El presidente de Colombia, Iván Duque, defendió que EE.UU. no haya invitado a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la IX Cumbre de las Américas.

«Aquí no hay exclusiones ideológicas», dijo el mandatario colombiano durante su intervención en la segunda sesión plenaria de la cumbre, que se desarrolla hasta este viernes en Los Ángeles, California (EE.UU.).

Duque sostuvo que lo que se produjo, con esos países que no fueron invitados, fue «un rechazo contundente, claro a cualquier forma de dictadura y de atentado contra la estructura democrática» de las naciones de la región.

En su discurso, dijo a los presentes que no caigan en «las falsas narrativas», al señalar, según su criterio, que la región no se divide «entre izquierda y derecha» ni «entre progresistas y conservadores», sino que existe una «clara diferenciación» entre quienes son «demócratas» y quienes son «autócratas».

De acuerdo con el mandatario colombiano, esos autócratas «se nutren de la ‘P’ del populismo, de la ‘P’ de la polarización, de la ‘P’ de la postverdad para fracturar los pueblos».

La intervención de Duque en defensa de las exclusiones a la cumbre se diferencia de los reclamos que hicieron otros mandatarios justamente por esas faltas de invitación. Esa decisión de EE.UU. ocasionó, incluso, que algunos presidentes de la región no acudieran al encuentro en Los Ángeles, entre ellos el mexicano Andrés Manuel López Obrador, el boliviano Luis Arce y la hondureña Xiomara Castro.

«Reencuentro estratégico»

«Consideramos que este reencuentro es estratégico y es relevante para dialogar, para poder encontrarnos en los fundamentos y principios del Sistema Interamericano», añadió Duque en su discurso, el último como mandatario en un encuentro internacional, puesto que su mandato terminará en agosto próximo.

Ahí, aprovechó para felicitar al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, por «su defensa irrestricta de esa construcción colectiva que es la Carta Democrática Interamericana».

Asimismo, dijo que todos los organismos de integración de la región son «validos» y «necesarios»; no obstante, señaló que «ningún mecanismo de integración puede existir para amenazar la existencia del Sistema Interamericano y de la Organización de los Estados Americanos».

Su posición contrasta con la de otros mandatarios de la región, que señalan que la OEA debe ser reformada, refundada o reestructurada.

(RT)