A pesar de tener el mayor gasto militar del planeta, una cantidad desbordada de bases estratégicas repartidas en el globo y gran influencia financiera, Estados Unidos ya no tiene la fuerza política para imponer su razón al mundo, estimó el analista cubano Ángel Guerra Cabrera.

En conversación con Sputnik, el guerrillero revolucionario, docente universitario y también periodista consideró que un ejemplo de este debilitamiento es la cojera con que arrancó la Cumbre de las América, que se celebra estos días en Los Ángeles, California.

El encuentro fue inaugurado luego de semanas de fuertes y diversos cuestionamientos de la comunidad latinoamericana, que dudó de la legitimidad de la mesa multilateral si excluía por criterios ideológicos concretamente a Cuba, Nicaragua y Venezuela, en vez de buscar una integración basada en acuerdos y diálogos, como defendieron diversos mandatarios.

«Hay una pérdida de influencia en el mundo en general, hay una crisis de hegemonía, o sea, el mundo ya es multipolar y Estados Unidos se resiste a aceptarlo y en América Latina en particular se ve una situación de rebeldía, de independencia», declaró.

«Por ejemplo, si contrastas la actitud sumisa de los europeos ante Estados Unidos en la cuestión contra Rusia, te das cuenta que no es así en América Latina y el Caribe», añadió.

Los países caribeños, analizó Guerra Cabrera, recibieron el apoyo de Cuba en materia de salud durante la pandemia de coronavirus, con brigadas médicas y ahora con acceso a las vacunas de la isla, que, subrayó, son mucho más económicas que las trasnacionales.

Además, dijo, tienen una relación larga con Cuba y Venezuela y con los modelos de Fidel Castro y Hugo Chávez, por lo que no están dispuestos a que se les imponga una agenda desde la Casa Blanca.

Guerra Cabrera subrayó la relevancia de la Comunidad del Caribe (Caricom, por sus siglas en inglés) en la oposición a celebrar una Cumbre de las Américas con exclusiones selectivas.

Dos siglos de la doctrina Monroe

El analista político coincidió con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su acusación de que Estados Unidos sigue conduciendo su política regional en América con criterios de hace 200 años, en alusión a la doctrina Monroe elaborada en 1823 y que postula que, ante cualquier intervención europea en el continente, el país norteamericano lo consideraría una agresión.

«Esta Cumbre y su fracaso, ya evidente, son una prueba fehaciente e incontrovertible de que no pueden seguir aplicando la Doctrina Monroe. O ellos respetan a los países de América Latina, su soberanía, su independencia, o cada día tendrán menos influencia, como se ha visto ahora en nuestra región», abundó.

Un bloque progresista latinoamericano

La consolidación de un bloque progresista en América Latina, con gobiernos identificados a la izquierda en México, Bolivia, Honduras, Chile y Argentina, y las posibles victorias de Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro, en Brasil y Colombia, respectivamente, podría convertirlo en uno de los interlocutores del panorama mundial, valoró Guerra Cabrera.

«EEUU tiene que contar con China y con Rusia, es algo que no quiere aceptar, se niega, se resiste a aceptar esa realidad, que ya no puede continuar actuando en el mundo y dictando políticas sin hablar con China y con Rusia», asentó el universitario cubano.

«Pero además no quiere tomar en consideración situaciones como esta de América Latina y que hay un conjunto de pueblos que se levantan en contra de la política neoliberal que ellos impusieron a partir del golpe de Estado en Chile contra Salvador Allende, de las dictaduras de seguridad nacional en América del Sur y en toda América Latina finalmente, y que ya tienen que considerar también la existencia de países como Irán, como la India», agregó.

Biden, más cerca de Trump que de Obama

El cubano Guerra Cabrera valoró la propuesta del Gobierno de México de impulsar que la Cumbre de las Américas ubique en el centro del debate el levantamiento del bloqueo que desde la década de 1960 sostiene Estados Unidos contra Cuba.

«Es algo muy inteligente porque el bloqueo a Cuba simboliza la dominación sobre América Latina, simboliza la Doctrina Monroe y política de fuerza», evaluó.

«(Barack) Obama se dio cuenta de que no podía haber una relación fluida con Latinoamérica si no se cambiaba la política hacia Cuba, esa fue una de las cuestiones de pragmática que el equipo de seguridad nacional de Obama consideró para el restablecimiento de relaciones con Cuba», si bien no se levantó el bloqueo ni las medidas de fuerza contra la isla, recordó el analista.

Dentro de una perspectiva de ir relajando esa medida de fuerza y el propio Obama ordenó que Estados Unidos se abstuviera en la ONU (Organización de las Naciones Unidas) cuando se votó contra el bloqueo, que fue algo completamente inesperado, recordó.

Inexplicablemente, calificó el cubano, Joe Biden mantiene la política de 253 medidas contra Cuba impulsadas por Trump y que colocan a la isla en una condición de asfixia total, donde además Estados Unidos convirtió la pandemia de coronavirus en un aliado de su política ante La Habana.

«En el momento en que estaban saturados los hospitales cubanos con casos de COVID, de la variante delta nada menos, en ese momento ocurre esta situación cuando Estados Unidos se niega, primero, a vender oxígeno a Cuba; segundo donde quiera que se entera que va Cuba a comprar oxígeno ahí va para tratar de impedir que se produzca la venta», lamentó.

Incluso en algunos aspectos Biden ha sido más hostil que el propio Trump en sus políticas contra la isla, consideró.

Eurasia: nuevo foco de la economía mundial

Guerra Cabrera recordó que existe un polo euroasiático que se está configurando como el eje de la economía planetaria y con el que Estados Unidos tendrá que concertar.

«Es decir, por primera vez en cinco siglos está transfiriéndose el centro económico del mundo desde occidente para Eurasia, y eso es un movimiento indetenible, hagan lo que hagan», declaró y estimó que Washington está dispuesto a recurrir a la dominación bélica para tratar de frenar ese proceso.

Según el analista, varios hechos, comenzando desde el cerco que le fueron tendiendo a Rusia, la expansión de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) hacia el este y númerosas maniobras militares, provocaciones, y además el ignorar las demandas de Rusia en materia de seguridad, «condujeron a esta situación que estamos viviendo desgraciadamente en Ucrania«, percibió.

Debilitamiento también en Medio Oriente

La crisis de hegemonía que vive Washington no se acota a Latinoamérica sino que es general, si bien tampoco hay que caer en interpretaciones ingenuas, dijo Guerra Cabrera, que olviden que el país que gobierna Biden tiene un arsenal nuclear capaz de acabar con la presencia humana en el planeta, entre otras primacías militares.

«Pero, a pesar de eso, está en una crisis de hegemonía y no puede imponer su criterio», reflexionó el académico cubano.

En tecnología y economía, se ve desafiado por China, que ha ampliado mercados de Argentina, Chile y Brasil, al grado de convertirse en su primer socio comercial, recordó.

«Un cambio absolutamente total», apuntó.

Además, ha tenido que replegarse en Medio Oriente porque hay un levantamiento de pueblos y resistencias locales que relativizan su dominio sobre la zona, propuso, como puede deducirse de la circunstancia siria.

(Sputnik)