En el suroeste de China, un cliente estaba comiendo en un restaurante cuando se fijó en unas extrañas siluetas que había en el suelo del patio exterior. Se trataban de unas huellas de dinosaurio de hace 100 millones de años, según ha informado la CNN.

El equipo de Lidia Xing, paleontóloga y profesora asociada de la Universidad China de Geociencias, ha podido corroborar a través de un escáner 3D que los pozos de piedra del restaurante de Leshan, en la provincia de Sichuan, contenían las huellas de dos saurópodos.

Estos tipos de dinosaurios, que vivieron durante el período Cretácico temprano, son conocido por sus largos cuellos y colas y constituyen los animales más grandes que caminaron por la Tierra.

Tanto es así, que podían alcanzar la longitud de tres autobuses y eran tan pesados que se cree que provocaban temblores en el suelo al caminar. Los dos saurópodos cuyas huellas se han descubierto podrían haber medido cerca de 8 metros de largo, según ha señalado Xing.

El desarrollo urbano perjudica este tipo de hallazgos

No es la primera vez que se hallan fósiles de dinosaurios en Sichuan, puesto se han encontrado varios pertenecientes a la etapa del Jurásico, pero este descubrimiento es uno de los pocos que forman parte de Cretácico, que es cuando «los dinosaurios realmente florecieron», ha comentado la paleontóloga.

«Es raro encontrar fósiles en la ciudad, porque todos están cubiertos por edificios», ha confesado Lidia Xing. Y es que el continuo desarrollo de China en las últimas décadas ha perjudicado en la paleontología, provocando que el estudio de la vida antigua a través de los registros fósiles sea más difícil.

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Las huellas encontradas en el restaurante se han podido analizar de forma adecuada porque, antes de ser un restaurante, el lugar era una granja y los rastros de dinosaurio estaban enterrados por capas de tierra y arena, las cuales no se retiraron hasta hace un año, cuando se abrió el restaurante.

Este hecho permitió que las huellas estuvieran protegidas de la erosión y los daños causados por el clima. Además, la decisión del propietario de no cementar el suelo porque le gustaba el aspecto natural de la piedra irregular contribuyó a que las pisadas pudieran ser advertidas.

Ahora, el dueño del local ha establecido una cerca para evitar que la gente pise las fosas y es posible que construya un cobertizo para protegerlas aún más, lo que Xing considera una señal de bienvenida a un mayor interés científico entre el público.

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