Un niño estadounidense de 13 años terminó hospitalizado y está luchando por su vida luego de contraer a principios de mes la rara infección del cerebro ocasionada por la ameba ‘Naegleria fowleri’ mientras se bañaba en una playa de Port Charlotte, en Florida.

Caleb Ziegelbauer y su familia visitaron el pasado 1 de julio esa localidad costera y una semana después el menor tuvo que ser llevado a un hospital porque presentaba fiebre, dolor de cabeza y desorientación. Los médicos lo diagnosticaron con meningoencefalitis amebiana primaria y fue internado en una unidad de cuidados intensivos pediátricos, asegura su tía, Katie Chiet, quien creó una página en la plataforma de micromecenazgo GoFundMe para recaudar fondos para su tratamiento.

Desde el 10 de julio, el pequeño es tratado bajo los protocolos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC). Por un periodo, Caleb permaneció entubado y sedado y posteriormente «estuvo respirando por sí mismo durante casi una semana completa». Sin embargo, Chiet informó el domingo que planeaban volver a entubarlo para quitarle un poco de presión al respirar y estimular la recuperación de su cerebro, que continúa presentando daños y le ha provocado convulsiones.

De acuerdo con los CDC, la enfermedad provocada por la ‘Naegleria fowleri’, conocida popularmente como ‘ameba comecerebros’, es fatal en la mayoría de los casos. En EE.UU., entre 1962 y 2021, solo cuatro de 154 pacientes han sobrevivido a la inusual infección; ello se debe en parte a la similitud de sus síntomas con los de la meningitis bacteriana, lo que reduce la posibilidad de un diagnóstico oportuno. «Muchas veces la gente no llega al hospital lo suficientemente rápido. Esperamos haberlo hecho esta vez», comentó al respecto la tía de Caleb, señalando que toda la familia espera que el niño se convierta en un nuevo sobreviviente.

La meningoencefalitis amebiana primaria suele ocurrir cuando la ameba entra al cuerpo a través de la nariz, en el momento en que las personas nadan o bucean en sitios de agua dulce templada, tales como lagos y ríos. Una vez alojada en el cerebro, el microorganismo comienza a destruir el tejido cerebral, produciendo rigidez en el cuello, convulsiones y coma, hasta causar la muerte.

(RT)