El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickramasinghe, confirma que dimitirá y dará paso a un «gobierno de todos los partidos» tras el asalto del palacio presidencial por los manifestantes.
«Para garantizar la continuidad del Gobierno, incluyendo la seguridad de todos los ciudadanos, acepto la mejor recomendación de los líderes de los partidos hoy, para dar paso a un Gobierno de todos los partidos. Para facilitarlo, dimitiré como primer ministro», escribió Wickramasinghe en su cuenta de Twitter.
Anteriormente Rauff Hakeem, jefe del partido Congreso Musulmán de Sri Lanka, declaró que el presidente del Parlamento de Sri Lanka, Mahinda Yapa Abeywardena, se convertirá en el presidente interino del país, mientras que los líderes de los partidos políticos en una reunión de emergencia han pedido la dimisión del primer ministro y del presidente del Estado.
«Hay una reunión urgente de los líderes del partido en la residencia del presidente. Varios otros líderes, incluido el primer ministro [Ranil Wickramasinghe] … asistieron a través de Zoom. Decidió pedir al presidente y al primer ministro que dimitieran. El presidente de la Cámara se convierte en presidente interino según la Constitución. Los líderes de los partidos deberían acordar inmediatamente un gobierno de todos los partidos», escribió Hakeem en Twitter, publicando una foto de la reunión.
Este 9 de julio los manifestantes tomaron bajo control la residencia presidencial en la capital de Sri Lanka, Colombo.
Según medios, el presidente del país, Gotabaya Rajapaksa, ha huido de su residencia oficial.
Sri Lanka está viviendo la peor crisis económica desde que obtuvo la independencia en 1948. La crisis se debió a la escasez de divisas extranjeras, originada por la disminución del flujo turístico, motivado por las restricciones impuestas por el COVID-19.
Como resultado, el país no puede adquirir combustible en cantidades suficientes para cubrir su demanda, así como experimenta escasez de víveres y artículos de primera necesidad, en muchas regiones se producen cortes del suministro de electricidad.
Las autoridades anunciaron en abril el impago de la deuda exterior, en espera de la reestructuración de ésta de acuerdo con un programa de reforma económica, apoyado por el Fondo Monetario Internacional.
La deuda exterior de Sri Lanka se estima en 51.000 millones de dólares.
(Sputnik)