El presidente de Rusia, Vladimir Putin, su homólogo de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, mantuvieron este sábado una conversación telefónica trilateral por primera vez desde mediados de marzo, para analizar el conflicto de Ucrania y la crisis alimentaria. 

Según las autoridades alemanas, tuvo lugar por iniciativa de Berlín y París y duró unos 80 minutos. Los temas principales de la conversación, precisó el Kremlin este sábado, fueron la situación en Ucrania y la seguridad alimentaria mundial. 

Putin enfatizó la apertura para reanudar el diálogo con Kiev y la disposición para aumentar las exportaciones de productos agrícolas y fertilizantes, sujeto al levantamiento de sanciones. 

El secretario de prensa del líder ruso, Dmitry Peskov , dijo que Putin, Macron y Scholz acordaron seguir manteniendo contactos por teléfono. 

La conversación tuvo lugar en el contexto de mayores contactos entre Moscú y los países occidentales después de una pausa de dos semanas: el jueves, Putin habló con el primer ministro italiano, Mario Draghi, y el viernes con el canciller austriaco, Karl Nehammer. 

Uno de los temas principales de la conversación fue la situación en Ucrania. Según el Kremlin, Putin informó a sus colegas en detalle sobre los «desarrollos recientes», además destacó la observancia de las normas humanitarias internacionales por parte del ejército ruso. 

El jefe de Estado ruso habló sobre el establecimiento de una vida pacífica en las ciudades liberadas de Donbás, en el este de Ucrania, incluida el estratégico puerto de Mariúpol. 

Macron y Scholz pidieron a Putin que libere a las fuerzas militares y de seguridad ucranianas que se rindieron la semana pasada en la planta de Azovstal en Mariúpol , según un comunicado del Palacio del Elíseo.  

En total, más de 2.400 milicianos depusieron las armas en la acerera, incluidos militantes de la formación nacionalista pronazi Azov. 

El líder ruso, según el Kremlin, también «señaló el problema» de inyectar armas occidentales a Ucrania, advirtiendo que esto podría conducir a una mayor desestabilización de la situación y exacerbar la crisis humanitaria. 

Al mismo tiempo, Macron y Scholz, según el portavoz del Gobierno alemán Steffen Hebestreit, «insistieron en el establecimiento inmediato de un alto el fuego y la retirada de las tropas rusas» y pidieron a Putin «negociaciones directas serias» con el presidente ucraniano Vladimir Zelenski. 

Otro tema importante fue el deterioro de la situación alimentaria en el mundo, que Putin ya ha discutido con los líderes de Austria e Italia.  

En la conversación con Macron y Scholz, Putin confirmó la posición rusa: los problemas de suministro fueron el resultado de los errores de Occidente y sus sanciones contra Moscú, que está dispuesto a facilitar la exportación sin trabas de grano ucraniano desde los puertos del Mar Negro y aumentar sus propios suministros, incluidos los fertilizantes. 

Esto último, enfatizó el Kremlin, «por supuesto, requerirá la eliminación de las restricciones de sanciones relevantes». 

No se especifica a qué sanciones se refiere, pero antes el secretario de prensa del presidente de la Federación Rusa, Dmitry Peskov, explicó a los periodistas que se referían a “aquellas decisiones ilegales que impiden el fletamento de barcos, la exportación de cereales, etc.» 

Según Hebestreit, Putin «declaró su intención de permitir la exportación de cereales desde Ucrania», incluso por mar, y los tres acordaron que Naciones Unidas debería desempeñar un papel central en los acuerdos pertinentes. 

(teleSUR)