El candidato Rodolfo Hernández, que pasó a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de Colombia junto a Gustavo Petro, es el plan C del uribismo para mantenerse en el poder, según la periodista Patricia Villegas, presidenta de la cadena multiestatal teleSUR, quien participó como invitada en el programa Desde Donde Sea, que modera el filósofo y comunicador político Miguel Ángel Pérez Pirela. 

Villegas insistió mucho a lo largo de la conversación en que hasta ahora nada está definido en Colombia, por lo que cualquiera de los dos candidatos puede ganar en el balotaje, ya que son múltiples los factores que pueden influir en el resultado del proceso que se realizará el domingo 19 de junio. 

A continuación, una versión del diálogo sostenido por los dos comunicadores.  

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): La noticia de esta semana ha sido el resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. Se concretó, como se esperaba, el triunfo de Gustavo Petro, pero no así el segundo lugar de Federico “Fico” Gutiérrez, sino que surgió un tercer candidato, Rodolfo Hernández, todo ello en una campaña de casi un año, en medio del terrible contexto de las masacres, la represión y la pandemia en Colombia. Para hablar de esto, tenemos como invitada nada menos que a Patricia Villegas, la presidenta de teleSUR, una de las grandes inspiraciones no solo de mi carrera en este campo, sino también de LaIguana.TV como fenómeno comunicacional. Bienvenida, querida amiga y hermana. 

Patricia Villegas (PV): Qué rico estar contigo y conversar. Hay que decirle a la gente que te sigue que yo fui quien llevó a Miguel Ángel Pérez Pirela a la televisión cuando él estaba regresando de estudiar en Francia. En esa época yo estaba en pantalla de teleSUR todos los días, hacía los noticieros de la noche y los programas de opinión y yo fui quien le inoculó el gusano de la televisión. Después no lo volví a entrevistar porque estaba muy ocupado. Pasamos muchas horas al aire en la televisión. Tenemos capacidad para encadenarnos. 

MAPP: ¿Cómo estás, Patricia? 

PV: Bueno, cansada, porque los procesos electorales son agotadores para los periodistas. TeleSUR desplegó una cobertura multiplataforma y multilingüe para las elecciones colombianas. Se trabajó mucho antes, mucho el mismo día, y en los días posteriores, sobre todo cuando los resultados son, como tú has dicho, imprevistos para una parte del público. No tanto para la gente de Colombia, pues ya se venía advirtiendo sobre todo las dos últimas semanas. Se decía que el uribismo no había logrado, con su plan B, morderle votos a los partidos tradicionales, y entonces activaron el plan C, que es Rodolfo Hernández. Siempre me pregunté durante estos meses cuál era el candidato de Uribe y resulta que tenía varios. El primero fue Oscar Iván Zuloaga, que es el de su partido, pero se quemó en las primarias y entonces apostaron por Federico “Fico” Gutiérrez, que es un paisa, que habla con el mismo acento de Uribe, un tipo muy desenfadado, pero un uribista de pura cepa que durante toda la campaña quiso quitarse de la foto a Uribe y a los congresistas más representativos del uribismo, pero que claramente era el candidato de Uribe. Al ver que ese candidato no crecía como contrincante de un fenómeno político como lo es Gustavo Petro, optaron por un tercero. Aún no se ha terminado la acupuntura completa del proceso, pero es evidente que Hernández consiguió una porción de votos de gente a la que logró convencer y convocar, pero también tuvo un voto de la maquinaria del uribismo y del Partido Conservador, que lleva apoyando al uribismo veinte años. Si vemos el mapa de Colombia observaremos que en el centro del país, una región tradicional, de valores, en los pequeños pueblos y ciudades intermedias, es donde ganó Rodolfo Hernández. Es decir, que el uribismo logró en dos semanas subir a su Plan C y poner la segunda vuelta mucho más complicada para el Pacto Histórico. De todos modos, no hay nada dicho, no está claro para ninguno de los dos. Entiendo que esta noche se conocerá la primera encuesta que marcará las tendencias. Es muy posible que los sondeos comiencen a posicionar la idea de que Hernández va en la delantera. No digo que sea cierto o no. En estos días también veremos claramente cómo se mueven los factores de poder en Colombia, los que manejan los hilos, aparte de Estados Unidos y el gobierno saliente. Veremos a quién realmente le van a apostar: a un cambio hacia el progresismo y la izquierda, que increíblemente hoy se ve más seguro, encarnado en Petro; o a un cambio que no se sabe qué es ni cómo se come, que representa Hernández. 

MAPP: En términos semánticos, de sentido, la oferta fundamental de Petro era la palabra cambio, al proponerse como la antítesis del uribismo, pero ahora resulta que al electorado le están proponiendo otra idea de cambio. Qué difícil es ver una campaña en la que por un lado está un político serio, que estuvo en la alcaldía de Bogotá, que ha sido congresista, con un discurso y una propuesta coherente; y por el otro lado está al “rey del TikTok”, a un señor al que no se le ha escuchado una propuesta seria en términos de economía, ecología, paz. Es como la expresión de la apolítica, para no decir que la antipolítica. Es un gran desafío para Petro porque ¿cómo contestarle a alguien que no dice nada? 

PV: Por eso es que esta fue una victoria sin celebración. Es claro que fue una victoria de Petro y del progresismo colombiano porque es la primera vez en veinte años que esa parte del país le ha dado un golpazo al uribismo. Tanto es así que lo puso a buscar plan A, plan B, plan C, cuando antes Uribe ganaba en primera vuelta. Y el que él ponía también ganaba, aunque, como pasó con Duque, no tuviera trayectoria ni lo conociera nadie. 

MAPP: Por ahí un periodista dijo que antes todos querían tomarse la foto con Uribe porque era el portaaviones, y ahora nadie quiere porque es un submarino. 

PV: Así es Uribe. Pero operando en la sombra es igual de hábil que haciéndolo de frente. Ahora, ese cambio no es menor y deberíamos analizar muy bien lo que significa esto, más allá de los resultados electorales. Estos resultados son el fruto de un proceso político de mucho dolor para Colombia. El uribismo es un proceso que vamos a tener que seguir estudiando y comunicando sobre él en los próximos años porque es un proyecto político, cultural y económico con un costo inenarrable en materia de derechos humanos. 

MAPP: Y está sembrado en la estructura institucional y administrativa del Estado, incluso en los entes comiciales… 

PV: Y en las mentes, que es el gran triunfo de los proyectos políticos. Así que esta derrota parcial, más allá de los resultados electorales, es muy importante porque la logra la figura que aglutina a esa otra Colombia. Ese sector se ha opuesto por veinte años, pero sobre todo durante los últimos cuatro ha dicho “¡basta!, este proyecto, con estos valores, no puede ser el modelo hegemónico para Colombia”. Por supuesto que Petro y el Pacto Histórico son antagonistas de ese proyecto, pero ahora, con Rodolfo Hernández, la percepción cambia, principalmente porque mucha gente no lo ve como el Plan C del uribismo, aunque lo sea. Sin embargo, él va a tener el problema siguiente: al sumársele oficialmente los votos del uribismo (lo que ocurrió el mismo domingo) y los votos de la estructura del Partido Conservador y aún no sabemos si los del Liberal (lo que probablemente pase), ya ese sujeto que dice estar fuera del espacio clientelar, no va a poder sostener ese discurso. Yo digo que la de Petro es una victoria sin celebración porque este escenario es el que menos le convenía al Pacto Histórico, pues Hernández no es un outsider, pero lo venden como tal. Es un hombre que viene de la política tradicional, fue alcalde de una ciudad muy linda, Bucaramanga, pero es un ilustre desconocido a nivel nacional. Ahora es candidato a la segunda vuelta y con posibilidades de ser presidente del país, hay que advertirle esto a quienes nos están viendo. Adicionalmente, y este es uno de los aspectos cruciales de estas tres semanas de campaña, Hernández habla como lo hace la gente sencilla, del pueblo. Le habla al pueblo en su lenguaje. Y cuando se denomina “Rey del TikTok” es porque la parte más fuerte de su campaña se ha hecho allí y ha tenido un éxito que se ve representado en el voto joven. El domingo se dijo que había aumentado la participación electoral, respecto a otros procesos, pero eso no significó necesariamente que los nuevos votantes hayan engrosado el caudal del Pacto Histórico, sino que una parte se dirigió a Rodolfo Hernández. Ese segmento es importante para el Pacto Histórico porque son jóvenes de sectores populares, fueron los protagonistas del estallido social, a los que les sacaron los ojos y resistieron por un mes. Pero otros jóvenes se sintieron conectados con el estilo, la forma, el esquema usado por Hernández en TikTok. En eso, su campaña ha sido muy hábil. Ahora, la campaña de Petro tiene que reinventarse sin desdibujarse. Obviamente no puede salir bailando en Tiktok porque se va a ver ficticio y ridículo, pero tiene que dejar de hablarle solo a la razón, tiene que hablarle a la emoción. Entre esas emociones no puede estar el miedo porque ya la gente demostró que no se va a movilizar por miedo, sino por el cambio. Lo que está en disputa ahora es si es el cambio como lo ha planteado Petro o el que propone Hernández, que no se sabe cómo es. El domingo vimos a Petro planteando ese cambio desde la racionalidad política y la intelectualidad y con una cierta tristeza por no haber logrado el triunfo en primera vuelta y, por tanto, tener que enfrentar la segunda, lo que para Petro y para muchos colombianos significa enfrentar a un Duque 2 porque significará que si gana, estará en la presidencia otros cuatro años una persona que no tiene un proyecto de país, sin experiencia importante dentro de lo público y sin una fuerza parlamentaria propia que le ayude a la gobernabilidad.  

MAPP: Si se incendió Colombia con Duque, quién sabe qué puede pasar con este personaje. 

PV: Exacto. El gobierno de Duque no solamente ha sido tremendamente letal en términos de derechos humanos, ha sepultado los Acuerdos de Paz, ha puesto al país a contar muertos todos los días, pero también ha sido profundamente inepto. Y esto no es que lo diga yo. Hace poco entrevistaba a Cecilia López, una liberal muy interesante, y ella decía que el gobierno de Duque era de muy bajo rendimiento en todos los planos. Entonces hay que preguntarse si podrá Colombia pasar otros cuatro años con un Estado que no respeta el derecho a la vida y que no haga lo mínimo necesario para la eficiencia de la gestión. Así que el reto de Petro es convencer a la gente de que acepte su visión del cambio, pero desde la emoción, sin salir bailando en TikTok porque sería ridículo. En Venezuela, el presidente Maduro es un hombre TikTok porque es simpático, le sale bien. De hecho, cuando oigo sus discursos, digo “este es el momento TikTok”, pero es porque él es así… 

MAPP: Petro, en cambio, es introvertido. 

PV: Y está argumentando ante el país, y hay 8 millones y muchos más que creen en esa argumentación. Pero ahora tiene el reto de ponerle corazón a esos argumentos, hablarle al taxista, al ama de casa. Y tiene grandes oportunidades comunicacionales porque, por ejemplo, en Colombia las mujeres somos mayoría, y en buena parte de las familias, la mujer es la jefa de hogar, y Hernández está haciendo una campaña que no es correcta para las mujeres, aunque sea correcta para los hombres de los sectores populares. Quizá está tratando de pescar votos y a eso se deba que dice cosas como que las mujeres deben quedarse en la casa y que el país está tan “jodido” que las mujeres han tenido que trabajar fuera. Eso en ciertos sectores puede no calar, pero en otros sectores sí. No hay nada de ingenuo en esas afirmaciones, pero creo que es una oportunidad para la campaña de Petro, si logra tener una comunicación más sencilla, directa y enfocada en la emoción. En esta segunda vuelta ya no tiene peso el proyecto de país, sino cuánto logra captar cada candidato de los votos indecisos 

MAPP: El domingo tú desmontaste desde bien temprano dos mitos: el primero es el de que el candidato del uribismo llegó tercero y eso implica el fin del uribismo. El segundo fue en relación al “Trump colombiano” y al fenómeno del TikTok, sobre lo que tienes reservas. 

PV: Sí, yo tengo reservas sobre cómo clasificar a Rodolfo Hernández. No es un personaje fácil de agarrar. Es un uribista, sí, pero no es el candidato oficial de Uribe. Hay evidencias de que es uribista porque Uribe lo apoyó en su campaña a la alcaldía de Bucaramanga, y el domingo el candidato oficial de Uribe salió de inmediato a apoyarlo, igual que los congresistas más representativos del uribismo. 

MAPP: Uribe, con Hernández, creó la tormenta perfecta. 

PV: Sí. Por eso digo que la gran pregunta que surgía en estos meses era quién de todos es el candidato de Uribe. Pensar que está derrotado no es correcto desde el punto de vista del análisis político, aunque se le haya dado un gran golpe. Cuando yo llegué a Venezuela hace 16 años, era imposible cuestionar a Uribe, a pesar de que era el momento de las ejecuciones de jóvenes a la que luego se le conoció como falsos positivos y que fueron más de 6 mil, tal como lo han reconocido a través de la Jurisdicción Especial de Paz por los propios militares que perpetraron esos crímenes. El primer rechazo masivo al uribismo ocurrió en el estallido social.  

MAPP: ¿Eso quebró a Colombia? 

PV: Por eso digo que es verdad que salió derrotado pero que no se le puede menospreciar por eso porque él, como tú señalas, generó la tormenta perfecta con sus planes A, B y C, y estoy segura que con un Plan D, que estaba reservado para una victoria de Petro en primera vuelta o que puede aplicarse si gana la segunda, lo cual es posible, que es constreñir a su gobierno de la manera en que han hecho en Perú con Pedro Castillo. Claro que Gustavo Petro no es Pedro Castillo, pero la idea es tenerlo tan amarrado que prácticamente no pueda gobernar, que la opción progresista quede enterrada por sus propios hechos en el gobierno. Sin embargo, ahorita no están en eso. Quieren ganar y tienen posibilidades reales de hacerlo.  

MAPP: Hubo una abstención importante. ¿Cuál de los dos candidatos tiene más posibilidades de hacer un llamado a estos abstencionistas de la primera vuelta? 

PV: Los dos, pero es clara la estrategia de Gustavo Petro es buscar un millón de votos adicionales. Da risa porque en Colombia no quieren parecerse a Venezuela, pero andan en el 1 x 5. Cada votante del Pacto Histórico debe buscar a cinco que no hayan votado o que lo hayan hecho por otros candidatos. Lo que sí hay que decir es que hace cuatro años esos votos no eran de Petro, hoy sí lo son porque él encarna un proyecto de país con el que ha sido coherente. Allí está una de las incógnitas: si los factores de poder van a ir con un candidato que tiene un proyecto con todo dicho o con uno del que no se sabe nada. Hay dificultades logísticas porque en Colombia los centros electorales son muy grandes, pero no están cerca de los electores como en Venezuela, y el horario es inamovible, de 8 de la mañana a 4 de la tarde y por eso mucha gente se queda sin votar. También hay cuestionamientos por la falta de auditorías y otros problemas. Alguien de la campaña de Petro dijo que es imposible que Hernández haya ganado en El Vichada porque en un momento el candidato admitió que no sabía dónde quedaba este departamento. Pero es que ese detalle fue un momento TikTok y puso a El Vichada en el trading topic y eso puede que haya sido lo más importante que haya pasado para la gente de El Vichada en los últimos años.  

MAPP: El rol de Francia Márquez en la campaña de Petro puede ser muy interesante. 

PV: Mucho. Ella le sumó mucho a esos 8 millones de votos. 

MAPP: ¿Y para la segunda vuelta? 

PV: También porque ella sí representa al outsider. Si hay alguien outsider en este proceso es ella. Es una mujer de pueblo que fue empleada de servicio doméstico en Cali, sacó su carrera a cuentagotas porque no podía pagar la matrícula. Tiene la oportunidad de conectar con sectores de mujeres, no con la élite porque para ellas sigue siendo una empleada de servicio y se preguntan cómo alguien así va a ser la vicepresidenta. Le da a Petro una frescura que él no tiene, porque no es su personalidad, representa a esa otra Colombia, es el rostro del estallido social, que no es un factor menor en este proceso. Ella es el rosto de esa Colombia que se atrevió a protestar en las calles, luego de los Acuerdos de Paz. Ella es muy capaz comunicacionalmente y tiene con qué ir a dar esa pelea de las emociones.  

MAPP: El tema geográfico es muy interesante, revisar cómo fue el voto costeño, el del norte, el de otras regiones. ¿Para la segunda vuelta, qué voto hay que buscar? 

PV: Hay que buscar más votos en la costa Caribe, porque en la costa Pacífico los votos fueron fundamentalmente para Petro. Pero yo creo que el 19 de junio se partirá de cero, no se va a repetir la foto del domingo pasado.  

MAPP: Muchos medios colombianos están cayendo en ese error. 

PV: En una elección tan sui géneris, tan distinta a las tradicionales, no creo que la foto de la primera vuelta se vaya a repetir en la segunda. Creo que el voto de Petro y Márquez es duro. Los del centro del país seguirán siendo de Rodolfo Hernández, pero allí hay posibilidades de morder. Además, en Colombia funcionan estructuras, empresas montadas para comprar el voto. Eso funciona mucho en la costa Caribe. Algunos de esos clanes van a apostarle fuerte a Hernández, pero Petro puede obtener una parte de los votos. En los sectores populares de Bogotá, a Petro le va bien, pero también a Hernández, así que allí la disputa es cerrada. Medellín, el gran bastión del uribismo, votó por Fico y seguramente esos votos irán a Hernández, aunque tiene un alcalde progresista sancionado por grabar una cuña con un mensaje a favor del Pacto Histórico. En el Pacífico, en Valle del Cauca y Nariño gana Petro, pero recordemos que Hernández (quien sí tiene proyecto, solo que no lo presenta en la forma estructurada de un político) ayer lanzó más de veinte tuits con propuestas de su plan de gobierno… 

MAPP: ¿Separándose de Uribe, no? 

PV: Se separa de Uribe, lo que implica que pueda perder algunos votos del uribismo duro. No veo a un uribista votando a favor del aborto, del derecho de las mujeres a decidir en ese campo… Pero en esos mensajes, Hernández habla de cositas que le llegan al hambre, al estómago, al hígado y al corazón de la gente sencilla. Por eso decía que es difícil de clasificar, necesitamos más tiempo para analizarlo. 

MAPP: Lo que pasa es que no tenemos tiempo… 

PV: …Sí, pero resumirlo en que es el Trump colombiano no es suficiente. No es solo eso. Se presenta como un outsider porque es el desconocido en la política nacional, sobre todo frente a Petro, que es el cambio y lo nuevo, pero que empieza a verse como lo viejo incluso ante este que llega, con 77 años, mucho mayor, pero que parece muy fresco porque le habla a la gente de una manera muy directa.  

MAPP: ¿Hernández no va a debatir? 

PV: No, porque sabe que debatiendo no va a poder, porque Petro es un tipo muy estructurado, con capacidad comunicacional muy importante, que conoce el país, tiene las cifras, los datos, la historia en su cabeza. Hernández argumenta que en los debates se pretende que explique en un minuto lo que un candidato va a hacer, y eso es imposible. Lo cierto es que estamos en una disputa cuyo final es impredecible porque al Pacto Histórico le salió el adversario más complejo en términos comunicacionales. Los grupos ideologizados están claros sobre por quién van a votar, pero la pugna es por los votos de la gente menos ideologizada. ¿Quién es Rodolfo Hernández? Un hombre de 77 años; exalcalde de una ciudad muy bella como es Bucaramanga; cuestionado por problemas de corrupción pero que su gran propuesta es luchar contra la corrupción; un hombre rico, que en Colombia es algo digno de admirar, tiene 100 millones de dólares de patrimonio, que cuando estaba en la alcaldía donó su sueldo para patrocinar a estudiantes aplicados. Es un adversario de cuidado. No hay que caricaturizarlo. Pienso que hay salidas en falso en ese sentido, sobre todo por parte de los sectores progresistas. Por ahí han mostrado un video donde dice que admira a Hitler (aunque él luego dijo que se equivocó y no era a Hitler sino a Einstein), pero ¿eso a la gente común le importa? Lo que le importa es que ha dicho que le va a quitar la plata a los corruptos para dirigirla a la inversión pública.  

MAPP: ¿Cuál va a ser el rol de la violencia paramilitar en esta campaña de la segunda vuelta, pues ya lo ha tenido a lo largo de la primera etapa? 

PV: Antes de la primera vuelta era muy clara la estrategia del miedo, de la amenaza de volver al terror. Recordemos que hubo paro armado en varios departamentos. No es juego. También ha sido muy dura la posición de militares como el general Zapateiro, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, el cargo más importante después del presidente de la República en materia militar, quien dijo que no van a aceptar a Petro, aunque así lo decida el pueblo colombiano. 

MAPP: Una amenaza de golpe de Estado. 

PV: Sí, además aupada por los medios colombianos, de manera muy importante por la revista Semana. La violencia sigue siendo un factor, pero el fantasma de atentar contra Petro o contra Francia sí podría disminuir en estas tres semanas porque tienen la expectativa de derrotarlos por la vía electoral. Creo que van a apostar por la vía institucional, a menos que haya evidencias de que el Pacto Histórico va a ganar. Pero siempre que analizamos a Colombia, en la ecuación hay que poner la violencia que no solo es de los sectores que tienen las armas, que son parte del conflicto, sino que está en amplios sectores de la sociedad colombiana, como lo vimos durante el estallido social.  

MAPP: ¿Y qué rol va a jugar la institucionalidad, que Uribe ha sembrado de cuadros suyos durante veinte años?  

PV: La institucionalidad está amarrada, independientemente de quién gane va a seguir así. Es un andamiaje que no será fácil de desmontar. Esa idea de que Colombia tiene una democracia sólida, la más antigua del continente, es falsa, ni siquiera es una democracia en términos estrictos de análisis político, pero el uribismo se ha encargado de derrumbar lo que existía.  

MAPP: Tenemos que hablar del rol de los medios en Colombia. Lo que hemos visto en niveles de propaganda desde el domingo en la noche no tiene igual.  

PV: Y en la posición de los medios se puede leer la de los grandes poderes económicos de Colombia. Pero en materia de medios de comunicación, el país no es ya el mismo. Seguimos dándole importancia a la revista Semana, al periódico El Tiempo, a la Cadena Caracol, a RCN. Esos medios están allí y sabemos a qué le apuestan. No hay sorpresa en eso, no hay que ser inocentes. Los que pensaron que Semana se había rendido porque puso en portada a un Petro muy guapo, cayeron en la trampa. Pero lo que sí es verdad es que la gente ya no cree de la misma manera en esos medios. Los siguen leyendo, oyendo y viendo, pero con una perspectiva crítica. Eso lo vimos en el estallido social. Las grandes movilizaciones fueron contra el proyecto de Uribe, pero también contra RCN, Caracol, Semana, etcétera. La credibilidad de esos medios está muy disminuida, según las encuestas. Eso no quiere decir que hayan perdido su capacidad de influir porque los medios de comunicación no actúan solos. Hay una decisión del poder económico que se expresa a través de ellos y que luego es replicada por una extensa línea de influenciadores. Esos son los que tienen peso actualmente: no trabajan para Semana, ni siquiera la mencionan en sus mensajes, pero trabajan para la misma idea-fuerza de la revista. También en estos años se generaron medios “independientes”. En verdad eso no existe, todos los medios tienen interés, solo que algunos son éticos y legítimos y otros son antiéticos e ilegítimos. Lo que pasa con esos nuevos medios es que no son propiedad del poder hegemónico del país y por eso pueden contar los hechos de otra manera. No es el mismo panorama mediático de hace cuatro años y, por supuesto, está el factor de las redes sociales que tiene mucho peso sobre todo en sectores medios urbanos. Se dan disputas muy importantes en el relato. Allí está esa otra Colombia que no aparece en las noticias, ni en las telenovelas ni en las series, la del progresismo, la que ganó el domingo. Puede que no gane el 19 de junio, pero allí está. Hay procesos políticos que toman más tiempo que otros y en Colombia eso cuesta sangre y fuego. 

MAPP: Estamos en un escenario similar al de Duque en 2018, “todos contra Petro”. 

PV: Sí, con un candidato que es un Duque 2. Ahora, ¿cómo le explicas eso a la gente en términos emocionales? No tengo la respuesta. Eso debe hacerse en un país atravesado por la violencia, con una crisis económica gravísima donde buena parte de la población come solo dos veces al día; un país que llora de nuevo las muertes, el desplazamiento, el constreñimiento. Es una situación muy particular de violencia. No vale compararla con otros momentos, como aquella campaña en la que mataron a cuatro candidatos, pero sí es muy particular. 

MAPP: Venezuela es un tema recurrente en las campañas electorales de todos los países relacionados, pero especialmente en Colombia por la importancia de las relaciones bilaterales. Los dos candidatos dicen que van a retomar las relaciones diplomáticas. ¿Qué papel juega Venezuela en esta segunda vuelta? 

PV: Pienso que, al contrario de hace cuatro años, Venezuela está menos presente en el discurso público. En ese momento, Venezuela estaba en lo peor de su crisis inducida de migración y era fácil satanizarla. Hoy no es tan sencillo porque los indicadores han mejorado. En el estallido social, la gente le dijo a Duque y al uribismo “dejen de vendernos el cuento de Venezuela, que nosotros estamos peor que ellos”. En la pandemia, la gente ponía trapos rojos en las ventanas para decirles a los vecinos que no tenía qué comer. Ese es el país real. Por supuesto que hay muchos intereses en juego, pero ya la clave no es “nos vamos a volver como Venezuela” porque ese discurso ya no es sustentable, sino qué vamos a hacer con las relaciones con Venezuela. Todos los candidatos lo han dicho, pero Hernández lo expresa de manera más simple (“que tengan el gobierno que les dé la gana”, ha dicho), mientras Petro, por haber sido estigmatizado como el candidato del chavismo y del comunismo, se ve obligado a tener matices, a decir que restablecerá las relaciones, pero que Maduro es igual a Duque, algo que no tiene ningún sustento real. Es como cuando decían que Uribe se parecía a Chávez. 

MAPP: Tú has hecho un trabajo incansable de periodismo respecto a Colombia, que es una de tus patrias y, además, estás al frente de teleSUR, que le ha dado voz a los que no la tenían, a los nadies, que es una expresión utilizada en Colombia y tú has asumido en tu canal YouTube. Háblanos de esas conversaciones y del rol de teleSUR en la divulgación de esta realidad oculta de Colombia. 

PV: Ojalá los pobres de Colombia tuvieran la suerte de los pobres de Venezuela. La soledad del pobre, del agobiado colombiano es impresionante si se le compara con el acompañamiento de los grandes medios a cualquier realidad venezolana. A mí me marcó mucho mi experiencia cuando trabajé en un canal regional en Cali, que está en la zona con más líderes asesinados. En ese canal se hacía un programa llamado Desplazados y desaparecidos, que trataba de propiciar la localización y el reencuentro de gente que estaba desaparecida de su entorno por diversas razones. A raíz del conflicto, el programa tomó el cariz doloroso, al tocar casos de gente que estaba desaparecida porque la habían matado. Las personas tenían que llenar un formulario con sus datos y los del desaparecido y, como muchos no sabían escribir, yo me encargaba de ayudarlos. Me convertí en la escritora. En el momento no comprendí, pero luego sí, que lo que estaba pasando en Colombia era demasiado dramático y había que contarlo. No podíamos seguir vendiendo la imagen de qué bonita es Colombia, qué bellas son sus mujeres, cómo es la rumba nocturna y cómo son los desfiles de modas en Medellín. Fue esa experiencia la que marcó la política comunicacional que construimos en Telesur. La primera cosa fue decir que hay un conflicto armado. Uribe había logrado imponer en el mundo que era una lucha del Estado, en legítima defensa, contra el terrorismo. Nosotros empezamos a desmentir eso. Hoy todo el mundo sabe que eso no era lo que estaba pasando en Colombia, pero decirlo hace 16 años era complicado. Lo segundo que hicimos fue ir al territorio, lo que resultó sencillo porque la mayoría de la gente que vino a teleSUR era de provincia, del periodismo universitario. Lo que había que contar de Colombia no se podía contar desde las ciudades, sino desde los campos, donde estaban los desplazados, las fosas comunes, todo eso. Lo tercero fue ponernos del lado de la víctima, sin importar quién sea el actor del conflicto. Han sido años muy duros. Cuando aún podía ir a Colombia, siempre había un carro persiguiéndome. 

MAPP: ¿Ahora no puedes ir a Colombia? 

PV: No, hace años que no puedo por razones de seguridad que no viene al caso abundar porque no soy la protagonista. Yo ni siquiera fui expulsada por el conflicto. Me vine a trabajar en un proyecto del que me enamoré e hice mío durante todos estos años, pero el hecho de que Colombia sea la punta de lanza contra los procesos de transformación y cambio del continente hace que sea muy difícil para nosotros, millones de colombianos. Para muchos colombianos, el resultado del 19 de junio implica la posibilidad o no de volver al país a reencontrarse con la familia, con los afectos. Para mí en estos años ha habido momentos muy duros, como cuando ganó el No a los acuerdos de paz. Me pregunté “¿cómo puede ser que un país vote en contra de la paz?” … No olvidemos que eso pasó en Colombia. 

MAPP: ¿Qué rol tiene Estados Unidos en esta segunda vuelta? 

PV: Que no se vayan a enojar conmigo los más convencidos antiimperialistas. Esto que voy a decir es producto de la observación de los hechos y las declaraciones. En esto comparto con Javier Calderón, un analista muy conocedor: en realidad, EE.UU. en estos momentos no están jugando en un primer plano, como sí lo han hecho en otros procesos. No es que no les importe. Sí les importa porque Colombia es su socio más importante en la región, pero están enfocados en Ucrania, un conflicto cuyo destino final es la confrontación con China; tienen muchos problemas internos; tienen elecciones parlamentarias en noviembre y Biden tiene muy baja la popularidad. Sigue siendo el hegemón, pero está complicado. Además, ni Petro ni Hernández implican una ruptura con EE.UU. Con cualquiera seguirá Colombia siendo el principal aliado de EE.UU. en esta zona. No habrá cambios con las bases militares tampoco. Ahora, ¿qué pueden estar pensando en el gobierno de Biden? Yo creo que Francia Márquez les puede simpatizar. Es el tipo de gente que ellos valoran porque defiende los intereses que caracterizan públicamente a los demócratas: es feminista, negra, defensora de los derechos humanos y defensora del medio ambiente. Por otra parte, recordemos que el uribismo jugó muy duro a favor de Trump, y Biden lo tiene anotado. 

MAPP: Y jugó a favor de la estrategia de Trump contra Venezuela, de la que Colombia fue la causa eficiente. 

PV: Correcto. Y por eso la relación no es la mejor en estos momentos. Es estratégica, pero no es la mejor. EE.UU. está observando con detenimiento y pensando en términos de gobernabilidad. No creo que necesariamente estén jugando a impedir la victoria de Petro. Si vemos hacia Honduras, un país donde EE.UU. tiene hasta más influencia que en Colombia, se eligió a una gobernante como Xiomara Castro. Además, recordemos que Petro ha hecho una gran cantidad de alianzas con las clases políticas colombianas, en términos de gobernabilidad. No es de extrañar que, en caso de ganar, aparezcan en su gobierno figuras políticas reconocidas de partidos del estatus. Él ha propuesto el cambio seguro porque hace cuatro años lo derrotó el miedo. 

MAPP: Si hubiera pasado Fico, ¿EE.UU. sí se hubiese inclinado claramente? 

PV: Tampoco porque no parece sencillo reconstruir la relación con el uribismo. Lo que prevalece son los intereses, y si Petro se ha comprometido a respetar los intereses de EE.UU., al final puede suceder como en Honduras, Chile o Perú. Y en octubre son las elecciones en Brasil y todo parece indicar que ganará Lula. La Cumbre, que debía ser una cosa de tránsito, se les puso complicada por anunciar que no invitarían a Venezuela, Cuba y Nicaragua. 

MAPP: Decías que Venezuela también ha venido aprendiendo en estos años… 

PV: Sí, ha aprendido que todo depende de sí misma. Mayores años de soledad no podía haber vivido Venezuela, pese a lo mucho que había apostado en la integración. Hasta se constituyó un grupo, el de Lima, para atacarla, agredirla, acosarla. Entonces, creo que Venezuela no está pensando en si le conviene este o el otro candidato. Por supuesto que un gobierno del Pacto Histórico sería distinto al entreguismo que hemos visto en los últimos años, cuando Colombia se prestó a todas las agresiones contra Venezuela, pero todo seguirá dependiendo de lo que haga la propia Venezuela. Colombia siempre será un riesgo. Es como el hermano que tienes allí, que piensa diferente a ti, pero no lo puedes sacar de la casa. Estará allí, independientemente de quien gobierne. 

MAPP: Para mí esta conversación reviste mucha emocionalidad. Te agradezco en el alma porque para el equipo y para mí es de una gran importancia por el cariño, el amor profundo, el respeto y la admiración que te tengo y te tenemos. Eres una periodista que ha pagado en carne viva sus propias elecciones. No se ha quedado en la opinión abstracta y nos ha enseñado a hacer comunicación política de vanguardia a todo un continente. No podía imaginar una mejor invitada para hablar de Colombia. 

PV: Gracias, Miguel. Tengamos en cuenta que estas son fotografías del momento. Es posible que todo lo que hemos dicho hoy, mañana cambie. No hay verdades absolutas, nadie tiene la verdad revelada, estamos en una situación muy dinámica, con factores y actores muy complejos. Hay pelos de punta y eso se traduce en términos electorales, hay que seguir el análisis día a día. 

MAPP: Muchas gracias, Patricia, qué lujazo nos hemos dado, qué lindo programa, uno de los más lindos que hemos tenido. 

(LaIguana.TV)