El corresponsal de RT Borís Kuznetsov visitó con su equipo la liberada planta siderúrgica Azovstal de Mariúpol, que los militares rusos continúan inspeccionando tras la rendición de los nacionalistas ucranianos. El chequeo completo podría durar varias semanas.

En los túneles subterráneos de la acería se continúan hallando armas quemadas, algunas de fabricación estadounidense, pero los combatientes nacionalistas no lograron destruirlas todas. En varios refugios donde se almacenaba armamento se pueden encontrar grandes cantidades de granadas, municiones y proyectiles antitanque.

Según un militar de la República Popular de Dontesk, en toda la instalación hay docenas de estos refugios, que también servían como puntos de mando o cuarteles.

Allí los nacionalistas «se sentían muy seguros», señala Kuznetzov. «Por encima tenemos cinco plantas, cinco plantas de acero y hormigón, estaban totalmente protegidos contra las bombas y contra los proyectiles», describe el corresponsal, agregando que, «incluso después del incendio, este lugar inspira de cierta forma, y paradójicamente, seguridad».

Antes de abandonar la siderúrgica, los nacionalistas instalaron todo tipo de trampas explosivas a lo largo y ancho de sus instalaciones. Algunas de ellas eran de fabricación casera, hechas de trilita, explosivos plásticos y espoletas de minas antitanque, que colocaban «donde esperaban que pasaran nuestros vehículos», explica el militar.

  • El pasado 21 de abril, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, informó al presidente Vladímir Putin sobre la liberación de la ciudad de Mariúpol, que pasó a estar bajo control del Ejército ruso, mientras que «los restos de la formación de nacionalistas se refugiaron en la zona industrial de la planta de Azovstal».
  • El pasado viernes, el Ministerio de Defensa ruso anunció que todos los militantes del batallón nacionalista Azov que estaban atrincherados en Azovstal se rindieron. «Las instalaciones subterráneas de la planta, en las que se escondían los combatientes, quedaron bajo el control total de las Fuerzas Armadas rusas», declaró el portavoz de la cartera de Defensa, Ígor Konashénkov.
  • Konashénkov precisó que, en total, han depuesto las armas y se han rendido 2.439 combatientes del batallón Azov y militares ucranianos que se encontraban parapetados en la acería.

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(RT)