buenas, para seguir desarrollándolas y estrechándolas con el futuro Gobierno de Colombia», puntualizó Zajárova. 

El pasado 12 de abril, Duque expuso ante el Consejo de Seguridad de la ONU los avances en el Acuerdo de Paz firmado en 2016 con la hoy extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). 

Tras su intervención, el representante ruso ante el organismo, Vasili Nebenzia, expresó los reparos de su país con el proceso de paz en Colombia y dijo que tiene una «serie de inquietudes» sobre lo que ocurre con la implementación de lo pactado con las FARC. 

Duque respondió con críticas contra la operación militar que Rusia realiza en Ucrania. 

Numerosos países condenaron la operación militar que Rusia lanzó en Ucrania el pasado 24 de febrero alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitaban ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev, y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales que buscan infligirle a la economía rusa el mayor daño posible. 

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el presidente ruso, Vladímir Putin, es «la desmilitarización y la desnazificación» de Ucrania. 

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica. 

Sin embargo, del 24 de febrero al 19 de abril, las hostilidades en Ucrania causaron la muerte de al menos 2.224 civiles y dejaron heridos a otros 2.897, pero el balance real es mucho más alto, según la ONU. La mayoría de estas víctimas, entre las que hay 176 niños muertos y 280 heridos, son resultado de ataques aéreos y de artillería. 

Más de 5 millones de ucranianos buscaron refugio en los países vecinos, a lo que se suman unos 7,1 millones de desplazados dentro de Ucrania, según la ONU. 

(Sputnik)