Un reporte publicado por la emisora colombiana W Radio refutó plenamente al candidato presidencial Rodolfo Hernández, quien en una conversación con la misma estación aseguró que las imputaciones que le realizara la Fiscalía de Colombia no están relacionadas con cargos de corrupción y que ese organismo no tiene pruebas en su contra.

«En primer lugar, el proceso contra Hernández sí es por corrupción. El delito por el que ya está imputado se llama interés indebido en la celebración de contratos y corresponde a la clasificación de delitos contra la administración pública que, tanto en lo penal como en lo disciplinario, se consideran hechos de corrupción», aclara el informe, firmado por el periodista Daniel Coronel.

Coronel aclara que por el mismo caso recibieron imputaciones «otras cinco personas por la presunta comisión de los delitos de falsedad en documento privado, contrato sin cumplimiento de requisitos legales y, nuevamente, interés indebido en la celebración de contratos», entre las que se destaca José Manuel Barrera, quien ejerció como gerente de la Empresa de Aseo de Bucaramanga (EAB) durante la gestión de Hernández como alcalde (2016-2019).

Siempre refiriendo registros judiciales, W Radio sostiene que Barrera admitió haber cometido dos de los tres delitos que se le imputan y está buscando la manera de reconocer el tercero, a cambio de algún beneficios. En dichos de Coronel, este acuerdo, conocido en la legislación colombiana como principio de oportunidad, hace pensar que «el gerente de la empresa de aseo declarará contra Hernández y ya lo ha hecho».

El Caso Vitalogic

El pasado 31 de mayo, Rodolfo Hernández dijo a W Radio que la Fiscalía no tenía pruebas en su contra y que el llamado «Caso Vitalogic» era una maniobra de «vergajos» que lo querían perjudicar.

No obstante, el reporte echa al traste esta versión y apunta que «tan existen las pruebas que desde el 7 de febrero de 2020, la Fiscalía le imputó cargos ante un juez de garantías» y que dichos «cargos están basados en evidencias y no en el propósito torvo de unos ‘vergajos’, como folclóricamente lo quiere presentar el candidato Hernández».

«Hernández machaca, una y otra vez, que el dinero en cuestión son solo 344 millones de pesos que la empresa de aseo le iba a pagar a un consultor llamado Jorge Alarcón. Y asegura que él donó su sueldo que durante sus cuatro años de Alcaldía fue de 1.200 millones, entonces: ¿Cuál es el sentido de quedarse con 344, cuando regalaba 1.200 millones?», puntualiza Coronel.

Sin embargo, a su parecer, este pretendido alegato se cae por su propio peso, porque el hecho de que haya donado su salario de tres años, no le habilita para no rendir cuentas sobre el manejo de los recursos públicos, más allá de los montos involucrados.

En segundo término –y acaso todavía más importante–, el periodista destaca que el problema real no serían los «solo 344 millones de pesos» que se pagarían a un consultor, sino el contrato por 570.000 millones de pesos –unos 150,7 millones de dólares– para manejar los desechos sólidos de la ciudad de Bucaramanga durante 30 años que recibiría una compañía con la que estaba involucrado su hijo, Luis Carlos Hernández.

«¿Quién estaba interesado en quedarse con ese contrato? Una unión temporal llamada Vitalogic, que le iba a pagar una comisión a Luis Carlos Hernández, hijo del candidato Rodolfo Hernández, por una suma cercana a 1,5 millones de dólares. En un contrato de corretaje», precisa el trabajo periodístico, en el que también se acota que «cuando se le paga comisión al familiar de un funcionario con posibilidad de influir o decidir una licitación, estamos hablando de una ‘mordida’, soborno o coima».

Un aluvión de pruebas contra Rodolfo Hernández

Al ser inquirido públicamente por este tema, el ahora candidato presidencial ha dicho reiteradamente que no estaba al corriente de que su hijo tenía intereses en ese contrato, aunque «hay documentos que indican lo contrario». Tampoco pareciera hablar en su favor que «Luis Carlos Hernández trabaja hoy en la campaña presidencial de su padre», lo que da cuenta de que nunca se produjo una ruptura entre ellos por este caso.

Con base en pruebas compiladas por el portal de investigación La Silla Vacía y otras que Coronel recabó independientemente, está fuera de toda cuestión «que Rodolfo Hernández se reunió en dos oportunidades con quienes conformarían después la Unión Temporal Vitalogic».

El primero de estos encuentros habría tenido lugar en el apartamento de Hernández el 22 de abril de 2016 y aparentemente acudieron «José Manuel Hormaza, el ciudadano rumano Florín Volcinschi y Héctor Hernando Baquero, quienes después se asociarían para conformar Vitalogic», más un lobbista identificado como Carlos Gutiérrez Pinto.

Citando documentos de la Procuraduría General de Colombia que ya están en poder de la Fiscalía, Daniel Coronel apunta que por sus labores de intermediario, Gutérrez recibiría «un pago fijo de 666.000 dólares más el 2,2 % de las utilidades del negocio por 30 años».

Siempre siguiendo esta versión, el lobbista dividiría el monto entre Luis Carlos Hernández (hijo de Rodolfo Hernández), un amigo de este, Luis Andelfo Trujillo, quien ya ha declarado ante las autoridades contra los Hernández y el contratista Jorge Alarcón, a quien el candidato presidencial llamó «pobre ingeniero químico» en su conversación con W Radio del pasado martes.

De acuerdo con esta pesquisa, en manos del hombre sobre quien Rodolfo Hernández se expresó tan despectivamente recaía la responsabilidad de elaborar «los pliegos de licitación para el contrato de los 570.000 millones de pesos» y su nombre fue puesto en la mesa de la EAB por el entonces burgomaestre.

En un correo enviado desde la cuenta de su despacho y firmado por su secretaria, Matilde Rueda Almeida, se le reenvió el currículum vitae de Alarcón a José Manuel Barrera, quien ejercía como gerente de la compañía de aseo urbano de Bucaramanga, «para su conocimiento y fines pertinentes» y con la advertencia de que había recibido «instrucciones del Ing. Rodolfo Hernández»

El emisor primario de la información reenviada por Matilde Rueda no era otro que Luis Carlos Hernández, que además lo escribió desde la cuenta de correo de HG Constructora, la empresa de Rodolfo Hernández.

Así, aunque el aspirante a la Casa de Nariño ha intentado deslindarse por todos los medios de este caso, W Radio refiere que la Fiscalía colombiana tiene en su poder una grabación en la que el político se responsabilizó por la contratación de Jorge Alarcón, «el ingeniero químico que por arriba trabajaba para la empresa de aseo y por debajo para los licitantes interesados de Vitalogic».

«Si algo hay responsabilidad en la contratación de él, me la tienen que echar a mí. Yo vi todas las hojas de vida, la mayoría dicharacheros como los que están en las propuestas de los que se quieren meter en ese negocio (…). Yo entrevisté (a) ese señor. Nunca lo había visto y a mí me pareció que, de los que llegaron ahí, él era el más competente. Yo quiero que juzguen a esa persona y miren la calidad de persona y la experiencia que tiene. No es un niño, tiene 70 años, ¿qué tiene que hacer este señor? Llevarnos a la mejor decisión. Yo tengo esta responsabilidad. Si fracasa esto, yo no le voy a echar la culpa a usted, me la echa la comunidad es a mí. Yo tomé esa determinación y la asumo aquí delante. Entonces yo dije (…) ‘este es el que me parece’ y que cobre 700 millones es barato para lo que nos vamos a ahorrar», reza la declaración, que el medio colombiano reprodujo íntegramente para desmentir al candidato presidencial, abanderado de la así llamada Liga Anticorrupción.

Desde el punto de vista del periodista Daniel Coronel, estos dichos dejan claro que la licitación para otorgar el jugoso contrato para la gestión de los desechos sólidos en Bucaramanga se hizo como un mero trámite formal, porque el alcalde –Rodolfo Hernández– ya había hecho su selección.

Lo declarado por el entonces gerente de la empresa de aseo urbano de Bucaramanga, se compadece con lo que se desprende de la interpretación periodística hecha a partir de lo expresado públicamente por Rodolfo Hernández.

«Me dice el señor alcalde que quiere hablar con Jorge Alarcón que me dirija a su apartamento ubicado en Cabecera en el edificio Premier Piso 5 o 6 con el asesor jurídico de la EMAB (César Fontecha) y el señor Alarcón en horas de la tarde y esto sucedió como 8 días aproximadamente antes de la suscripción del contrato. Se hace la reunión y se nos da la directriz a mí (José Manuel Barrera Arias) y al jurídico César Fontecha por parte del señor alcalde Rodolfo Hernández de contratar al señor Alarcón. El señor Fontecha le advierte que hay que hacer un proceso de selección de acuerdo con el manual y el alcalde dice háganle al proceso pero que sea seleccionado Alarcón», cita extensamente el medio colombiano.

De este modo, pareciera estar fuera de cuestión que el concurso se hizo con unas bases que garantizaban que Jorge Alarcón, socio del hijo de Rodolfo Hernández, se hiciera con el contrato.

En la convocatoria pública se indicaba que los postulantes tenían que ser ingenieros químicos de profesión y para garantizar que el seleccionado por el burgomaestre se impusiera cualquier potencial aspirante, el propio Alarcón se habría encargado de reclutar para la farsa al ingeniero mecánico Álvaro Gutiérrez y al ingeniero civil Arturo Gómez, quienes aparentemente presentaron propuestas deliberadamente pobres, aunque ellos sostienen que nunca participaron en ese aquelarre y que les falsificaron la firma.

No obstante, el apadrinamiento de Rodolfo Hernández no fue suficiente para que sus planes se concretaran, pues según el medio colombiano «el señor Alarcón hizo el pliego para la licitación multimillonaria, pero la EAB tuvo que bajarlo de la página de internet porque era un espanto», debido a la multitud de errores jurídicos y financieros que contenía el documento.

Se indica, asimismo, que el responsable de la empresa de aseo se quejó de la escasa calidad de la propuesta de Jorge Alarcón, pero Rodolfo Hernández se opuso tajantemente a su despido e incluso Luis Carlos Hernández reveló en un chat que su papá estaba relacionado con Florín Volcinschi, el ciudadano rumano que figura como socio de Vitalogic.

«Eso se da, ya mi papá habló hasta con Florín (refiriéndose al socio de Vitalogic). Ya eso es un hecho», reza el texto, un indicio que apunta claramente a que los Hernández dirigían personalmente la contratación irregular.

De ahí que no resulte sorprendente lo que sucedió después y que el trabajo de Daniel Coronel sintetiza así: «Con los pliegos cargados a favor de Vitalogic solo hubo dos ofertas: una que no cumplía los requisitos y la de Vitalogic, que no presentó correctamente la póliza de garantía de la oferta».

El fallo de sus abanderados le valió a Hernández el cuestionamiento de medios locales, pero este zanjó el asunto con un «va porque va»

«Va porque va. Por más politiquería, por más palos en la rueda. Llevan cuatro años sin hacer nada, y entonces ahora, como nosotros estamos resolviendo el problema de fondo, extirpando ese cáncer del relleno sanitario, entonces ahora nos atacan por todos los lados», justificó.

A pesar de todas estas maniobras, Rodolfo Hernández no consiguió beneficiar a su hijo Luis Carlos con el jugoso contrato, que le aseguraba dividendos a costa de la cosa pública por 30 años.

Para cerrar, W Radio insiste en que el inventario de pruebas presentado es parcial, pues la Fiscalía y la Procuraduría de la nación vecina «tienen más», por lo que «el candidato Rodolfo Hernández no puede simplemente decir que no existen».

(LaIguana.TV)