Con el alboroto en torno a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán, las autoridades estadounidenses trataron de desviar la atención de Ucrania y de los problemas internos, incluida la inflación, declaró la Cancillería rusa. 

«Hay otro vector: la situación en torno a Ucrania llevó a Washington a un callejón sin salida tal que era necesario encontrar algún tipo de salida informativa. A [Volodímir] Zelenski ya nadie lo puede «comer» más, ya solo provoca un rechazo excepcional», aseguró la portavoz de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, a Radio Sputnik. 

La diplomática subrayó que, en su opinión, con la visita de Pelosi, Estados Unidos trató de distraer la atención de la opinión pública estadounidense de los problemas internos existentes, como el aumento de los precios, la inflación y la recesión. 

Según Zajárova, la situación de estancamiento «requería un cambio de paradigma informativo». «Lo que Pelosi resolvió», destacó. 

Zajárova calificó el viaje de Pelosi de «acción salvaje» y agregó que la visita demostró que a Estados Unidos no tiene en cuenta a otros países en absoluto, y con este evento, Washington también sacrificó lo que le queda de su propia reputación. 

«Creo que quedó claro para todo el mundo: a Estados Unidos le importa un bledo cualquiera de sus socios, ya sean aliados cercanos, estratégicos, ya sean socios, ya sean países con los que las relaciones se desarrollan en varias direcciones. No le importa. Está dispuesto a sacrificar todo, incluso el resto de su propia reputación, en aras de un beneficio momentáneo, en aras de la coyuntura, en aras de este notorio RRPP, interno y externo. Si quedaba algo al menos de la categoría de «intereses de Estados Unidos», en particular en la región asiática, fue destruido ayer [2 de agosto]», afirmó la portavoz. 

«¿Cuál es el propósito de esta acción salvaje ahora? La coyuntura política lo exige», añadió. 

Por su parte, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, deploró el viaje d Pelosi, a Taiwán, a pesar de las advertencias de China. 

«No tengo la menor duda que es la misma línea que Estados Unidos aplica en el caso ucraniano. Es un intento de mostrarle al mundo su impunidad y que hace lo que quiere», declaró el canciller ruso en Birmania al comentar la llegada de Pelosi a Taiwán, hecho que Pekín califica de «una burda provocación». 

Pelosi llegó a Taipei el 2 de agosto por la noche, y el 3 de agosto por la mañana mantuvo una reunión con la jefa de gabinete de Taiwán, Tsai Ing-wen.  

Esta es su primera visita a Taiwán desde 1997. La Administración estadounidense, que fue advertida por el presidente chino de que «jugando con fuego se corre el riesgo de quemarse», aseguró a Pekín un compromiso inquebrantable con la política de «una sola China», pero se distanció de la visita, diciendo que la portavoz toma sus propias decisiones. 

China considera a Taiwán como una provincia propia y siempre se opone a cualquier contacto de los representantes de Taipéi con los funcionarios actuales, especialmente los de alto rango, o los militares de los países con los que Pekín tiene relaciones diplomáticas.  

China no dejará ningún margen de actuación a las fuerzas independentistas de Taiwán, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, en un comunicado emitido en respuesta a la visita de Pelosi a Taiwán. También dijo que la reunificación de China con Taiwán era una inevitabilidad histórica y que los intentos de utilizar a Taiwán para contener a China estaban condenados al fracaso. China ha pedido a Estados Unidos que deje de jugar la carta de Taiwán para intentar controlar a Pekín. 

(Sputnik)