Reforzar las fronteras de la zona oriental de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es ahora una de las principales prioridades de la Alianza, ya que su punto más débil es la costa rumana del mar Negro, escribe la agencia de noticias ‘Bloomberg’. 

Según los analistas occidentales, el mar Negro es la puerta de entrada de Rusia al Mediterráneo, así como un punto importante para proyectar su influencia en Oriente Medio y África. Por ello, los dirigentes de la OTAN consideran que reforzar las fronteras del mar Negro es una tarea importante para contener las supuestas aspiraciones rusas en la región. 

Actualmente se construyen en Rumanía varias bases de la OTAN que, si se despliegan completamente, podrían albergar otra brigada de fusiles motorizados de hasta 5.000 efectivos, además de los 5.000 ya disponibles. 

Los costes de construcción de infraestructuras de la alianza ascenderán a un mínimo de 12.200 millones de dólares. La mayor partida de gastos es la batería de misiles tierra-aire Patriot que entrará en servicio este año. 

Rumanía es un país de casi 19 millones de habitantes que comparte una frontera de casi 640 kilómetros con Ucrania. Ya acogía a unos 1.000 soldados de la OTAN, en su mayoría estadounidenses, antes de la operación militar especial rusa, y la base del mar Negro Mijaíl Kogalniceanu servía de punto de tránsito para las zonas de conflicto en Oriente Medio. 

El ministro de Exteriores rumano, Bogdan Aurescu, declaró en junio que Bucarest necesita aumentar el número de soldados de la OTAN de larga duración en su territorio. 

Por su parte, el vice primer ministro del Gobierno ruso, Andréi Beloúsov, subrayó que las acciones irresponsables de la OTAN repercuten negativamente en la seguridad mundial y aumentan el riesgo de conflicto nuclear. 

(Sputnik)