«De nuevo entran en la palestra pública mercenarios estadounidenses contactados por el gobierno fantoche que pretendió instalar Donald Trump en Venezuela por medio de Juan Guaidó, que ahora están en Ucrania».

Con esta idea comenzó sus reflexiones el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela la edición 446 de su programa Desde Donde Sea transmitida este miércoles 1 de junio a las 7 pm, hora de Venezuela, a través de las plataformas virtuales de LaIguana.TV.

A ese respecto, precisó que informes de la prensa estadounidense revelaron este martes que además de armas y dinero, Washington y sus aliados están enviando una mercancía todavía más siniestra a Ucrania: mercenarios pertenecientes a grupos supremacistas blancos con participación comprobada en acciones sediciosas contra Venezuela, que se han sumado a organizaciones neonazis como el Batallón Azov, el Sector Derecho y la Legión Nacional Georgiana.

Por otro lado, apuntó que tras un par de meses de intensas negociaciones internas, la Unión Europea aprobó este lunes el sexto paquete de medidas coercitivas unilaterales contra Rusia, que consiste en vetar dos tercios de las importaciones de crudo siberiano en el bloque antes de que acabe el 2022.

Para echar a andar esta nueva ronda de restricciones y muy a su pesar, Bruselas tuvo que ofrecer garantías adicionales a Hungría y permitir que ese país, República Checa y Eslovaquia continúen comprando petróleo a Moscú bajo sus condiciones y a precios cada vez mayores, dadas las implicaciones que este embargo tiene sobre el mercado energético global, explicó.

En paralelo, Occidente avanza en la creación de una arquitectura jurídica que le permita hacerse con los activos rusos –públicos o privados– para financiar la economía ucraniana, culpa al Kremlin de la creciente inseguridad alimentaria en el mundo y continúa enviando armamento pesado al frente de batalla.

Mercenarios de EEUU: de la fallida invasión a Venezuela por Cúcuta a Ucrania

Entrando en materia, Pérez Pirela relató que un informe del portal independiente estadounidense The Gray Zone evidenció que un mercenario identificado como Craig Lang que en este momento está en el frente ucraniano, se autoalistó como «voluntario» para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro y «matar comunistas» junto a su colega Alex Zwiefelhofere, en una fecha no especificada del año 2018.

Según la acusación formal del Departamento de Justicia de Estados Unidos citada por el medio y seleccionada para ilustrar que la Casa Blanca estaba al tanto de sus movimientos, señaló que «para financiar su expedición y asegurar armas y municiones, el par [de mercenarios] publicó un anuncio en el que afirmaba que estaban vendiendo armas. Cuando una pareja de Florida respondió, viajaron al estado del sol y los asesinaron en su propia casa, robándoles 3000 dólares».

Meses más tarde, continuó, los implicados arribaron a Cúcuta y «se unieron a una banda de insurgentes que buscaban atacar al ejército venezolano». Con este dato, que fue corroborado con información oficial estadounidense, queda fuera de cuestión que ambos participaron en el intento de invasión a Venezuela desde Colombia perpetrado el 23 de febrero de 2019.

No está claro cómo lograron evadir la justicia y reaparecer en otro país, meses después de asesinar a dos personas. No obstante, la suerte de Zwiefelhofer se acabó cuando regresó a Estados Unidos tras el fracaso de la tentativa sediciosa, porque fue apresado de inmediato, al tiempo que Lang se las arregló para que el FBI no lo contactara por su responsabilidad en los crímenes de Florida y tampoco por las acusaciones por crímenes de guerra en el Donbás mientras estaba adscrito al grupo neonazi Sector Derecho, pese a que tenía un expediente abierto por ese motivo.

Para el comunicador, no puede dejarse de lado que el gobierno de Estados Unidos tampoco ha sido explicado por qué se le dejó abandonar el país y aún no ha sido capturado, a pesar de la orden de extradición que pende sobre su cabeza.

A su parecer, de acuerdo con este reporte, pareciera que la justicia estadounidense está dispuesta a mirar a otro lado, al menos por un tiempo, y dejar que Craig Lang continúe como mercenario del Sector Derecho, uno de los grupos paramilitares neonazis que actúan en el Donbás con la anuencia de Kiev y a los que se sindica de crímenes de guerra y limpieza étnica contra la población rusoparlante.

Aportando otro ángulo al análisis destacó que la presencia de mercenarios con experiencia en Afganistán y participantes de acciones desestabilizadoras en terceros países, así como el envío creciente de lanzacohetes y otras armas de artillería pesada desde Occidente, no ha frenado el avance de Rusia sobre el terreno, que según los entendidos, ya prepara su ofensiva final sobre el Donbás.

De este modo y acaso por la falta de avances concretos en el campo de batalla, desde la OTAN no solo intentan prolongar el conflicto tanto como sea posible, como han advertido numerosos analistas, sino que han emprendido una guerra multiforme con la que se pretende infligir serios daños en la economía del país euroasíatico, precisó.

Así las cosas, desde Moscú se denuncia que los ataques son las expresiones de «una guerra total» que han emprendido las naciones occidentales para frenar el desarrollo y la influencia de Rusia, como expresara el pasado viernes el canciller ruso, Serguéi Lavrov, en Moscú ya aceptaron que esa «cultura de la cancelación» que se ha instalado en Occidente contra «todo lo ruso» persistirá por largo tiempo.

Sin embargo, en su opinión estas tentativas de aislamiento, agresiones y censura han tenido un efecto paradojal, pues el Kremlin ha usado el veto occidental para fortalecer alianzas estratégicas en Asia, particularmente con la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas.

Para cerrar este tema, comentó que al mismo tiempo, el gobierno de Vladímir Putin no ha dado un portazo a las negociaciones y aún espera que Kiev evalúe realistamente su situación de cara a reanudar las conversaciones, con el objetivo de poner fin a la disputa territorial por Crimea y cerrar el capítulo de las repúblicas del Donbás.

¿La UE embargará el petróleo ruso?

Otro aspecto ineludible en la labor de actualización sobre el conflicto ucraniano abordado por el analista, es el embargo parcial al petróleo ruso aprobado por la Unión Europea la jornada del martes.

Así, comentó, este 30 de mayo, la Comisión Europea envió una propuesta a los países miembros del bloque para aplazar la prohibición de entregas de crudo siberiano a través del oleoducto Druzhba, operativo desde tiempos soviéticos y considerado el más grande del mundo.

Según el reporte de Bloomberg, los jerarcas comunitarios impulsaron la prohibición de entregas de petróleo ruso por medios marítimos a cambio de permitir los envíos a través del largo conducto, que forma un complejo sistema que inicia en el centro de Rusia, atraviesa Ucrania y se extiende en dos ramales hacia Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia y Alemania.

Desde su óptica, la maniobra tuvo relativo éxito, pues a pesar de la negativa de Budapest y las preocupaciones de Praga, Bratislava y Sofía, se otorgaron plazos de gracia a los gobiernos centroeuropeos para deshacerse de la energía procedente del territorio ruso, a cambio de embargar el 90 % de las importaciones de este rubro a fines de 2022.

Según el cristal mediático desde el que se mire, esta resolución podría calificarse como un éxito o un fracaso dentro de la política de aplicación extensiva de medidas coercitivas unilaterales contra Rusia.

Con el propósito de ilustrar esta doble lectura mencionó la mayor parte de los Estados miembros de la Unión Europea celebraron el dictamen y lo presentaron como una derrota para el primer ministro de Hungría, Víktor Orbán, quien se ha negado a plegarse a los embargos energéticos.

El político húngaro ofreció declaraciones que por una parte ponen en cuestión la muy publicitada unidad Occidental en cuanto al manejo de las relaciones con Rusia y, por otra, dejan fuera de cuestión que los países europeos están jugando con fuego y pueden acabar ardiendo como pasto seco.

Según manifestara a la prensa al salir de la primera sesión de la Cumbre extraordinaria de la Unión Europea el pasado lunes,»toda Europa está bailando al borde de una crisis económica mundial debido a las sanciones» impuestas a Rusia.

Este miércoles, Hungría recibió un permiso especial para recibir crudo a través de envíos marítimos, «si pasa algo en el oleoducto Druzhba», según dijera a medios locales un asesor del gobierno.

«Es una hipocresía total. Esto que sucedió este miércoles da cuenta de eso», señaló.

Refirió, asimismo, que este anuncio se produce luego de que una asesora del Ministerio de Energía de Ucrania insinuara que al ramal de la tubería que transita por su país «podría pasarle algo». «Esto creó efectivamente mucha zozobra e impulsó la subida de los precios del petróleo. ¡Cómo se les ocurre amenazar con que algo podría pasarle a un oleoducto del cual depende la vida de miles de personas», alertó

Bruselas también luce incapaz de obligar a Serbia (país no miembro del bloque) a prescindir de la energía rusa y, antes bien, las presiones han producido un acercamiento entre Belgrado y Moscú, en alusión a las prerrogativas que intenta tomarse la Unión Europea sobre países a los que se niega a admitir en su seno.

Por otra parte, medios occidentales como The New York Times, a los que no puede acusarse de mantener una línea editorial favorable al gobierno ruso sino todo lo contrario, han reconocido que la publicitada unidad occidental con respecto a la cuestión rusa acusa importantes grietas.

«También se está agrietando la unidad interna política de Ucrania. Por ahí se están escuchando voces disidentes, algo impensable hace tres meses», acotó, antes de mencionar que de acuerdo con el rotativo estadounidense, la unidad de Europa, Estados Unidos y el gobierno ucraniano comienza a agrietarse, porque los miembros de esta alianza persiguen objetivos distintos –e incluso contradictorios– entre sí.

«La fractura de la unidad es más visible en Europa. Hungría ha apoyado los primeros cinco paquetes de sanciones contra Moscú, pero se resiste al embargo del petróleo ruso, del que depende. Y los europeos ni siquiera están intentando, al menos por ahora, cortar sus importaciones de gas ruso», puntualiza el medio.

En el plano militar, el panorama tampoco es auspicioso para los acuerdos, pues mientras Polonia y los países bálticos apuestan por una derrota de Rusia «a las naciones más grandes y ricas de la Unión Europea» —Francia, Italia y Alemania— «les preocupa la prolongación del conflicto ucraniano y temen un posible daño en sus propias economías» y están conscientes de que no pueden aislar a Rusia para siempre.

¿Quiénes pierden con el embargo petrolero a Rusia?

Una vez descrito este panorama, el comunicador se enfocó en evaluar los efectos del embargo petrolero impuesto a Rusia por los países de la Unión Europea.

Comenzó diciendo que la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen afirmó el pasado 30 de mayo que con el embargo al 90 % del crudo siberiano, las arcas rusas dejarán de percibir cerca de 70.000 millones de euros este año, lo que representaría un duro golpe para la ya muy sancionada economía del gigante euroasiático.

Sin embargo, la respuesta a los anuncios de Bruselas no parece ser precisamente beneficiosa aguas adentro y nuevamente se produjeron respuestas en el mercado, que aunque advertidas, no dejan de afectar sensiblemente a las economías del bloque.

En concreto, el crudo Brent del Mar del Norte, marcador internacional de precios, cotizó este martes por sobre los 124 dólares, mientras que el estadounidense West Texas Intermediate (WTI) rozó los 119 dólares en el mercado de futuros del mes de agosto.

A su parecer, es claro que en el corto plazo, el embargo al petróleo ruso no hará más que empeorar la situación, algo que ya advirtió Bank of America en un informe publicado a inicios de la presente semana en el que se indica «que una fuerte contracción de las exportaciones rusas de petróleo podría (…) empujar al Brent más allá de los 150 dólares por barril».

Asimismo –y en concordancia con lo que vaticinaron prácticamente todos los analistas–, puntualizó que la inflación en el espacio Schengen sigue en aumento y no se prevé que la tendencia se revierta en el corto plazo. Según la primera estimación de Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea, la inflación alcanzó un incremento anualizado de 8,1 % en el recién concluido mes de mayo.

De acuerdo con el organismo, el alza en los precios de la energía –tendencia que comenzó antes del inicio de la guerra– es responsable de la mayor parte de la inflación, aunque los alimentos, los bienes industriales no energéticos y los servicios también registraron subidas significativas.

Por otro lado, señaló que aunque pareciera que Rusia dejará de percibir un monto considerable en cuanto se concrete el embargo a su crudo dentro del espacio comunitario europeo, un examen más detallado muestra que los ciudadanos europeos pagarán las consecuencias de estas decisiones, mientras que Moscú podrá vender sus hidrocarburos en los mercados asiáticos.

Asimismo, analistas advierten que en Washington y Bruselas están conscientes de que las posibilidades de afectar la economía rusa por esta vía son casi inexistentes, por lo que estas coerciones estarían intentando justificar la división del mundo en dos bloques para proteger la hegemonía estadounidense.

De su parte, Moscú asegura que los suministros de hidrocarburos que antes se transaban en mercados europeos, serán adquiridos principalmente por China e India, aún cuando las medidas coercitivas unilaterales representan un desafío.

En decir del viceprimer ministro ruso, Yuri Borísov, para transportar su petróleo hacia esos nuevos mercados, el gobierno tendrá que construir nuevos oleoductos o una flota marítima especial, pero aún así manifestó que todavía hay opciones para cambiar los modos de operación de las cadenas de suministros.

En esta misma línea, desde el Consejo de la Federación, Cámara Alta del Parlamento ruso, señalaron nuevamente el efecto pernicioso que este embargo petrolero traerá a las economías de la Unión Europea.

Según externara este lunes el vicepresidente Konstantín Kosachov, del Consejo de la Federación de Rusia, «los líderes de la UE durante la cumbre de Bruselas, al imponer un embargo petrolero contra Rusia, asestaron con éxito otro golpe a la competitividad de su economía y al bienestar de la población».

Del mismo modo, Koshakov apuntó que «dos tercios del petróleo ruso viaja a la Unión Europea en petroleros, la rama norte del oleoducto Druzhba que va a Polonia y Alemania también se bloqueará, el 10 o 11 % restante se dirige por la rama sur a Hungría, Eslovaquia y la República Checa, que dependen de los suministros de Rusia por oleoducto».

De momento, no está claro cómo harán los países afectados para reponer el petróleo siberiano que hasta ahora han recibido de tierras rusas.

Comienzan a cerrarse los grifos del gas ruso

Continuando con el análisis de las sanciones energéticas y de las correspondientes contramedidas tomadas desde el Kremlin, indicó que aunque Bruselas ha descartado prohibir completamente las importaciones de gas ruso debido a la alta dependencia energética de algunos países europeos y a la imposibilidad de reemplazarlo con otro proveedor, Rusia ha empezado a cerrar los grifos a las compañías que se niegan a cancelar los pagos en rublos.

En detalle, refirió que este 30 de mayo, Gazprom suspendió los envíos gestionados por la compañía neerlandesa GasTerra por no honrar los compromisos adquiridos el pasado mes de abril y en la jornada del martes se sumó el cese de los suministros a la alemana Shell Energy Europe y a la danesa Orsted.

No obstante, acotó, Italia y Alemania han autorizado a compañías para que transen con la gigante energética rusa en rublos. Según informes de agencias occidentales como Bloomberg, más de una treintena de compañías han accedido a las exigencias del Kremlin.

Despojos a Rusia para financiar la guerra en Ucrania

Con menos estruendo mediático, en el encuentro en Bruselas también se acordó que continuarán las coerciones contra Rusia, particularmente las relacionadas con la incautación de activos –»robo»– que idealmente deberían entregarse a Kiev, si bien se destacó que los abogados aún trabajan en el mecanismo.

A su juicio, el financiamiento de la economía ucraniana parece ser otro de los puntos de inflexión en de los conciábulos europeos, pues por un lado se ha hecho todo cuanto ha sido posible para extender las hostilidades y, por otro, sus propias economías no pueden correr con los costos de la guerra durante mucho más tiempo.

En la misma línea, señaló que el gobierno de Volodímir Zelenski admitió en la jornada anterior que el país está sobreviviendo gracias a las «ayudas» internacionales, principalmente en forma de créditos y subsidios que ascienden en este momento a 6.500 millones de dólares.

«¿Todavía Zelenski está vendiéndole a su pueblo que están recibiendo ayuda? Ahí no hay ayudas, sino negocios de Estados Unidos y de naciones europeas, que están tratando de relanzar sus economías a través de la guerra y la muerte en Ucrania», sostuvo el analista venezolano, para quien esta es la causa de las disidencias que empiezan a aparecer en el gobierno ucraniano.

Siempre siguiendo lo expresado por los voceros oficiales, precisó que Ucrania está generando solo un tercio de los ingresos que requiere para sufragar sus gastos y el déficit público alcanza los 5.000 millones de dólares mensuales.

En el Kremlin estaban al corriente de estos movimientos y este 30 de mayo, altos voceros del gobierno del presidente Vladímir Putin advirtieron que si estas iniciativas se concretan, su país pagará con la misma moneda y adoptará medidas para congelar capitales de países sancionadores.

Aunque las autoridades ucranianas exigieron el bloqueo de todos los activos rusos desde el inicio de la guerra, Europa parece haberse animado a cruzar el puente que conduce a la repartición de lo ajeno, luego de que la Cámara Baja del Congreso estadounidense aprobara un proyecto de ley que permite que lo que ilegalmente se ha confiscado a un Estado o particular, pueda ser usado para financiar a otro Estado.

El pasado 18 de mayo, la secretaria del Tesoro de los Estados Unidos, Yanet Yellen, aseguró en una reunión de ministros de Economía del G-7 que no era legal –ni en su país ni en muchas naciones europeas– usar activos rusos para resarcir a Ucrania.

Sin embargo, si esta propuesta legislativa estadounidense logra cuajar –aún debe ser aprobada en el Senado y firmada por el presidente–, Estados Unidos y sus socios europeos se habrán hecho con un instrumento que les permitirá despojar impunemente de su riqueza a Estados enteros y a ciudadanos a los que acusen, con razones o sin ellas, de actividades criminales.

«Estados Unidos está a punto de legalizar el robo a otros países», enfatizó.

¿Qué hacen Rusia y la OTAN para frenar la inseguridad alimentaria?

El último aspecto presentado por Pérez Pirela en esta edición de Desde Donde Sea fue el relativo a la creciente inseguridad alimentaria que se cierne sobre el mundo, especialmente en lo tocante a las acciones que han tomado los bloques implicados en el conflicto, pues en su criterio, este es el efecto más duradero de la guerra proxy que se desarrolla en Ucrania.

En ese orden mencionó que este aspecto fue debatido en la recién concluida cumbre extraordinaria de la Unión Europea, aunque se responsabilizó por entero a Rusia y se le acusó de robar el grano de Ucrania.

No obstante, advirtió investigaciones previas al inicio de las hostilidades en el país eslavo ya alertaban de la crisis alimentaria que se avecinaba, que en realidad es el resultado de una nefasta combinación de factores, entre los que se destacan sequías extremas y olas de calor generadas por el cambio climático.

Bajo este punto de vista, la guerra subsidiaria entre la OTAN y Rusia que se libra en Ucrania contribuye al agravamiento de una crisis ya existente, particularmente en lo que corresponde a los efectos de las sanciones impuestas a Rusia sobre el mercado de fertilizantes, pero no su causa principal.

En la misma línea, las acusaciones occidentales contra Moscú han derivado en que distintos funcionarios y conocedores del mercado de granos, se hayan pronunciado para desmentir los señalamientos e inclusive matizar el efecto de la guerra, según se reseña en un extenso informe elaborado por Sputnik.

A las condiciones apuntadas por otros especialistas relacionadas con los efectos climáticos, estos expertos añaden decisiones financieras y comerciales tomadas en el contexto pandémico por actores occidentales, India, China e Indonesia, cuyas consecuencias aún no desaparecen.

«Los países más pobres pagarán las consecuencias de estas decisiones», alertó.

En contraste con lo que sucediera en el caso del embargo petrolero y de las acciones que se implementarán para incautar capitales públicos o privados de origen ruso en suelo europeo, los mandamases de Bruselas discutieron sobre la crisis alimentaria pero no arribaron a ningún acuerdo concreto, si se excluye el haber culpado al presidente Vladímir Putin.

Antes de que se hicieran públicos los resultados de estos intercambios entre los líderes europeos, el gobierno ruso aseguró que permitiría la salida de buques con grano desde los puertos ucranianos que controla, si Kiev desminaba las zonas de su mar continental, causa real de la disminución del tránsito de embarcaciones comerciales.

Esta información no es un dato más, toda vez que uno de los pilares que se ha usado para responsabilizar a Rusia de la crisis de alimentos en el mundo, es que el grano no puede salir al mercado porque el ejército ruso bloqueó los puertos de Ucrania.

El canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo este martes que el Kremlin está comprometido con amainar la inseguridad alimentaria en el mundo, pero recordó que las sanciones occidentales han afectado seriamente las cadenas logísticas, por lo que para el Kremlin, la solución está, en buena medida, al otro lado del tablero.

Más allá de los micrófonos, para el también director de LaIguana.TV, Rusia ha emprendido acciones concretas para rehabilitar el paso de embarcaciones en el puerto de Mariúpol, como por ejemplo que el pasado fin de semana, miembros de las fuerzas especiales de la Flota del Mar Negro de Rusia, informaron que ya habían concluido las labores de desminado, lo que coincidió con el arribo de la primera embarcación mercante al estratégico atracadero, ubicado en el mar de Azov.

Del mismo modo, recordó que Lavrov informó este miércoles que el gobierno turco, afectado por la falta de circulación de buques mercantes en el Mar Negro, cooperará con las fuerzas rusas para desminar las aguas.

Por su lado, autoridades de Polonia comunicaron a la víspera que Bruselas delegó en Varsovia la responsabilidad de ayudar «a exportar cereales de Ucrania» y destinó fondos para esos fines.

Más precisamente, según el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, con este dinero se pretende «aumentar el rendimiento y mejorar la infraestructura que permitirá suministrar los cereales, exportar mercancías de Ucrania a Oriente Medio, África y otros países». En sus dichos, Ucrania exporta unos 50 millones de toneladas de cereales al año, «sin las que África del Norte, Oriente Medio pueden tener problemas graves a la hora de abastecer su población con alimentos».

«Si algo podemos concluir de esta investigación es que problemas, diatribas y dimes y diretes entre potencias mundiales los van a pagar los más pobres», dijo para concluir.

(LaIguana.TV)