El sociólogo y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Ociel López consideró que actualmente las corporaciones de la comunicación no citan a Juan Guaidó como “presidente encargado”, porque “están metabolizando el nuevo escenario, es decir, lo hacen ver como el importante actor que era, pero ya no y ahora va a una campaña de elecciones internas”.

El también comunicador explicó durante una entrevista para el programa Cara a Cara que conduce el periodista Clodovaldo Hernández para LaIguana.TV, que tras los eventos que ocurrieron con la “batalla de las sillas” en el estado Zulia se percibe claramente la fragmentación del sector opositor y la falta de institucionalidad interna.

“Se pueden interpretar de la situación de las sillas varias cosas, especialmente lo que está haciendo la oposición, metabolizando este nuevo escenario que es electoral y lo primero que habría que entender es que la oposición después de su apuesta por el escenario violento de invasión, ahora ha tenido que girar hacia un escenario interno. Ya hay una fecha que es el 2024, que está consensuado más o menos por todos porque es un mandato constitucional”, declaró.

A juicio del docente, se van a presentar situaciones que llevarán a este bloque a “entrar por el carril y eso va a traer sobresaltos”.

Agregó que también se observa a un Guaidó que se muestra más en campaña, se encuentra “nuevamente como un actor interno de Voluntad Popular”.

Ahora bien, hay un punto a destacar, lo que sucedió hace pocos días en la entidad zuliana con la “batalla de las sillas” y las agresiones que sufrió el exparlamentario en un restaurante en San Carlos Cojedes se generó “en los mismos estados en los que gobierna la oposición una manera de decir, ‘no eres presidente interino, la seguridad te la tienes que elaborar tú mismo’ y bueno básicamente no hay responsable no sale ningún gobernador a emitir algún tipo de responsabilidad”, mencionó el analista político.

Ante lo expuesto, acotó que las grandes agencias ciertamente reseñaron el altercado, pero no lo aluden como presidente. “¿A quién beneficia que ocurra este tipo de cosas, quién sale ganando? Por un lado, se victimiza Guaidó y esto le permite agarrar oxígeno porque estaba muy olvidado (…) cualquier locura irracional podría salir de lado y lado y eso pudiera complicar más las cosas, en términos de normalización política indiscutiblemente alienta a los sectores radicales de ambas partes”.

López opinó que el problema para la oposición más moderada es intentar de olvidar a Guaidó lo más pronto; sin embargo, cada vez que aparece lo van a tener que tener presente, fundamentalmente por el peso internacional que representa. Por otro lado, para el Estado comienza a ser un dolor de cabeza, no obstante, lo favorece políticamente porque es un factor de división”.

Sostuvo que es muy difícil una normalización de la política, sin una institucionalidad del país que dé respuesta a si el exdiputado va preso o no.

Primarias de la oposición

El sociólogo estimó como viable un proceso de primarias dentro de la coalición opositora, pese a que siempre ha estado muy dividida también algo que la cohesiona, quizás una llamada de Washington.

¿Chavismo con un relevo de Maduro?

“Se dice ya que el presidente Nicolás Maduro quiere agenciar políticamente, no solo en el Estado, yo creo que lo que ocurrió en términos políticos y el escenario que le pusieron en términos internacionales fue complejo y difícil y ya lo pasó”, apuntó el entrevistado.

Evaluó que el Maduro que está en estos momentos “no es el mismo de 2017 o 2018 antes del interinato que se inventó Guaidó. Es un Maduro que se afianzó en medio de riesgos, complejidades y amenazas, entonces eso tiene una nueva significación para el chavismo”.

Por lo tanto, manifestó que no se vislumbran cambios en el chavismo para el 2024. “Lo que habrá que evaluar son los efectos favorables o desfavorables que tiene para todo el chavismo que haya o no una renovación y si es solo a nivel presidencial o esto todo el cuerpo o el partido. Hay una incógnita de cómo irá el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) para las elecciones con qué alianza porque prácticamente está solo”.

Consideró que la tolda roja no está holgada electoralmente, aunque existe una atmósfera política en el que el gobierno se nota muy fortalecido y una oposición en retirada igualmente “hay un escenario electoral que no es el mismo. El chavismo ha venido mermando y no es una cuestión de ahorita, viene ocurriendo desde hace tiempo”.

Añadió que pudiera parecer que la mejoría económica esperada por los venezolanos y que se empieza a evidenciarse “tiene una relación directa con los votos a favor del chavismo y Maduro y eso podría no ser, no es una suma automática (…) el gobierno ya no es el centro que pueda dirimir la actividad económica e impulsarla. El Estado está muy desguarnecido, sus políticas sociales debilitadas y no es clave que el auge económico transfiera votos de manera directa a un proyecto político que viene del socialismo”.

Reconoció que una cohesión interna puede estar mermando con base a lo que está aconteciendo en materia económica “eso hay que evaluarlo (…) la preocupación central que tendría que tener del chavismo es cómo puede reconectar con sus propios electores, lo de hoy, ayer y antier ¿el chavismo puede crecer en ese terreno o ya tiene un techo que no necesariamente es suficiente?”, preguntó.

Por último, el escritor acotó en que la dolarización “hace mella en los sectores más duros del chavismo, los que se han mantenido al final con Maduro, hacen cierta mella en la cohesión ideológica y creo que alienta a la antipolítica (…) tendremos que ver cómo llega el Estado en el 2024 y eso es clave y deben lo analizar. La economía y la política no se traducen de la misma manera”, concluyó.

(LaIguana.TV)