Los militares de Rusia destruyeron 31 lugares de concentración de fuerzas armadas y equipos militares, incluidas las bases de mercenarios europeos en Ucrania durante la jornada anterior, declaró el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.

«Los misiles de alta precisión de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia lanzados desde el aire destruyeron dos puestos de mando, incluida la plana mayor de la defensa territorial, en la región de la localidad de Soledar [controlada por Kiev] de la República Popular de Donetsk, así como 31 lugares de concentración de tropas y equipo bélico de Ucrania, incluidas las bases de mercenarios europeos en Nikoláev y Krasnogórovka», dijo Konashénkov.

El vocero añadió que los militares rusos, en particular, destruyeron una batería de obuses M777 de 155 milímetros de fabricación estadounidense en los alrededores de la localidad de Podgórnoe.

En total, resumió, desde el inicio de la operación militar, fueron inutilizados 172 aviones, 125 helicópteros, 927 drones, 311 sistemas de misiles antiaéreos, 3.139 tanques y otros vehículos blindados de combate, 389 lanzacohetes múltiples, 1.548 piezas de artillería de campaña y morteros, así como 2.997 vehículos militares especiales.

El presidente ruso, Vladímir Putin anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al genocidio por parte de Kiev.

Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según Putin, es la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania.

Según el Ministerio de Defensa ruso, los ataques militares no están dirigidos contra instalaciones civiles, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.

Numerosos países, con excepciones como China, condenaron en términos enérgicos la operación militar de Rusia en Ucrania y activaron varias baterías de sanciones individuales y sectoriales.

(Sputnik)