El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó este martes una orden ejecutiva con la que Washington se arroga el derecho de imponer medidas coercitivas unilaterales contra los Estados que retengan «injustamente» a sus ciudadanos, informa Reuters.

«La autoridad de sanciones incluida en esta orden ejecutiva permite a Estados Unidos imponer sanciones financieras y de viaje a quienes sean responsables de retener injustamente a ciudadanos estadounidenses, ya sea que su captor sea una red terrorista o un actor estatal», detalló en un comunicado el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken.

Si bien el país norteamericano no ha informado oficialmente cuántos de sus ciudadanos estarían detenidos en el extranjero en condiciones que se califican unilateralmente como «injustas», la Organización No Gubernamental James W. Foley Legacy Foundation asegura que cerca de 60 personas estarían apresadas irregularmente en unos 18 países, incluyendo algunos considerados hostiles por la Casa Blanca, como Rusia, China, Irán o Venezuela.

Un alto funcionario dijo a Reuters en una llamada telefónica que Biden está «comprometido a resolver todos estos casos y, al mismo tiempo, comenzar a plantear una estrategia de disuasión que pueda aumentar el costo de la toma de rehenes y la detención injusta».

De momento, la administración estadounidense no ha aclarado qué situaciones califican como «toma de rehenes» o «detención injusta». En contraste, con el decreto de este martes, ha quedado suficientemente claro que los países que sean señalados por los Estados Unidos por recurrir a esas prácticas, serán castigados con legislaciones extraterritoriales.

Citando a «funcionarios estadounidenses», Reuters precisa que la orden instruirá «a las agencias gubernamentales que trabajen más de cerca con las familias de los detenidos y compartan información y posiblemente inteligencia».

Al mismo tiempo se añadirán «advertencias» en los avisos de viaje publicados por el Departamento de Estado «cuando exista un riesgo elevado de detención injusta en un país extranjero». A la fecha, solamente seis países –Myanmar, China, Irán, Corea del Norte, Rusia y Venezuela– figuran en esta lista negra.

Pero aunque el decreto de la Casa Blanca tiene claro afán sancionador, los familiares de las personas que desde el punto de vista estadounidense han sido detenidas injustamente en otras naciones, se quejaron de que no se había prestado suficiente atención a su situación, pues el instrumento «parece preocuparse más por disuadir casos futuros que por resolver los actuales», según dijera un participante de una videollamada en la que la administración Biden presentó el instrumento ante los presuntos afectados.

La agencia inglesa apunta que el informe de la Fundación Foley señala que Bielorrusia, Burkina Faso, Camboya, China, Cuba, Egipto, Irán, Malí, Myanmar, Nicaragua, Rusia, Arabia Saudita, Siria, Turquía, Uganda, Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y Yemen retienen ilícitamente a ciudadanos estadounidenses.

Los estadounidenses presos en Venezuela

Pese a los señalamientos de la Casa Blanca, Venezuela ha retenido –y en la mayoría de los casos, juzgado y condenado– a ciudadanos estadounidenses por su participación en graves delitos.

Así sucedió con los exmarines Airam Berry y Luke Denman, quienes lideraron la fallida incursión armada de mayo de 2020 –Operación Gedeón–, admitieron su culpa y recibieron beneficios procesales por ayudar a develar el entramado. A pesar de esto, sus parientes insisten en presentarlos como víctimas del Estado venezolano.

Otro tanto sucede con cinco exdirectivos de Citgo Petroleum con doble nacionalidad –venezolana y estadounidense– condenados por casos de corrupción. Un par de ellos fueron liberados tras negociaciones entre Washington y Caracas, al tiempo que tres más cumplen su condena en detención domiciliaria.

Pesquisas realizadas por el portal de periodismo de datos abiertos La Tabla revelaron que el exmarine Matthew Jhon Heat, apresado en las inmediaciones de la refinería de Amuay tras perpetrar una acción de sabotaje, revelaron que su padre se dedica a la búsqueda de petróleo en «zonas conflictivas de África, Asia y Medio Oriente», amén de ser «sobrino de Everett Rutherford Jr., un reconocido geólogo de alto nivel».

Heat, quien también es veterano de la guerra en Irak, encabezó los titulares a inicios del mes de julio por un intento de suicidio que coincidió con la última vista de los delegados del gobierno estadounidense a Miraflores.

(LaIguana.TV)