Uwe Herbert Hahn, cónsul de Alemania en Río de Janeiro, fue enviado a prisión este domingo luego de ser arrestado el sábado por la Policía brasileña bajo sospecha por el asesinato de su marido, el belga Walter Henri Maximilien Biot, encontrado sin vida en el departamento de la pareja, situado en el lujoso barrio de Ipanema, informó el portal G1.

Hahn asegura que su compañero falleció tras caer y golpearse la cabeza luego de sufrir un ataque repentino la noche del viernes. Según su testimonio, Walter comenzó a correr por la sala de su residencia y cayó de cara contra el piso, en la entrada del balcón, supuestamente, como resultado de un tropezón con una alfombra. El diplomático sostuvo que se encontraba en la cocina en el momento de los hechos y, por tanto, no pudo ver si su esposo se lastimó la cabeza con los muebles o el suelo.

El cónsul alemán pidió al guardia del edificio llamar a los servicios de emergencia, que encontraron a Biot, de 52 años, con un paro cardiorrespiratorio y heridas en el cuerpo. El médico que atendió la urgencia afirmó que aparentemente se trataba de un «mal súbito», pero se abstuvo de certificar la muerte y el cuerpo fue enviado al Instituto Médico Legal (IML).

¿Accidente u homicidio?

Aunque Hahn alega que se trató de un accidente, las autoridades estudian la posibilidad de que se trató de una muerte violenta y optaron por su detención, basados en las conclusiones del informe pericial, el cual encontró marcas en el tórax, rostro, piernas y glúteos del fallecido, todas compatibles con contusiones, y otras lesiones aparentemente provocadas con un objeto contundente. Asimismo, desde el IML informaron que un «traumatismo craneoencefálico» en la nuca habría sido el principal causante de la muerte, conclusión que contradice la declaración de Hahn de que Biot había muerto tras caer de cara contra el suelo.

Los expertos encontraron además varias irregularidades en la escena de los hechos. Por un lado, una secretaria del cónsul limpió unas marcas de sangre que estaban en el piso del domicilio porque, según ella, el perro de la pareja estaba lamiendo un charco de sangre. Por otro lado, los agentes detectaron manchas de sangre en un sillón que parecía recién lavado.

El domingo por la mañana, la defensa del diplomático alemán interpuso un ‘habeas corpus’, pero la solicitud fue denegada por el tribunal de turno. Hahn señaló que su esposo, con quien mantenía una relación por 23 años, «tomaba pastillas para dormir» y «bebía mucho», y que se últimamente se sentía triste porque ambos se mudarían a Haití.

De acuerdo con Reuters, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania en Berlín dijo que su embajada en Brasilia y su consulado en Río de Janeiro estaban en estrecho contacto con las autoridades brasileñas, sin dar más detalles. La Policía continúa investigando las circunstancias del caso.

(RT)