El paciente británico, cuya identidad no fue revelada y tenía problemas respiratorios, fue diagnosticado por primera vez a mediados de 2020, luego de presentar síntomas, y siguió resultando positivo durante 45 pruebas, 505 días después, hasta el momento de su muerte. Anteriormente, el caso más prolongado que se había confirmado era de 335 días.

Un equipo de investigadores británicos del King’s College de Londres y el Guy’s and St Thomas’ NHS Foundation Trust detectó el caso de infección por COVID-19 más duradero que se conozca hasta ahora, y explicó que las infecciones persistentes han sido detectadas en pacientes con sistemas inmunológicos debilitados.

El equipo, que estudió el virus en nueve pacientes, también demostró que las nuevas variantes pueden proliferar en personas inmunodeprimidas.

También, presentan los detalles de uno de los primeros casos de COVID-19 oculto, en los que se pensaba que el paciente había superado el virus, con pruebas negativas que lo respaldaban, pero más tarde se detectó que la infección aún seguía.

(HispanTV)