El presidente peruano, Pedro Castillo, señaló hoy la inexistencia de pruebas de las acusaciones en su contra y llamó al Congreso (parlamento) bajo control opositor, a poner fin a la confrontación con el Gobierno.

“Un año de gestión de este Gobierno y los detractores hasta este momento no pueden encontrar una prueba” en su contra, sostuvo Castillo durante una visita a la norteña ciudad de Trujillo.

Dijo también que el Ejecutivo, por su parte, respetará la autonomía de los poderes y no intervendrá en el inminente proceso de elección de una nueva mesa directiva del Legislativo.

Lanzó además un llamado al Congreso de la República para que, “de una vez por todas, dejemos esta confrontación inútil que no le hace bien al país”, expresó.

Reiteró su pedido al Parlamento de que “camine con nosotros y vea las necesidades el pueblo, que salga de las pantallas (de televisión) y camine”.

“Nosotros estamos por la voluntad de este país”, dijo, al subrayar que su administración es democrática, «respeta los derechos constitucionales del pueblo y ha llegado al Gobierno por la voluntad del pueblo».

De otro lado, la vicepresidenta de la República, Dina Boluarte, en una conferencia con la prensa extranjera, criticó el nuevo intento de vacancia (destitución) del presidente Pedro Castillo, esta vez por acusaciones de proteger a la corrupción que le lanzó el exministro del Interior Mariano González.

indicó que el problema es que sus opositores no aceptan su victoria electoral y desde entonces atacan al Gobierno y buscan ponerle fin y señaló que las instituciones encargadas están investigando las imputaciones y debe esperarse los resultados.

La misma motivación, añadió, tiene el proceso parlamentario de inhabilitación en su contra por un error administrativo, pues, apuntó, “no soy corrupta”.

Contrastó el proceso en su contra que apura el Congreso con el archivamiento de graves acusaciones contra el ex efímero presidente Manuel Merino, por dos muertes en la represión contra manifestantes que, y contra un exfiscal de la Nación y un excontralor.

Preguntada sobre si mantiene el compromiso de renunciar si el Congreso destituye a Castillo, dijo que ambos fueron elegidos por cinco años, y es su deber trabajar hasta entonces por los más necesitados.

(Prensa Latina)