La operación militar especial rusa en Ucrania, que cumple ya los cinco meses, ha conllevado sanciones contra Rusia, cuyas consecuencias complicaron, no obstante, la situación energética en Europa.

El Kremlin prometió instalar la turbina para el gasoducto Nord Stream 1, una vez que Canadá devuelva la turbina arreglada. Añadió que, entonces, se reanudarán los suministros de gas en volúmenes correspondientes, sin embargo, condicionó todo eso a la buena conducta de Europa.

En respuesta al previsto plan B de Estados Unidos para exportar el grano ucraniano ante la posible violación del acuerdo de Estambul por parte del Kremlin, Moscú denunció que los países occidentales aprendieron a presentar toda noticia de manera tergiversada y exclusivamente de tal forma que pueda usarse en contra de Rusia.

La Defensa rusa insiste que la operación se dirige únicamente contra la infraestructura militar y las armas extranjeras que recibe Kiev de sus aliados occidentales. Al respecto, anunció la destrucción de un depósito de municiones para Sistemas estadounidenses de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad, HIMARS, en el oeste de este de Ucrania.

Rusia, que acusa a Kiev del neonazismo, denuncia que las autoridades ucranianas emplean los armamentos extranjeros en atacar a los civiles residentes en el Este, cuya liberación también figura entre los objetivos del Kremlin.

(HispanTV)