El gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, aseguró que la próxima reapertura de la frontera colombovenezolana, cerrada al comercio desde 2019, traería beneficios comerciales cercanos a los 4.000 millones de dólares para el comercio bilateral e impactará positivamente el empleo en la zona.

«Habría una activación de unos cuatro mil millones de dólares, generando en principio unos tres mil empleos directos en Venezuela, con proyección de unos veinte mil en los próximos cuatro años», manifestó Bernal en un encuentro con empresarios de los dos países celebrado este lunes en San Cristóbal.

Se trata de la primera acción concreta orientada a regularizar el trasiego a través de la extensa frontera común –que se extiende por 2.200 kilómetros– desde que se conociera que el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, contactó a su par venezolano, Nicolás Maduro.

Maduro precisó que en la conversación se abordó la necesidad de «restablecer la normalidad en las fronteras», como parte de una agenda de rehabilitación de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones, suspendidas en todos los niveles desde 2019.

Estimaciones de la AFP indican que en 2008, el intercambio comercial se aproximó a los 7.200 millones de dólares, pero cayó en los últimos años tras la decisión de Caracas de cerrar parcialmente la frontera en 2015 para combatir el contrabando y en 2019 por razones de seguridad nacional, luego de que el gobierno de Iván Duque desconociera a las autoridades venezolanas en favor del autoproclamado Juan Guaidó.

Pese a ello, el comercio no se interrumpió completamente. Siempre siguiendo lo indicado por la agencia francesa, la Cámara de Integración Económica Colombo-Venezolana (Cavecol) confirmó transas en el orden de 400 millones de dólares en 2021 y proyecta que si se concreta la reapertura, como pareciera que va a ocurrir, este año las cifras oscilarán entre los 800 y los 1.200 millones de dólares.

Entretanto, al ser consultados por AFP, representantes del empresariado venezolano externaron opiniones auspiciosas aunque prudentes en relación con el impacto directo de la medida.

Así, el representante de la patronal Fedecámaras en Táchira, Maximiliano Vásquez, apuntó que la eventual reapertura fronteriza traería «mayor estabilidad» a la población que reside en esas zonas y coincidió con el gobernador tachirense en que se generarán «más de tres mil empleos que aliviarán la situación de precariedad» que atraviesa la ciudadanía de esos sectores, históricamente dependientes del comercio binacional.

Por su lado, Tiziana Polesel, presidenta del privado Consejo Nacional de Comercio y Servicios (Consecomercio), puntualizó que «cuando las relaciones comerciales se interrumpen, es muy complicado retomarlas (…) Ahora es necesario empezar de cero». 

De momento, no se conocen las acciones conjuntas que implementarán Caracas y Bogotá para combatir dos flagelos comunes en la extensa frontera común: el contrabando y la presencia de grupos irregulares armados procedentes de Colombia.

Del lado venezolano, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana está desplegada desde enero en el territorio fronterizo con la Operación Vuelvan Caras 2022, que persigue expulsar a grupos asociados a las organizaciones participantes del conflicto armado que asola al vecino país desde hace más de cinco décadas, aunque está claro que toda solución duradera requerirá de la cooperación de las autoridades neogranadinas.

(LaIguana.TV)