Carlos Lanz formó parte de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y del brazo político de estas, el movimiento PRV-Ruptura, desde mediados de los años 60.

En 1970 fue puesto en prisión, donde permaneció por cuatro años por su participación en el asalto a un banco, aparentemente una de las actividades en las que estaba vinculado para lograr fondos para el movimiento guerrillero.

En 1977, fue detenido nuevamente y condenado a ocho años de cárcel por el secuestro del empresario estadounidense, William Frank Niehaus.

Desde 1985 se dedicó a la actividad docente y a formar cuadros de la izquierda, hasta que con el proceso impulsado por Hugo Chávez volvió al primer plano por impulsar una “constituyente educativa” y redactar el decreto 1.011 que creaba la figura de “supervisores itinerantes” en los planteles educativos; decreto que Chávez anuló posteriormente.

Carlos Lanz se había dedicado en los últimos años a la investigación y a alertar sobre la guerra de cuarta generación o guerra asimétrica, que el chavismo ha denunciado contantemente como impulsada por el imperialismo norteamericano.

(VTV)