La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, manifestó que las sanciones antirrusas crean dificultades a los propios países que las iniciaron. El comentario lo hizo en una de las sesiones del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (Spief).  

Cada sanción, desde el 24 de febrero, es una sanción bumerán contra el pueblo de Estados Unidos, contra los pueblos de Europa, indicó la alta funcionaria de esa nación suramericana. 

“No se puede desaparecer de la faz de la tierra a un gigante como Rusia, a un gigante energético, uno de los más grandes productores de petróleo del mundo, de los más grandes productores de gas del mundo”, señaló. Según Rodríguez, por más que exista el plan europeo para sustituir dos tercios del gas de Rusia hasta 2027, Moscú tiene otros mercados a los que vender. “Pero ¿quién se va a quedar sin suministros? Por eso yo llamo a las sanciones un bumerán”, comentó. 

En su opinión, los países occidentales se están creando dificultades, mientras la economía rusa está preparada para consolidar los procesos de producción y fortalecer su moneda nacional, reportó la agencia de noticias TASS.  

“Al principio el rublo se resintió, pero ahorita el rublo está absolutamente fortalecido por las políticas que se han implementado”, significó. 

Este viernes, la vicepresidenta venezolana se reunió en San Petersburgo con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, quien le transmitió los saludos del presidente ruso, Vladímir Putin, para su homólogo, Nicolás Maduro. 

Lavrov destacó el especial significado simbólico para Rusia que tiene el hecho de que Carlos Faría, quien fue durante mucho tiemembajador del país en Moscú, fuera designado canciller de Venezuela.  

“Conoce a fondo la agenda bilateral, ayudará a desarrollar la cooperación en los ámbitos comercial, económico, de inversión, humanitario y técnico- militar”, puntualizó. 

La alta funcionaria venezolana subrayó la necesidad de estrechar los canales entre Caracas y Moscú para deshacerse de la hegemonía del dólar. En tal sentido, apuntó que la economía en el mundo está cambiando, mientras la dictadura del dólar está desapareciendo. 

(Prensa Latina)