Tras la expulsión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que anunciara el pasado domingo el gobierno de Nicaragua, el secretario general del organismo, Luis Almagro, manifestó este lunes en un comunicado su rechazo a la resolución y recordó al país centroamericano que debe cumplir con sus obligaciones hasta que se haga efectiva su salida, prevista para fines de 2023.

En el documento, que la OEA publicó en su página web, Almagro acusó al gobierno del presidente Daniel Ortega de ocupar «ilegítimamente las oficinas de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Managua, Nicaragua», lo que en su criterio constituye «una violación de las más elementales normas internacionales».

Asimismo, el secretario de la organización subrayó que aunque Nicaragua manifestó claramente que abandonaría el ente, «esta denuncia solo entrará en vigor a fines del año 2023, sujeta a que para entonces este país haya cumplido con todas las obligaciones que el Sistema Interamericano le impone a todos sus miembros, en el respeto y cumplimiento de sus fines y propósitos».

Sobre esta base, el político uruguayo indicó que la membresía de Nicaragua, la comprometía a cumplir con lo contemplado en el artículo 33 de la Carta de la OEA, según el cual se «garantiza la inmunidad de sus actividades en los países miembros» y demandó a Managua ajustarse a la ley.

En particular, Almagro manifestó preocupación por los archivos y documentos que están en la sede de la OEA de Managua, de los cuales destacó que «gozan de la más absoluta inviolabilidad», por lo que «su violación por las autoridades nicaragüenses les hace internacionalmente responsables por sus consecuencias».

El pasado 24 de abril, el canciller Denis Moncada informó públicamente la expulsión de la OEA de Nicaragua en razón de sus prácticas injerencistas, lo que puede interpretarse como la concreción de una decisión ya anunciada el pasado 19 de noviembre, cuando el gobierno de Ortega manifestó que en adelante no participaría de ninguna iniciativa dentro del sistema interamericano.

«Hemos desconocido este instrumento de administración colonial que no representa la unión soberana de nuestra América caribeña y es un instrumento ‘yankee’ para violentar derechos e independencias, auspiciando intervenciones e invasiones, legitimando golpes de Estado en diversas modalidades», sostuvo el diplomático.

(LaIguana.TV)